THE OBJECTIVE
El purgatorio

Cruz Morcillo: «Ya no hay yonkis en nuestros barrios, pero hay más droga que nunca»

La veterana periodista de crónica negra presenta en El purgatorio su nuevo libro: ‘Ferrándiz, el matamujeres’

Cruz Morcillo hace pausas largas antes de soltar una palabra. Como si la vida, lo que ha visto, contado, experimentando en sus carnes de periodista de sucesos, le hiciera templar, parar y no correr demasiado. Si de normal, un cronista debe medir los términos, cuando detrás hay violaciones, muertes, desaparecidos, las palabras deben ir con plomo, aseguradas en cada uno de los momentos. Morcillo, sobresaliente en su labor, acaba de publicar Ferrándiz, el matamujeres, un relato sobre un asesino en serie de mujeres en la España de los 90.

PREGUNTA.- Si no es por un documental, es por un libro, una serie, un podcast, un reportaje o un programa de televisión, pero siempre aparece la crónica negra. ¿Estamos en la época dorada de los sucesos?

RESPUESTA.- Una de ellas, sí, porque está en todas partes, suscita un interés, creo que más que nunca. Y tiene muchísima audiencia en todos los formatos en los que se hace funciona. Desde la época del franquismo, donde por razones obvias funcionaban porque no había mucho más que contar, ahora mismo estamos en una época dorada, sin duda. 

P.- ¿Por qué?, ¿qué teclas toca el true crime?, ¿qué sentimientos o emociones provoca para que siempre enganche y triunfe tanto?

R.- Es que toca todo, Carlos. Piensa que cualquiera podemos vernos en esa situación, en esa tesitura, en las cosas que se cuentan. La gente cree que los asesinos vienen de otra galaxia, pero no, los asesinos viven entre nosotros y los ladrones, los violadores y los corruptos. Entonces nosotros, los que nos dedicamos a los sucesos, contamos esas historias y la gente se siente identificada. Esto pasa desde Roma, desde el circo romano, lo que más atraía la atención de la gente eran las peleas de gladiadores y ver la sangre. La sangre vende, el morbo vende, aunque a mí no me gusta el morbo y al final cualquiera se siente concernido. A cualquiera le pueden robar por la calle, a cualquiera puede salir su hijo y que le hagan algo, que le pase algo. Esa es un poco la clave. 

P.- No sé si a veces tenemos una relación un tanto frívola con los crímenes. Por esto de consumir información, casi devorarla y no pensar demasiado en las víctimas, por ejemplo. 

R.- Un poco sí. Hay un punto siempre de frivolidad que tiene que ver mucho con la atracción de los malos, con la atracción que nos generan los malos. A mí me atraen más los buenos que los malos y me importan muchísimo más, infinitamente más las víctimas que los malos. Pero sí que creo que tienes razón en ese planteamiento de que un poco dejamos de lado a las víctimas y como si el hecho de que lleven la etiqueta de víctimas ya las despersonalizara de alguna manera. Un poco sí que creo que eso.

P.- Hace no mucho la madre de Gabriel Cruz, Patricia Ramírez, la madre del niño asesinado por Ana Julia Quezada, denunció la puesta en marcha de un documental sobre el caso y pidió frenar la producción de ese documental. ¿Qué líneas rojas hay en el true crime?, ¿si una madre pide que se frene un documental, se debería frenar? Aunque sabemos que hay libertad para llevarlo a cabo y hacerlo.

R.- Es un tema bastante complejo. Yo como periodista y dedicándome a esto, pero aunque no me dedicara, la libertad de información y el derecho a la información y la libertad de expresión debe primar. Ahora bien, hay formas y formas de hacer las cosas. Es decir, si una madre está pidiendo a los responsables de hacer esto que no lo hagan, hay que ponerse en su tesitura. A mí me ofrecieron en su día escribir un libro sobre este caso y decliné hacerlo precisamente porque yo conocí a Patricia en el juicio de su hijo y antes le habíamos seguido todo y sabía cuál era su postura.

