Dirigentes de la RFEF promueven una moción de censura contra Luis Rubiales
Algunos presidentes autonómicos pusieron la medida sobre la mesa el lunes, pero no hubo unanimidad
El presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha, a la derecha, durante la reunión de este lunes. | Eidan Rubio (EFE)
La opción menos probable ya está encima de la mesa. Dirigentes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) promoverán una moción de censura contra Luis Rubiales si no dimite, como le han solicitado los presidentes de las federaciones autonómicas. Ese escenario ni siquiera era una alternativa hasta ahora, especialmente antes de la asamblea extraordinaria del viernes, en la que el granadino se aferró al cargo y prometió ir «hasta el final». La FIFA le suspendió de sus funciones el sábado durante 90 días y el Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), también ha elevado el caso a la justicia deportiva.
Los dirigentes territoriales retiraron su apoyo a Rubiales este lunes en una reunión que duró seis horas. Tras respaldar al extremeño Pedro Rocha como presidente interino, abordaron diferentes asuntos. El primero y más acuciante, la situación del aún presidente de la RFEF. Todos los presentes le conminaron a presentar su dimisión «de manera inmediata» tras «los inaceptables comportamientos que han dañado con gravedad la imagen del fútbol español».
Durante el cónclave, diversas voces plantearon iniciar una moción de censura contra Rubiales si sigue atrincherado en el cargo. Una propuesta que no gozó de unanimidad, requisito fundamental para llegar a acuerdos en la Comisión de Presidentes Autonómicos. Sin embargo, fuentes federativas reconocen a THE OBJECTIVE que el mecanismo ya está en marcha y que es compatible con los procedimientos abiertos por la FIFA y el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
La dimisión de Rubiales
La intención de los dirigentes autonómicos es que Rubiales dimita y ahorrar así un mayor desprestigio a la institución. Sería la manera más ágil de acabar con el problema. No obstante, creen que esa fórmula tiene pocas posibilidades de prosperar, razón por la que han activado la moción de censura. Se trata de una vía quirúrgica, ya que las resoluciones de la FIFA y de la justicia deportiva en España pueden ser recurridas y el caso podría demorarse.
La moción de censura se encuentra entre los motivos de cese del presidente de la RFEF, según establece el artículo 24 de sus estatutos y el 8 de su reglamento general. Debe solicitarla al menos un tercio de los miembros de la Asamblea General (formada por 140 representantes). Cada uno de los peticionarios tendrá que presentar un escrito motivado y firmado al que adjuntará una copia del DNI. La Junta Directiva convocará una asamblea extraordinaria con un único punto del día en un plazo de entre siete y 30 días.
Si no existe quórum suficiente o no prospera, no podría presentarse ninguna otra moción de censura contra Rubiales en un año, aunque para entonces estaría a punto de agotar su mandato. El granadino fue reelegido para el cargo en septiembre de 2020 por un periodo de cuatro años. Antes de acceder al cargo por primera vez, intentó iniciar un proceso similar para relevar a Ángel María Villar, aunque no fue necesario al ser destituido por el TAD.
Los dirigentes autonómicos que abogan por la moción de censura contra Rubiales temen que ese procedimiento pueda fracasar, aunque este diario ha podido conocer que habría un buen número de representantes de jugadores, árbitros y entrenadores dispuestos a firmar. La decisión que tomen los clubes será clave para determinar sus posibilidades de éxito.
El sueldo del presidente
La mayoría de ellos ya declinaron acudir a la asamblea del pasado viernes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, lo que alertó a Rubiales. Su equipo filtró entonces que dimitiría en el cónclave para que pudiera celebrarse y dar sus explicaciones sobre su comportamiento durante la final del Mundial Femenino en Australia, que culminó con el polémico beso a la futbolista Jenni Hermoso, a la que no alude en ningún momento el último comunicado de la RFEF.
Los dirigentes territoriales también trataron durante su encuentro si Rubiales debería seguir cobrando su sueldo. La mayoría era favorable a que no lo hiciera, aunque se determinó consultarlo con los servicios jurídicos de la federación. Un portavoz oficial explica a este diario que se dejará de abonar el salario del aún presidente de la RFEF desde el sábado, día en que la FIFA lo suspendió por un periodo de 90 días, ya que se han activado los protocolos de actuación internos.
«La suspensión del contrato de trabajo por motivos disciplinarios se recoge en los artículos 20, 45 y 58 del Estatuto de los Trabajadores. Mientras se mantenga esta situación cesarán las obligaciones de trabajar y de remuneración y el trabajador se encontrará en situación asimilada al alta a efectos de cotización», explica José Domingo Monforte, director de Domingo Monforte Abogados Asociados.
Rubiales recibe un total de 925.761 euros brutos al año, que se reparten entre su salario como presidente de la RFEF (675.761 euros), los 36.000 euros anuales de ayuda a vivienda y otros 250.000 euros por ser vicepresidente y miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA. Como es natural, el dirigente federativo solo dejará de percibir la parte proporcional.
Vilda, en el aire
Los presidentes autonómicos también decidieron dejar en stand by la renovación del seleccionador femenino, Jorge Vilda, sobre el que tampoco se pronunció el comunicado de la RFEF. Rubiales anunció durante la asamblea del pasado viernes su intención de extenderle el contrato por cuatro años con un salario anual de 500.000 euros, mientras el preparador aplaudía su intervención. Horas más tarde dimitían 11 miembros de su equipo técnico.
Vilda emitió el sábado, tras la suspensión de la FIFA, una nota desmarcándose de Rubiales. Una decisión que también tomó el seleccionador masculino, Luis de la Fuente. Los dirigentes territoriales han solicitado a la RFEF información sobre su situación contractual que estudiarán en una reunión que celebrarán la próxima semana, aún sin fecha. Sin embargo, el futuro de los seleccionadores solo está en manos de la Junta Directiva, órgano competente para decidir sobre su continuidad.
La de Vilda, especialmente, está en el aire, ya que las mejores jugadores españolas han rechazado jugar con el combinado nacional mientras no cambien las cosas en la RFEF. Esa es la intención de los presidentes autonómicos, que en el comunicado que vio la luz el lunes anunciaron «una profunda e inminente reestructuración orgánica en cargos estratégicos de la federación para dar paso a una nueva etapa de gestión en el fútbol español».
