Glosario para no perderse en el Día de la Hispanidad
Guía para interpretar una efeméride plagada de tergiversaciones e intenciones políticas y de celebración de lo común
Un año más llega el 12 de octubre: el retorno de los desfiles, los abucheos a Pedro Sánchez, el festival de la Hispanidad de Ayuso y el insólito momento del año en que personas, partidos políticos y países enteros toman posturas enfrentadas sobre un episodio histórico ocurrido hace más de cinco siglos. Para ayudar a guiarse en este solar de esencias, de intencionalidades políticas, de tergiversaciones históricas, y también de necesarios festejos de lo común, proponemos este breve glosario, formado por los más comunes sintagmas y conceptos que se suelen escuchar y leer en estos días:
12 de octubre: día en que se celebra el cariñoso hermanamiento, la memoria de un pasado común carente de todo rencor o condescendencia, la no utilización política de la historia y la inquebrantable unidad de todos los países de habla hispana. En España se celebra el Día de la Hispanidad, en Venezuela y Nicaragua el Día de la Resistencia Indígena, en Honduras el Día de la Raza, en Chile el Día del Encuentro entre Dos mundos, en Argentina el Día del Respeto a la Diversidad, en Perú el Día de los Pueblos Originarios y el Diálogo Intercultural, en Colombia el Día de la Diversidad Étnica y Cultural, etc.
Cristóbal Colón: navegante catalán, más conocido como Joan Colom, al que también se cree gallego, portugués, judío sefardí… cualquier cosa, menos genovés. Fue tan importante que, en todas partes, lo mismo lo quieren nacionalizar que tiran sus estatuas.
Descolonizar: [la historia, los discursos, los callejeros, los museos… vid. petición de perdón]: política muy en boga en la actualidad que alegando descolonizar el pasado busca exonerar al presente de sus propias colonizaciones [véase El Sahara o Indicadores actuales de pobreza entre las poblaciones indígenas de México].
Descubrimiento de América: ¿descubierta o invadida? ¿Conquista o Encuentro entre dos mundos? ¿fue un gran acto de destrucción o la construcción de una nueva realidad política? Lo dijo muy bien el escritor mexicano Xavier Villaurrutia: «Lo Cortés no quita lo Cuauhtémoc».
Esclavitud: práctica común en todos los siglos y todas las civilizaciones pero que, a partir del siglo XVIII, adquiere unas dimensiones y características tales que lo convierten en uno de los más terribles fenómenos de la historia. Y sí, el ámbito hispánico —aquí perfectamente homologado con Europa— participó ampliamente del comercio y la práctica de la esclavitud.
«Convendría no hacer de la Hispanidad un indigenismo propio»
«España, Historia de»:
1. Para algunos, la historia española es un dramático fracaso: una nación fallida y tardía, no hubo revolución, en vez de Ilustración o Napoleón hubo un Fernando VII y un franquismo enquistado. Todo ello justifica que los suyos lleguen al poder para —ahora sí por fin— arreglar España (o separarse de ella).
2. Para muchos otros, la historia española es una épica hazaña: la nación más antigua, martillo de herejes, descubridora de continentes y exclusiva alumbradora de genios. Todo ello justifica que los suyos lleguen al poder para recuperar la grandeza perdida (lo que suele ser el último paso para perder la poca grandeza que quede).
Españoles: «los que no pueden ser otra cosa» (Cánovas del Castillo). Y con cada nueva financiación autonómica todavía más (o todavía menos).
Genocidio: interjec. Considerado el más atroz de los crímenes y, por lo tanto y cada vez más, la más común de las acusaciones en historia [véase Vendée o la Conquista de América].
Hispanidad: ¿casticismo español o cosmopolitismo hispanoamericano? ¿Autoafirmación propia o reconocimiento de realidades ajenas? ¿Pertenencia o participación? Convendría no hacer de la Hispanidad un indigenismo propio.
Iberosfera: también Iberofonía, Imperiofobia. Literatura de autoayuda. Uso político e identitario del pasado tendente a subrayar lo excepcional propio. Los nacionalismos son un poco como esas artesanías que se venden a los turistas, se supone que son originales y distintivas de cada lugar y, muy curiosamente, son iguales en todas partes. Por eso encontramos una anglosphere, una francophonie o un neootomanismo.
«El pasado siempre está sujeto a discusión, nunca dado a maniqueísmos y muy poco a la primera persona del plural»
Identidad (vid supra): «¿Identidades? A mi parecer muy acertadamente que el problema se curaría follando» (Octavio Paz).
Leyenda negra: manera equivocada de aproximarse a la historia que omite interesadamente la defensa del indígena en las Leyes Nuevas, el barroco novohispano, el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, al Inca Garcilaso o a Vasco de Quiroga.
Leyenda rosa: manera equivocada de aproximarse a la historia que omite interesadamente el maltrato a los indígenas, la Encomienda, las plantaciones de esclavos en Cuba, a Pedro Arias Dávila o las represiones absolutistas.
Origen de España: obsesión embriogénica de muchos «divulgadores» que, al no poder hacer comprender la historia y al no comprenderla ellos mismos, creen que pontificando acerca del origen de España se excusarán de tener que estudiarla [véase España, Historia de]. Unos se regocijan llevando el origen de España a la noche de los tiempos (el 23 de noviembre de 1221 a las seis de la tarde), otros en denunciar los truncos orígenes de una innombrable España.
Origen: lugar mítico, exclusivo, invulnerable y cerrado, fuera de la historia. El pasado, por el contrario, siempre está sujeto a discusión, es ajeno, abierto, nunca dado a maniqueísmos y muy poco a la primera persona del plural [véase Covadonga, Mayflower, Montserrat, Teotihuacán o Canaán].
Petición de perdón: algunos americanos actuales, que se dicen descendientes de los pueblos prehispánicos (aunque en realidad lo sean de los españoles que conquistaron América) les piden a unos españoles actuales (que se creen descendientes de los españoles que conquistaron América, pero que en realidad lo son de los que se quedaron) que pidan perdón. Mientras, la Iglesia Católica (que, ella sí, sólo desciende de sí misma) ha pedido perdón por los pecados que cometió al evangelizar (es decir, al sacar del pecado) a gran parte del continente.
Victimismo: utilización política de la historia que, al culpar a los males ajenos del pasado de los males propios del presente, excusa a las comunidades actuales de cualquier acción o responsabilidad [véase Leyenda negra para España o Herencia colonial para América Latina]. Lo dijo Harold Bloom: «La injusticia última de la injusticia histórica es que sus víctimas no precisan otra cosa que sentirse víctimas».