Ella, a diferencia de otros padres, cualquier producto que se haga en torno a la muerte de su hijo no solo la incómoda, sino que la violenta muchísimo y le lleva incluso a manifestarse, a pedir amparo. ¿Tenemos los demás derecho a hacerlo? Ahí está la clave. A ver, esa información es pública y libre, la línea roja está en cómo se haga. Ella dijo una cosa que yo no comparto en absoluto, y creo que se excede, dicho esto con todo el respeto y obviamente me pongo en su papel, aunque no te puedas poner.

Ella dijo que si se hacía esa serie, se tenía que ir de España, ¿Por qué? Porque el juicio se contó, el juicio se retransmitió en parte, el caso se contó. ¿Por qué se tiene que ir de España? Su dolor es su dolor y solo lo gestiona ella. Pero yo no entiendo que montemos un casus belli porque se vaya a hacer un documental.

Es más inteligente hablar con la gente que va a hacer eso para que no se traspasen líneas rojas y sobre todo para que el delincuente, que eso sí me preocupa, en este caso la asesina, quede de alguna manera como una heroína, que eso es lo que hacen algunas series. Y en eso sí que estoy totalmente en contra. Es decir, le revisten de una de unas características que casi se convierten en los héroes. A mí eso me repatea bastante. Pero dicho esto, yo creo que el derecho a la información por una parte, y la libertad de expresión por otra, y la libertad artística tiene que estar ahí, porque si no, ¿qué hacemos? ¿Censuramos todos los crímenes?, ¿O preguntamos de cada caso si lo podemos contar o no y cómo lo podemos contar? Eso acabaría de un modo muy peligroso.

Lo que ocurre es que esta señora Patricia genera muchísima empatía, como no puede ser de otra manera, es la madre de un niño al que mataron en unas condiciones horribles, le estuvieron buscando mucho tiempo y obviamente la gente se siente concernida. Luego la otra parte, cuando hay quienes dicen «son los carroñeros que vienen a sacar la carroña», pero señores, no sean hipócritas, que ustedes lo ven, lo leen, lo siguen y lo consumen. Así que déjense de hipocresía. 

P.- ¿Sería inmoral para usted el hecho de entrevistar a Ana Julia Quezada? La asesina del pequeño, a la que parece que tienen intención de entrevistar los encargados del documental.

R.- Pero no la van a dejar. Han participado otros, ojo, no nos olvidemos, y esto en otros países se hace con la mayor naturalidad. Aquí no lo tenemos nada interiorizado por varios motivos. Antes se entrevistaba a los asesinos, luego se le dejó de entrevistar. Te pongo el ejemplo de mi anterior libro cuando fui a ver al asesino, ¿Por qué? Porque era un enfermo psiquiátrico esquizofrénico y le habían condenado. Y entrevistarlo es un decir, porque no pude tomar nota ni pude nada, fui a verlo a la cárcel y yo quería saber si realmente estaba tan loco como ponían los papeles o se lo hacía, esa era mi motivación.

La motivación de las personas que quieren entrevistar a Ana Julia, no lo sé. Su abogado lo que ha dicho es que si ella participa y se hace ese documental se puede resarcir la responsabilidad civil. No le han pagado nada a estos padres por la muerte de su hijo. A mí en general, en general, no soy partidaria de entrevistar asesinos porque creo que el que se luce es el periodista, que es para lucimiento del periodista. Pero por otra parte, insisto, si tiene algo que aportar, sí tiene algo que decir, ¿por qué no?

P.- ¿Todos los crímenes tienen explicación? 

R.- La buscamos, pero no siempre se encuentra. En Derecho se dice que no hace falta un móvil para condenar, no hace falta saber el móvil para condenar a alguien, y eso es cierto. Pero si no hay móvil, el caso se queda enquistado. La gente busca teorías alternativas, surgen teorías de la conspiración por todas partes. A mí, como periodista y por mi tranquilidad, me gusta saber cuál es el móvil, pero a veces yo creo que no nos quedamos ni a las puertas de saberlo. 

