Récord de permisos de trabajo a extranjeros por el auge de marroquíes y colombianos
Las contrataciones desde Cataluña y Madrid suponen el 40% del total. El sector servicios copa las autorizaciones
Los permisos de trabajo concedidos a extranjeros alcanzaron en los primeros nueve meses del año los 159.640. Es el mayor número de autorizaciones desde 2012 y supone un 18,3% más que las registradas en el mismo periodo de 2022. Ese año se dispararon los permisos y se incrementaron un 46% con respecto a 2021. Además, se logró la mayor cifra en diez años según los datos que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Sin embargo, las importantes cifras registradas en los tres primeros trimestres del año pasado y en 2022 quedan muy lejos de las de 2008. Ese ejercicio, en el que las autorizaciones superaron las 910.ooo, marca el inicio de la gran recesión económica. Desde ese momento la caída de las autorizaciones es casi constante hasta el repunte actual.
Los datos analizados por THE OBJECTIVE muestran que marroquíes, colombianos y hondureños son los principales beneficiarios de las solicitudes. Suman 62.500 y representan cuatro de cada diez del total. Uno de cada cuatro permisos son para trabajar en el servicio doméstico y más de la mitad de las autorizaciones se dan para un empleo en el sector servicios. Mientras, los empresarios radicados en Cataluña y Madrid son responsables del 42% de las concesiones. El porcentaje de hombres supera ligeramente al de mujeres y la mayoría de los trabajadores encuentran un empleo por cuenta ajena.
Autorizaciones de trabajo a extranjeros
La llegada de extranjeros con permisos de trabajo legales sirve para reactivar el mercado laboral. Sin embargo, buena parte de las ocupaciones que se ofrecen son en sectores con bajos salarios y son trabajos poco cualificados. Muchos de estos empleos no son cubiertos por nacionales españoles en agricultura, hostelería o servicio doméstico. En cualquier caso, 13.000 permisos a extranjeros eran para cubrir puestos de directores y gerentes y técnicos, profesionales e intelectuales.
La estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social muestra también que más de cuatro de cada diez -37,5%- de estas autorizaciones fueron por arraigo laboral. El arraigo laboral es un permiso de residencia por circunstancias excepcionales. Esta autorización permiten trabajar a los extranjeros que acrediten la permanencia continuada en España durante al menos dos años antes de la solicitud. El peticionario debe carecer de antecedentes penales en los últimos cinco años. Además, debe demostrar la existencia de relaciones laborales, con contrato o no, cuya duración sea superior a seis meses.
Permisos, pensiones y mercado laboral
El ejercicio 2022 ya había sido relevante en cuanto permisos laborales, pero 2023 va camino de alcanzar la mayor cifra en la década. La entrada regulada de inmigración será clave para salvar las pensiones del baby boom. La entrada masiva de migrantes con ofertas laborales durante las próximas tres décadas será determinantes para salvar el sistema de pensiones público español. El envejecimiento de la población hará necesario trabajar más años, incentivar el trabajo de calidad entre las mujeres y abrir la puerta a la inmigración.
España deberá acoger 330.000 trabajadores extranjeros cada año. Es la cifra que maneja en sus previsiones la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y que será clave para sustentar el sistema de pensiones. La entrada de extranjeros durante el boom económico contribuyó al rejuvenecimiento de la población, al crecimiento económico y al impulso y transformación del mercado laboral. La recesión provocó una caída abrupta de las entradas, que se empezaron a recuperar a partir de 2016 y muy intensamente en 2019, pero que se frenaron nuevamente durante la pandemia.
Trámites para la solicitud
Las autorizaciones de residencia temporal y trabajo por cuenta ajena son solicitadas por empleadores o empresarios para la contratación de un trabajador por un periodo superior a 90 días e inferior a cinco años. Entre los requisitos está no ser ciudadano de la Unión Europea, no encontrarse irregularmente en territorio español y carecer de antecedentes penales.
El empresario debe presentar un contrato firmado por él y por el trabajador que garantice a éste una actividad continuada durante el periodo de vigencia de la autorización para residir y trabajar. Las condiciones fijadas en el contrato de trabajo se deberán ajustar a las establecidas por la normativa vigente. Si el contrato fuera a tiempo parcial, la retribución deberá ser igual o superior al salario mínimo interprofesional para jornada completa y en cómputo anual. Además, el empleador deberá contar con medios económicos, materiales o personales suficientes para su proyecto empresarial y para hacer frente a las obligaciones asumidas en el contrato frente al trabajador.