Un informe demuestra que los andaluces son los que realizan un mayor esfuerzo fiscal
La Fundación Disenso, que preside Santiago Abascal, concluye que los madrileños hacen el menor «sacrificio»
Baleares es la región con la mayor presión fiscal de toda España (37,12%), seguida muy de cerca por Cantabria (36,07%) y Asturias (34,57%), mientras que Canarias (27,64%), Navarra (29,18%) y La Rioja (30,05%) son las autonomías en las que la recaudación supone un menor porcentaje del producto interior bruto (PIB). Así se desprende del informe ¿Cuántos impuestos pagan los españoles según su comunidad de residencia? que publica este jueves la Fundación Disenso, el think tank de Vox.
Este ha sido elaborado por José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada y uno de los mejores microsimuladores fiscales de España, y Santiago Álvarez, profesor Titular de Hacienda Pública en la Universidad de Oviedo. Ambos demuestran con datos que Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha son las regiones que realizan un mayor sacrificio fiscal —presión fiscal dividida entre el PIB per cápita—, mientras que País Vasco, Navarra y Madrid son las que menos.
El documento, eso sí, cuantifica los niveles de presión y sacrificio fiscal en 2019, ya que es el último año para el que se dispone de datos completos de recaudación tributaria. Esto significa que no se reflejaría el impacto de las nuevas políticas fiscales del Gobierno de Juanma Moreno Bonilla, que acaba de suprimir, entre otras medidas, el Impuesto sobre el Patrimonio, siguiendo el ejemplo de la Comunidad de Madrid, que es la región que mejor parada sale de este estudio.
«Las cifras obtenidas confirman que Aragón, La Rioja, Navarra y Canarias son las jurisdicciones que soportan una menor presión fiscal, ranking que es alterado por la aplicación del Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales, que hace que las Comunidades con menor presión fiscal pasen a ser Canarias, Extremadura, La Rioja y Galicia. En términos de sacrificio fiscal, las comunidades que realizan un menor esfuerzo fiscal son, en orden decreciente, Madrid, Canarias, País Vasco y Navarra», aseveran los autores del informe publicado por la fundación que dirige Jorge Martín Frías.
Este estudio de la carga fiscal soportada por los contribuyentes españoles en función de su región supone un ejercicio novedoso, ya que, «las dificultades metodológicas existentes para imputar regionalmente la recaudación obtenida por los impuestos estatales, explican que los trabajos sobre esta cuestión se hayan centrado en la realización de comparaciones internacionales, obviando las diferencias que se producen a nivel doméstico». Por ello, el valor principal de este estudio consiste en el cálculo regionalizado de los principales indicadores de carga fiscal agregada: presión fiscal, sacrificio fiscal y presión fiscal ajustada a sacrificio.
La metodología ha consistido en que a partir de la imputación territorial de la recaudación tributaria obtenida por los distintos niveles de gobierno -Estado, gobiernos autonómicos, haciendas municipales e ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social- se ha computado la carga fiscal total y se ha analizado la forma en que se distribuye la carga fiscal en función del nivel de gobierno que recauda los distintos tributos. Finalmente, se ha cuantificado la variación en los niveles de presión y sacrificio fiscal provocados por el FGSPF, principal mecanismo de nivelación de recursos del sistema de financiación de las comunidades de régimen común.
Diferencia en presión fiscal
Los resultados evidencian «las importantes diferencias, de más de 10 puntos, en la presión fiscal soportada por los contribuyentes españoles en función de su comunidad de residencia». Estas diferencias se trasladan también al cómputo del sacrifico fiscal, a la vez que se constatan reordenaciones significativas en la carga fiscal autonómica, mostrando que «una presión fiscal elevada no implica necesariamente que los contribuyentes soporten un alto sacrificio, ni viceversa». En el caso de las comunidades de régimen común también se encuentran diferencias significativas entre la carga fiscal estatal y la autonómica cuando se computan de forma desagregada. Finalmente, al analizar los efectos del FGSPF, se encuentra una alteración efectiva en la distribución de la carga fiscal entre comunidades, especialmente en lo que se refiere a los niveles de presión fiscal, lo que confirma su función niveladora.
«Las diferencias en la carga fiscal regional que se han constatado en este estudio se explican no sólo por las diferencias interterritoriales de capacidad tributaria, sino también por las políticas fiscales implementadas por CCAA y municipios y por el diferencial en la eficacia recaudatoria de las bases liquidables de cada jurisdicción fiscal. Ejemplo paradigmático lo constituye la Comunidad de Madrid, cuya presión fiscal total se sitúa en niveles intermedios a pesar de que sus tipos impositivos regionales son los más bajos del país, circunstancia que hace que el sacrificio fiscal de los madrileños sea de los más reducidos de España», zanja el informe.