«En las entrevistas a asesinos el que se luce es el periodista»

P.- ¿Y todos los criminales merecen un perdón?

R.- Esta pregunta es muy complicada, Carlos. Antes creía que la gente no era mala por naturaleza, ahora creo que hay malos que no tienen ninguna cabida en la sociedad. Después de tantos años y de haber visto tantas cosas y de leer tanto sumario y de hablar con tanta gente, hay personas que no, que quizá no merecen un perdón. Dicho esto, yo creo en la rehabilitación, porque si no creyera en la rehabilitación no podría entender que la sociedad siga adelante.

Pero hay gente que difícilmente puede ser perdonada. Se me vienen a la cabeza un montón de casos que yo creo que las tiene cualquiera en mente, ¿merece ser perdonado alguien que mata a un niño merece ser perdonado?, ¿Alguien que viola a una mujer y luego la estrangula y luego la tira un pozo?, ¿Merece ser perdonado a alguien que mata a cinco mujeres o a cinco hombres? Ahí hay una reiteración.

Otra cosa es que estemos hablando de un homicidio, donde por circunstancia yo creo que todos podemos matar. Cuando oigo por ahí esa filfa de «yo nunca mataría a nadie porque soy incapaz de matar una mosca», y siempre hago la misma pregunta ¿Y si estás con tu hijo y le están poniendo una pistola en la cabeza y tú tienes otra pistola, o un cuchillo, o un palo o una pala, me da igual? Y entonces la única opción para que no maten a tu hijo es que le mates tú, ¿seguro que no ibas a matar? Yo sí.

La periodista Cruz Morcillo durante la entrevista en El purgatorio – Foto: Carmen Suárez

P.- Me parece interesante que su oficio le haya hecho pensar peor de la condición humana.

R.- Sin duda, no en general. Pero sí que hay muchos más malos de los que yo creía, y sí que hay gente que es mala de verdad. Es decir, que le da igual, porque es tan sencillo como despreciar al otro. Si el otro te importa un bledo, lo que le hagas al otro te importa un bledo y por tanto le puede hacer todo. Tienes la puerta abierta para hacerle lo que sea. Y claro que hay gente mala, es que vivimos en una cultura del buenismo a veces donde «no es que le pasaba tal» Ojo, que no estoy hablando de personas que tienen patología, no, estoy hablando de maldad en esencia, que la gente cree que eso no existe.

Alguna gente sostiene que eso no existe, que es por tu circunstancia. Vale, te han molido a palos de chico en tu casa, no has tenido para comer, te has tenido que buscar la vida, te has enganchado la droga, has entrado en la cárcel…Pero hay otra gente que ha pasado por eso y no mata. Quiero decir, no es una ecuación, ni una regla de tres ni nada por el estilo. Hay gente que su esencia es malvada y punto, y hay que asumirlo. Y esa gente merece una consideración distinta a otra gente que, por circunstancias de la vida, hace lo que acabamos de contar.  

P.- Cruz Morcillo, experimentada periodista de la crónica negra patria, tiene nuevo libro, Ferrándiz, el matamujeres. Un libro de true crimen sobre este hombre llamado Joaquín Ferrándiz, nacido en la provincia de Castellón, quien entre 1995 y 1996 mata, estrangula, tira a un pozo, una charca, en mitad de un bosque a cinco mujeres. Y sigue con su vida. Acabó cumpliendo tan solo cinco años de prisión por cada mujer asesinada y desde julio del 2023 está en libertad. Sigue siendo un hombre joven, tan solo 61 años de edad. ¿Por qué eligió a Ferrándiz?

