Giro en el caso Barbate: un nuevo vídeo pone en duda que los detenidos sean los asesinos
Los seis investigados por los dos asesinatos aseguran que grabaron con un móvil el suceso desde otra lancha
El momento en que la narcolancha embiste a la Guardia Civil. | TO
Un vídeo podría dar un giro de 180 grados al caso de los dos guardias civiles presuntamente asesinados en el recinto portuario de Barbate (Cádiz) tras ser embestidos por una narcolancha. Se trata de una filmación telefónica que ha sido aportada por uno de los investigados a la causa que instruye el Juzgado de Instancia número 1 de Barbate y que situaría tanto al principal implicado, Francisco M.P., más conocido como Kiko El Cabra y quien tripulaba supuestamente la embarcación, como al resto, todos ellos en prisión provisional, (José Israel A.B., Mustafá C., José Jairo P. G, José Antonio G.C. y David G.N.) en otra neumática distinta a la que embistió a los agentes.
Hasta ahora, las pesquisas de la Guardia Civil, basadas en distintos testimonios, cámaras del puerto marítimo e imágenes recogidas por sistemas de detección aéreos, atestiguan que los seis iban a bordo de la narcolancha de cuatro motores que impactó en varias ocasiones contra la zódiac oficial, y que horas después fue interceptada en la playa de La Hacienda, en La Línea de la Concepción. Sin embargo, las declaraciones de los detenidos el pasado 12 de febrero en sede judicial, incorporadas al sumario, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, difieren sustancialmente de la versión mantenida por el Instituto Armado.
Los supuestos implicados en el asesinato de los funcionarios policiales negaron su implicación en los hechos y defendieron que, tras advertir el barco de la Guardia Civil, se resguardaron en la «boca de salida» del puerto y, desde allí, a «unos 600 metros de distancia», vieron cómo la otra embarcación, de «cuatro motores y una antena», «daba vueltas a su alrededor» y, finalmente, «la partía en dos». Una coartada que han apuntalado con el vídeo en cuestión y que, según ha podido confirmar este periódico por fuentes judiciales, está siendo analizado por los investigadores del caso, que tratar de geolocalizar la grabación.
Fuentes judiciales consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que la causa está abocada al archivo. Y es que, al parecer, la instructora sopesa que los agentes se pudieron en equivocar en las detenciones practicadas durante de la mañana del 10 de febrero. Estas mismas fuentes manifiestan que, posiblemente, se detuvo a los miembros de otra lancha de cuatro motores que presenció la escena durante la embestida a los guardias civiles, pero que no son los autores del delito.
El vídeo: «¡Vaya porrazo les han dado…!»
La filmación, según relató Francisco P. M., alias El Cabra, ante la jueza instructora, fue grabado por José Jairo P. G. y revela audios de los presuntos implicados, sorprendidos ante el ataque a la Guardia Civil por parte de otra narcolancha: «¡Mira Kiko, no veas el porrazo les han dado a los hijos de puta!». Al mismo tiempo, Mustafá C. también aseguró que tenía un vídeo «de 40 segundos donde se veía todo» y que mandó a un familiar poco después de que otra narcolancha embistiese a los guardias civiles.
Una embarcación sobre la que este último también dio más datos. Según su versión, la «goma» era propiedad de «un marroquí de nombre Karim que vivía en el reino alauí», y en ella iban cuatro personas, «dos de nacionalidad española y otras dos en situación irregular». Asimismo, señaló que mientras ellos, es decir, los detenidos, tenían la narcolancha en una zona cercana a «la boya roja», la otra, que perpetró el ataque, estaba en otra ubicación «cercana a una boya verde». «Es la que mató a esa gente», insistió Mustafá C. en su declaración como imputado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate.
Un problema mecánico
Tres de los investigados, Francisco M.P, José Israel A.B. y Mustafá C., siempre según su versión, decidieron ir al puerto de Barbate por el temporal, pero también por «un error en la dirección» y otra serie de averías en la narcolancha. Motivo por el que, una vez allí, sobre el mediodía del pasado 9 de febrero, habrían llamado a los otros tres investigados, José Jairo P. G, José Antonio G.C. y David G.N. para reparar el problema, que tardaron en solucionar entre «dos y cinco horas», han declarado.
De este modo, relataron ante la instructora, los supuestos mecánicos, que todavía estaban en la narcolancha cuando se produjo el ataque a la Guardia Civil, se vieron obligados a quedarse en su interior. De hecho, uno de ellos fue el que filmó supuestamente los hechos en el vídeo que ahora analizan los investigadores. «Los chavales no podían irse porque sabíamos que todo eso era ilegal. Nosotros acudimos cuando nos llamo ‘el Kiko’ porque solemos apañarnos entre nosotros para arreglar estas cosas», han señalado los investigados. «Asustados», decidieron refugiarse casi en la salida del puerto y posteriormente salir del recinto portuario.
Sobre por qué desembarcaron, tras la huida del puerto, a tres de los implicados en Sotogrande sobre las 00.45 horas del día 10 de febrero, y posteriormente se fueron con la embarcación mar adentro, José Israel A.B. relató que fueron «ellos —los supuestos mecánicos— quienes se lo pidieron porque no tenían nada que ver». Asimismo, manifestó que ellos «tenían ordenes de custodiar la narcolancha durante toda la noche», por lo que tuvieron que marcharse. Sin embargo, «el temporal y un error en los motores» les llevaron a ir a tierra y embarrancar la neumática en la Playa de La Hacienda, en la Línea de la Concepción, donde fueron finalmente detenidos.
