Cataluña ha perdido dos tercios de su inversión extranjera desde el referéndum de Puigdemont
Madrid ha captado casi seis de cada diez euros. La Comunidad Valenciana ya ocupa el segundo lugar en el ‘ranking’
La inversión extranjera en Cataluña, pese a los esfuerzos e incentivos de la Generalitat para atraer empresas y proyectos y la ayuda ofrecida a compañías ya consolidadas, ha registrado en los nueve primeros meses de 2023 los peores datos desde la pandemia. Además, los poco más de 2.000 millones de inversión hasta octubre suponen un 68% menos que en el mismo periodo de 2016, año anterior al referéndum ilegal del 1-O.
La apuesta soberanista y la consulta impulsada por el expresidente del Gobierno catalán Carlos Puigdemont han contribuido al desinterés de las firmas extranjeras. Cataluña ha perdido dos tercios de la inversión. Mientras, la media nacional se ha mantenido prácticamente inalterable en un contexto mundial complejo en el que la covid y las restricciones y la invasión de Ucrania han sido protagonistas. A finales de 2016 ya se pudo empezar a constatar la fuga de empresas de Cataluña y desinversión foránea debido al proceso soberanista que acabaría en una consulta de independencia ilegal.
Los datos que facilita la Secretaría de Estado de Comercio analizados por THE OBJECTIVE muestran que, durante los primeros nueves meses de 2016, el capital extranjero llegado a la región rondó los 6.500 millones. Esto supone 4.400 millones más que la inversión registrada en el mismo periodo de 2023 —último dato disponible—.
Cataluña se descuelga
Hay que tener en cuenta que 2016 fue un año excepcional para Cataluña. El ejercicio fue el mejor desde el inicio del registro en el año 1993. Si comparamos los primeros nueve meses de 2017 —previos al referéndum— con los tres primeros trimestres de 2023, el descenso es de 340 millones de euros. Los flujos inversores son muy volátiles y las decisiones de inversión no se materializan de inmediato, pero es evidente que Cataluña está siendo especialmente penalizada.
La estadística del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo muestra que el capital foráneo llegado a España entre enero y octubre de 2016 alcanzó los 18.328 millones. En ese periodo, uno de cada tres euros acabaron en Cataluña. Mientras, durante los primeros nueve meses del año pasado la inversión fue prácticamente fue idéntica, pero en este caso la región solo captó uno de cada diez euros del total.
El 56% del capital foráneo ya lo recibe la Comunidad de Madrid. Esta comunidad cuenta con la ventaja de acoger buena parte de las sedes de las multinacionales, aunque ha logrado asentar su protagonismo tras el descuelgue de Cataluña. La Comunidad Valenciana ha conseguido además adelantar a Cataluña como foco de la inversión.
Parón de la inversión
La incertidumbre política y económica y la inseguridad jurídica han frenado de forma importante la inversión extranjera en España. Esta descendió algo más de un 23% en los primeros nueve meses de 2023 en comparación al mismo periodo del año anterior y alcanzó los 18.303 millones. La cifra registrada en el mismo periodo de 2022 fue de 23.874 millones de euros.
El sector que más inversión extranjera acaparó en los primeros nueve meses del año fue el de extracción de crudo de petróleo y gas natural. En total captó 3.400 millones de euros. Le siguen las inversiones en actividades sanitarias, con 1.814 millones; y telecomunicaciones, con 1.762 millones. En cuanto al país —inmediato— origen de la inversión, destaca Luxemburgo, con 8.149 millones. Le siguen Alemania, con 2.008 millones, Países Bajos (1.732 millones), Francia (1.362 millones) y Reino Unido (1.277 millones).
Vuelta de empresas a Cataluña
Dentro de las negociaciones del PSOE con los partidos nacionalistas catalanes se han planteado opciones para facilitar el regreso de grandes empresas en Cataluña. El hecho de que los socialistas dependan de Junts, y también de ERC, ha forzado algunas concesiones. Pese a todo, el PSOE, de momento, no está dispuesto a castigar a las empresas con actividad en la región que no tengan previsto asentarse en Cataluña.
Patxi López, portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, aseguraba hace unos días que desde su formación defienden «facilitar» que las empresas vuelvan a Cataluña. Además, abogan por el cumplimiento de la Ley de Sociedades de Capital —con hincapié en el artículo 9— y «garantizar» la seguridad jurídica. Aseguran que esas son las bases de su diálogo con Junts. En concreto, el artículo 9 señala que las empresas cuyo principal establecimiento o explotación radique dentro del territorio español deberán tener su domicilio en España.
En este contexto, las grandes empresas no están dispuestas a quedarse paradas. Las principales compañías están preparadas para afrontar una batalla judicial si finalmente el Gobierno termina forzando su vuelta a Cataluña. Junts ha pedido públicamente que las compañías que se marcharon en 2017 por los efectos del procés fuesen sancionadas si no acceden a volver. Esa fue una de las demandas de los nacionalistas para aprobar los tres decretos ómnibus. Finalmente, se abstuvieron.