R.- Yo ya había dicho que no escribiría más true crime, pensé en hacer una novela y Marta Robles, la autora de la colección, me disuadió, me comentó que con una historia tan potente, tenía que hacer un true crime. ¿Por qué? Pues mira, en 1998 le detienen, llevaban tres años detrás de él y no se sabía quién era. De hecho, hubo otro hombre encarcelado que era inocente. Entonces, en el 98 yo llevaba muy poquito en ABC y la UCO dio una de su primera rueda de prensa contando quién era este individuo, lo que había hecho, cómo llevaba su vida normal, vivía con su madre, trabajaba en una empresa de seguros. Y yo creía que eso era una cosa de las series americanas, piensa que llevaba en ABC, en el departamento de sucesos tan solo 11 meses de becaria y entonces me suscitó muchísima curiosidad.

Curiosidad por saber quién era este personaje. Me suscitó también mucha curiosidad la propia UCO, que no era lo que sabemos ahora, llevaban tres o cuatro años, eran unos desconocidos. Eran básicamente gente de homicidios muy veterana, y todo eso para mí se convirtió en algo muy atractivo. Y luego, bueno, le condenaron, yo no seguí el juicio, fue en Castellón y luego me enteré, pasados muchísimos años, tal vez 15 o más, que le habían entrevistado para un trabajo académico en la cárcel, varios criminólogos, entre ellos el fallecido Paco Pérez Abellán. Una entrevista buscando el cómo se puede rehabilitar a algunos tipos de asesinos como él, que es un asesino en serie, así está considerado, un psicópata y un matador de mujeres, porque todas sus víctimas eran mujeres. Nunca jamás atacó a ningún hombre.

Todos esos ingredientes me parecía que tenían todo el interés. Y además fue la primera vez en España que como tal se utilizó un perfil criminológico para dar con él. Para conseguir meterlo en prisión y que confiese. Y esto me parecía también sumamente interesante, porque eran métodos que el FBI llevaba poniendo en práctica mucho tiempo, y sin embargo aquí no se hacían.

Sumado al hecho de que fuera a salir de prisión a los 25 años, porque cuando se le condena ni había cambiado el Código Penal, se le condena con el del 95, ni había prisión permanente revisable, ni se habían endurecido las penas como se endurecieron posteriormente. Yo pensé «ostras, este tío va a salir con 60 años, si no se ha rehabilitado, cosa que dudo mucho porque un psicópata no tiene ningún problema físico, puede hacer lo mismo y no tenemos como sociedad ninguna herramienta, aplicando en esencia la ley, para poder controlar a este individuo». Y todos esos fueron los ingredientes que me llevaron a escribir este libro.

P.- ¿Dónde está Ferrándiz, actualmente?

R.- Nadie lo sabe. Si acaso su abogada que no lo dice. Yo he hablado con guardias civiles y nadie sabe nada. Él cuando sale de prisión en julio del año pasado, le están esperando compañeros periodistas y le preguntan sobre qué va a hacer. Y él dice que nunca más va a ir a Castellón, de momento tiene prohibido acercarse a Castellón, pero solo unos años, tan solo cinco años. Él dijo que se iba a ir fuera de España, no lo sabemos.

Creo que su abogada si sabe dónde está, por supuesto, lo sabrá su familia, conmigo no han querido hablar. Y no sé qué es peor que esté en España o fuera, y te voy a decir por qué. Hablaba con un guardia civil de los aparecen en el libro, de aquellos que lo persiguieron, pues hemos hablado 25 años después y lo tienen absolutamente fresco todo. Y uno de esos hombres me decía «mira Cruz, sí está aquí y hace algo nos enteraremos o podremos encauzar si hay sospecha de que pueda estar detrás, porque le conocemos bien. Pero, ¿y si se va a África, a Sudamérica, donde nadie le conoce, nadie sabe quién es y nadie sabe lo que ha hecho?» Y me dejó con muy mal sabor de boca.

P.- Un tipo que nunca pidió perdón por lo que había hecho.

R.- Él dijo en la cárcel que era innecesario, que si supiera que valía para algo, para reconfortar a la familia, lo habría hecho. Es que en el juicio no abrió la boca, solo confesó durante la instrucción, lo contó. Pero en durante el juicio nunca dijo nada.

