Maya Villalobo había pedido un permiso para celebrar en Sevilla el cumpleaños de su padre
El Ayuntamiento sevillano y familiares guardan este viernes cinco minutos de silencio por la muerte de la joven
Maya Villalobo, la joven hispano-israelí fallecida en el ataque de Hamás a Israel, tenía previsto celebrar en Sevilla el cumpleaños de su padre, Eduardo, y para ello había solicitado un permiso en el Ejército, donde estaba haciendo el servicio militar, según ha desvelado este viernes su tío, José María Villalobo.
José María y varias primas y tías de Maya se han unido este viernes a los cinco minutos de silencio que ha guardado todos los grupos de la corporación municipal en el Ayuntamiento de Sevilla, excepto el de Con Podemos-Izquierda Unida, a las puertas del consistorio hispalense y encabezado por el alcalde, José Luis Sanz (PP).
Los familiares de Maya, visiblemente afectados durante el acto de homenaje, no han querido hacer declaraciones a los periodistas salvo unas breves palabras arrancadas a uno de sus tíos, José María Villalobo, quien ha desvelado que la joven había solicitado el permiso correspondiente al ejército israelí para poder celebrar hoy en Sevilla el cumpleaños de su padre.
Emocionado, ha recordado que su sobrina «era una cría» y que ha sido una «inconsciencia mandarla a primera línea» cuando se trata de una joven que simplemente estaba haciendo el servicio militar, y ha señalado que hoy debería estar en Sevilla celebrando el cumpleaños de su padre y sin embargo va a ser enterrada en Israel.
Desde que se conoció la desaparición de Maya y hasta confirmarse su asesinato, la familia ha informado a los medios de comunicación a través de comunicados, el último de ellos ayer donde se explicó que su padre, profesor de la Universidad de Sevilla, iba a viajar a Israel para asistir a su funeral.
La familia agradeció las muestras de apoyo y solidaridad y deseaba contar «con la comprensión de la prensa en un momento tan íntimo», y donde se anunciaba que «más adelante» compartirán «un encuentro privado en honor a Maya».
«Sobre todo, queremos dar las gracias a Maya por cada día que hemos podido compartir con ella. No encontramos palabras para describir todo lo que nos ha dado. A unirnos a ella con gratitud vamos a dedicar intensamente los próximos días, porque Maya va siempre a estar viviendo en los corazones de sus padres, en los de todos nosotros», rezaba el último comunicado remitido por la familia.