Denuncian que Pablo Iglesias ha robado imágenes de comida para la carta de su bar

Puede ser un lugar común decir que los comunistas no se llevan muy bien con la propiedad privada, pero el caso es que el ex vicepresidente segundo del Gobierno y fundador de Podemos, Pablo Iglesias, no ayuda. El activista de extrema izquierda habría robado imágenes de internet para configurar la carta de la Taberna Garibaldi, abierta este mismo martes. Así lo ha destapado el chef Jesús, con veinte años de experiencia en la hostelería, en redes sociales.

En un mensaje publicado en X -antes Twitter- que ya cuenta con centenares de miles de reproducciones, el cocinero ha asegurado que «nunca he trabajado en un restaurante que lo haga», en referencia a robar imágenes de otros bares. «Que un negocio de restauración haga eso sólo tiene una respuesta, se avergüenzan de lo que realmente sirven», ha elucubrado Jesús.

Tal y como demuestra el chef en su publicación, Pablo Iglesias se habría apropiado de imágenes ajenas para ilustrar su carta, ya disponible para consulta en su página web. Ni la insalata Garibaldi, ni la brigada Garibaldi (carrilleras), ni la tosta, ni el spaghetti ai funghi son de su cosecha. Pero tampoco las imágenes que supuestamente deberían ilustrar cómo es el local por dentro.

La chanza está servida. Los usuarios han respondido con humor a la publicación, subrayando que «no solo roban las fotos, sino que la propia ensalada es un robo» por costar once euros, o que esta es la «socialización de los derechos de autor que propone Garibaldi Iglesias». «Pablo Iglesias empieza su negocio de hostelería como acabó su trayectoria política: engañando», zanja otro.

La taberna Garibaldi no ha comenzado con el mejor pie. El local, situado en el barrio de Lavapiés en Madrid aproximadamente a nueve minutos caminando desde la Puerta del Sol, cerca del Real Casa de Correos de Isabel Díaz Ayuso o del Congreso de los Diputados, fue vandalizado el día antes de su apertura, cuando un grupo de anarquistas pintó la fachada exigiendo «la retirada inmediata del cóctel Durruti Dry Martini o el proletariado anarquista pasará a la acción».