P.- ¿Cómo ha cambiado en este viaje de 25 años para los medios, para la judicatura, para la policía, el tratamiento sobre las agresiones sexuales hacia las mujeres?

R.- Absolutamente todo. En el libro se cuenta que tres de las víctimas son prostitutas, no se les hace ni caso, se investiga, pero se investiga de aquella manera. Ahora el tratamiento suele ser igual, pero dependiendo de la víctima, a ojos de la sociedad a veces no parece igual. Esta es más una cuestión de la gente de arriba que de los propios investigadores.

Pero sí que ha cambiado el tratamiento hacia la mujer, hacia las agresiones a mujeres. Hay cosas muy interesantes y es que ya ahí en el 98 se empezaba a hablar un poquito de violencia doméstica, de qué pasa con las mujeres, y eso que estábamos en los albores. Ahora mismo, gracias a todo, probablemente hay una mayor conciencia social. Y hombre, yo creo que un asesino como él en esta época no habría estado tres años paseándose libremente. Sinceramente lo creo.

«Vincular inmigración y delincuencia es propagar un bulo»

P.- Me parece interesante también el cómo a Cruz Morcillo le apasionan los perfiles psicológicos. No solamente en cómo lo hacen, en cómo asesinan, sino en intentar introducirse, en una misión un tanto imposible, el intentar penetrar en la mente del psicópata. ¿Se puede penetrar en la mente de Ferrándiz?

R.- Hay una cosa absolutamente asombrosa, pero que pasa mucho, y es que los informes psicológicos y psiquiátricos llegan a conclusiones completamente opuestas. Unos dicen que es un psicópata y que no le pasa nada, y otros dicen que no es un psicópata. ¿Qué diferencia hay? Pues para mí la diferencia es si se puede rehabilitar o no, por eso me interesa tanto en este y en todo lo que escribo. Me interesa mucho, uno, para intentar comprender por qué el mal existe y se ejercita. Y dos, para intentar saber si de alguna manera eso se puede prevenir.

Es decir, si tú detectas un comportamiento psicopático en alguien, que hay muchísimos y no son asesinos, ¿eso se puede prevenir de alguna manera?, ¿se habrían podido evitar las muertes si a este individuo, cuando viola a la primera mujer, en lugar de protegerlo, su familia lo hubieran tratado de otra manera? No lo sabemos, es una incógnita, pero merece la pena explorar ese territorio. Aunque es verdad que sabemos, todos somos conscientes que de lo que menos conocemos es de la mente humana y mucho menos de la mente humana de un asesino.

La periodista Cruz Morcillo durante la entrevista en El purgatorio – Foto: Carmen Suárez

P.- Se ha publicado hace poco que el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó en un 12% en el 2023. Y aún mayor es el repunte de menores víctimas de violencia de género que aumentaron un 32% sólo entre 2022 y 2023. Y no he escuchado, al menos yo, ninguna reflexión por parte de las autoridades políticas sobre qué se está haciendo mal, porque es evidente que algo se debe estar haciendo mal para que haya estos datos. No sé si ha escuchado algo. 

R.- No, pero yo te hago un análisis muy rápido que además llevo haciendo varios años y te voy a explicar porque creo que hay un repunte de la cultura machista clarísimo y sobre todo la gente más joven. Quizá tiene que ver con la polarización en general, hay una o varias generaciones que se sienten agredidos o atacados por las medidas que se han puesto en marcha en favor de las mujeres. Está extendido el «es que ya los tíos no nos podemos acercar a una tía» Lo cual es falso, es verdad que hay mujeres que se han aprovechado de estas medidas que están pensadas para proteger a víctimas, no para vengarse de nadie, no para cuitas personales.

Hace seis, siete años, yo iba a dar charlas de violencia de género, de cómo se trata la violencia de género en los medios a los Institutos, y era prácticamente imposible que no me encontrara en cada una de esas charlas a dos o tres chicas que después de la charla descubrimos que les parecía normal ciertos comportamientos machistas.

Descubrimos los tutores, los profesores y yo que les parecía normal que su novio con 16 años, les dijera lo que se tenían que poner, como se tenían que maquillar, a qué hora tenían que volver a casa, no sus padres, su novio. Porque para ellas eso es porque las quieren mucho, y no daba crédito ¿Cómo está pasando esto si se está invirtiendo más dinero que nunca en política en contra de la violencia de género, en favor de la igualdad? ¿Cómo puede ser que esté pasando esto? Evidentemente no lo estamos haciendo bien. No cesan las muertes, que es un tema mucho más complejo, pero es que no cesan tampoco ese tipo de comportamientos.

Hay que explicarles a los hombres en vez de a las mujeres que no se pueden sentir agredidos, que esas medidas no están pensadas para culpar ni para atacar a los hombres. Yo no siento que se ataque a los hombres, me rodeo de todo tipo de hombre y no se sienten atacados por esas medidas.

R.- Sobre delincuencia. A los que vinculan la inmigración con la inseguridad, el caso de Vox o el caso del Partido Popular en las últimas elecciones catalanas, ¿Cruz Morcillo qué les diría?

R.- Que es falso. Las estadísticas están ahí. Los delitos más importantes y los más graves no los cometen extranjeros, ni los cometen irregulares. Hay delitos que sí, pero lo que está claro es que mientras no tengamos una política clara de inmigración, un gran pacto de Estado de cómo queremos gestionar esto, no habrá solución.

Es evidente que no podemos caer en el extremo de que puede entrar todo el mundo y no hay ningún problema, eso no es posible, ningún país del mundo se puede permitir eso. Y te digo una cosa, los gobiernos que han pasado por aquí, todos saben perfectamente que eso es inasumible. Y dando la cara o por detrás lo han frenado como han podido, incluido este. Pero, dicho esto, no podemos vincular inmigración con delincuencia, es peligrosísima esa ecuación.

Hay otro problema añadido y es que estamos haciendo ese buenismo en algunas cosas, eso sí causa un efecto llamado y eso no se está gestionando bien desde mi punto de vista. No podemos trasladar el discurso de que puede entrar cualquiera. Hay que ayudar a los que necesitan entrar porque los están persiguiendo, porque la situación es insostenible. Hay que favorecer que trabajen, pero no podemos tener a 15.000 o 20.000 personas sin papeles que no les permiten trabajar. Es un error. Y ese error ya se está viendo en Europa a donde lleva. Si no gestionamos eso bien, entonces sí que tendremos esa ecuación de forma clara.

P.- Aunque este sea el Gobierno del buque Aquarius, también es de las concertinas que siguen estando y reforzadas en Melilla.

R.- Y es el gobierno de lo que pasó en Melilla te recuerdo que todavía no sabemos ni cuántos muertos hubo, ni cómo se gestionó eso, ni hubo ninguna represalia hacia Marruecos, porque yo creo que el gobierno español no tenía la culpa. No hubo ninguna represalia hacia Marruecos por ese tema y eso fue una auténtica masacre. Conozco bien esa frontera, he ido varias veces a cubrir historias parecidas, es complicadísimo trabajar allí. Pero le seguimos tocando las palmas a Marruecos. Bien es verdad que la famosa cosa esta de «y qué le debemos a Marruecos» que está tan en boga, los memes y todo eso, pues aunque nos jorobe, los necesitamos.

Y no los necesitamos solo por la inmigración irregular que nos llega de toda el África Negra, los necesitamos porque si no tendremos un gravísimo problema de terrorismo, que es donde son nuestros mayores aliados. Y problema de droga ya lo tenemos. Entonces son cómo estas parejas que se pelean pero vuelven a estar juntas y se casan tres veces, pues un poco así es la relación que nosotros tenemos con Marruecos. Es muy compleja, entiendo que con el discurso de brocha gorda no se puede entender, pero tiene muchos matices.

P.- Antes de hablar del tema droga, ¿qué opinión le merece Marlaska como ministro del Interior?

R.- Ya se ha convertido en el ministro más longevo de Interior de toda la democracia. Esta pregunta no me la han hecho nunca, pero ya sabes que yo no tengo muchos pelos en la lengua, como juez me parecía extraordinario. No teníamos ningún trato personal, me parecía un señor muy preparado y que estaba muy bien acogido por policías y guardias civiles. Y eso es muy importante. Porque un ministro del Interior, los policías de la Guardia Civil, bueno, los cuerpos en general tienen que fiarse de él. Y me parece que los bandazos que ha dado son impropios.

El caso es que a mí me sigue de tú a tú, las pocas veces que hablamos, me sigue convenciendo en la distancia corta. Me sigue convenciendo porque el Ministerio de Interior es matador para las personas, no te quepa ninguna duda. O sea, no hay peor ministerio que ese, porque las crisis son siete por semana y cuando digo siete son siete porque piensa que si hay un incendio o que si hay un terremoto, un asesinato, un lío en prisión, un tema de seguridad ciudadana, que si hay un tema de inmigración, es decir todo y todo es escandaloso. Dicho esto, a lo mejor se tendría que haber ido para no entrar en contradicción con algunas cosas que él sostenía.

P.- ¿Cuáles son las contradicciones más flagrantes que ha visto en él?

R.- Fue muy compleja toda la relación con la Guardia Civil, la conocemos de sobra. Él tenía una relación extraordinaria con la Guardia Civil, me consta, y la Guardia Civil no le perdona lo que pasó primero con Manuel Sánchez Corbí, lo que pasó con Pérez de los Cobos, ahí se lo tomó, yo creo, casi como algo personal. De alguna manera apartarles del camino que ambos llevaban hacia el generalato, al menos Pérez de los Cobos. Y eso en el cuerpo, muchísima gente se lo se lo tomó y se lo sigue tomando fatal porque hay figuras que son bastante indiscutibles. 

P.- ¿Diría que en la Guardia Civil hay una animadversión hacia Marlaska, hacia el ministro?

R.- En una parte importante, sí. Luego, obviamente, la gente que tiene en su equipo no, la gente que está en la cúpula ahora no, pero en otra parte muy importante que tiene mucho predicamento en la Guardia Civil, sí. Y luego para mí la contradicción máxima es secundaria, si me apuras, la contradicción máxima es el tema Cataluña, sin ninguna duda. Su discurso ha cambiado y mucho. Igual que ha cambiado el de todo el gobierno, pero tal vez de los otros miembros como no los conozco, no esperaba nada y de él esperaba otra respuesta. 

P.- La noche del 9 de febrero del 2024 los guardias civiles Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo, fueron asesinados por una narcolancha que les embistió en el puerto de Barbate. Las imágenes son brutales, tanto las grabadas por las propias cámaras de los guardias como las que grabaron algunos vecinos, entiendo que no representantes de todo lo que es Barbate, que jalean a los asesinos y que pedían que se matara a los guardias civiles. ¿Considera que la respuesta del Gobierno, el que ni siquiera el presidente del Gobierno se dignara a aparecer por allí, fue la adecuada?

R.- No, sin duda. Sin duda no fue la adecuada, al margen de todo lo que ha pasado después y que se podía intuir de alguna manera, aquello exigía unas medidas mucho más importantes. Primero exigía más cariño. Por supuesto, el presidente debería haber ido, ha ido a cosas más menores y más insustanciales. Debería haber ido y haberle dicho a la familia, al Campo de Gibraltar y a la Guardia Civil, «estoy con vosotros, estamos con vosotros, lo que queráis» Esa foto habría estado fantástica, y no darle importancia revela una miopía política importante.

Porque todo el mundo sabe las consecuencias que ha tenido eso, ver esas imágenes. y justo pensé lo mismo que tú, de un narco, el que sea que lo haya hecho yo no voy a esperar nada, obviamente, pero la gente del pueblo o alguna gente de allí jaleando a los asesinos… Es la cultura de la corrupción, es el prestigio del narco.  Sin duda, respondiéndote por concluir, el gobierno tenía que haber tenido una mayor presencia y haber dado un golpe de mano aún más fuerte, porque el golpe de mano fue «venga, los detenemos a toda costa, y ahora no son»

«Una parte importante de la Guardia Civil tiene animadversión hacia Marlaska»

P.- Es que a veces la opinión pública española en determinadas cosas está adormilada. Es decir, que han matado a dos guardias civiles, podían haber matado a tres o cuatro y que no se sabe todavía quién los ha matado. Hablamos de dos guardias civiles que son el Estado en Barbate, y que cuando no hay Estado hay mafia.

R.- Recuerda aquel auto de la juez que decía, cuando les pegaron una paliza a siete guardias civiles, que el Campo de Gibraltar corría el riesgo de convertirse en un Estado fallido. 

P.- A eso voy, estamos todo el día con tonterías, cuando esto está pasando en Barbate, en Cádiz, en el Campo de Gibraltar y no sé si somos conscientes de lo que está pasando allí

R.- Nos gusta mucho más ver una serie en cualquiera de las plataformas sobre los narcos y lo guapos que son los narcos de la serie y el poderío que tienen, que ver lo que nos está pasando y lo que nos está pasando es que hay un combate durísimo. Y que la gente se olvida de que eso corremos el riesgo de si no se ataja de convertir, de tocarlo todo y corromperlo todo porque es dinero. Y el dinero a mansalva, el dinero fácil lo corrompe todo. Empieza a nivel local y va ascendiendo en la escala y pasa en todos los países del mundo.

Está pasando en Holanda, está pasando en los países del este de los Balcanes. Por supuesto, no te hablo de determinados países de Suramérica. El plan que se puso en marcha para luchar contra el narco, el plan del Campo de Gibraltar era muy ambicioso y está muy bien y se ha reforzado, pero sigue siendo insuficiente porque tú hablas con la gente de drogas, con los expertos de droga, de policía, de Guardia Civil y te dicen que la droga está entrando a mansalva porque hay una hiper producción en todo el mundo, tanto de cocaína, heroína, hachís.

Porque los narcos tienen unos medios que se te caen las pelotas, con perdón, a los que no se puede llegar de ninguna de las maneras y porque gracias a todo ese dinero que circula, se generan a su alrededor un montón miles de estómagos agradecidos cuyo papel es no solo vivir mejor, sino también dificultar que la Guardia Civil, la policía, vigilancia aduanera, quien esté, consiga pararlo. La gente no es consciente. 

La preocupación por la droga hace mucho que dejó de existir. ¿Sabes por qué? Porque ya no vemos a los yonki desahuciados paseándose por nuestro barrio. Pero te insisto, hay más droga que nunca, ahí está la estadística. Si se pilla esa significa que estarán entrando el doble o el triple de la que se incauta, porque la que se incauta normalmente no llega a 1/3 de la que entra, que no se sabe cuánta entra, obviamente, pero te lo dicen.

P.- Antes de cerrar, Cruz Morcillo fue una de las periodistas junto con Pablo Muñoz en el ABC, que no sucumbió a las teorías de la conspiración sobre la matanza del 11 M, informaciones que luego la justicia ha ido avalando. ¿Le sigue doliendo el trato de algunos compañeros sobre el caso o el empecinamiento de esos compañeros con esas ideas que no ha avalado la justicia y que no va a avalar la justicia?

R.- Cada uno tiene que hacer en esta vida el papel que le toca y que honestamente cree que tiene que hacer. A mí me parece que empecinarse durante 20 años y alentar determinados dolores, es un error. No me merece ningún crédito. Pero no solo porque lo avalara la justicia, además, sino porque no hay nada que avale la otra alternativa. Yo no la he encontrado, algo he visto. Yo creo que los que se equivocan. Y sí, me duele.

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