Pistolas, fusiles, ametralladoras… La Guardia Civil ha perdido 158 armas en la última década
Un total de 43 agentes han sido sancionados en ese periodo por el «extravío, perdida o robo» de armas
Acto conmemorativo del acceso de la mujer a la Guardia Civil. | Europa Press
Pistolas, fusiles, escopetas o ametralladoras… la Guardia Civil ha perdido decenas de armas de su arsenal en la última década, según una resolución de Transparencia a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Desde 2014, 158 armas reglamentarias del instituto armado han sido «extraviadas, perdidas, sustraídas o robadas», señala el escrito, firmado por la Jefatura del Gabinete Técnico de la Guardia Civil. No obstante, no detallan los casos de forma individualizada. El cuerpo sí revela, en cambio, el número de agentes, 43, que fueron sancionados disciplinariamente en ese mismo periodo, aunque evita detallar qué tipo de castigo conlleva la comisión de alguno de estos hechos para los funcionarios policiales.
En total, el cuerpo cuenta con casi 130.000 armas, entre las que se incluyen pistolas y revólveres de dotación (95.952); subfusiles (3.257); fusiles de asalto (25.545); escopetas policiales y lanzacabos (1.095); carabinas y fusiles de competición (1.178); ametralladoras (96) o lanza granadas (289). Una cifra total muy por debajo de la que disponía hace poco menos de una década. En 2017, la Guardia Civil tenía un arsenal de más de 192.000. Lo que implica que el armamento del cuerpo ha disminuido un 32,29% en los últimos ocho años, según los datos oficiales del instituto armado.
En el escrito de Transparencia, la Benemérita detalla también todas las armas que ha retirado de servicio por motivos de rotura o por antigüedad durante la última década: 129.107, aunque sin especificar el tipo. Destaca, especialmente, el número de las que se ha desecho en los últimos dos años, más de 74.000 unidades —60.661, en 2022—. En ese tiempo, es decir, desde 2014, sin embargo, la Guardia Civil, solo ha comprado 20.085 armas, es decir, ha repuesto un 15,5%, Lo que explica el déficit de armas que existe en el cuerpo, si se comparan todas las cifras.
Polémica con las pistolas Ramon
La adquisición de armas en la Guardia Civil, en cualquier caso, estuvo en el centro de la polémica durante varios meses en 2023. Fue después de que el Ministerio del Interior licitase la compra de más de 9.000 armas semiautomáticas con la empresa israelí EMTAN para abastecer a las unidades de Seguridad Ciudadana, las conocidas como pistolas Ramon. Entre los primeros lotes que comenzaron a llegar a las comandancias, sin embargo, los agentes comenzaron a advertir que las armas presentaban importantes fallos, sobre todo con el sistema de extracción.
En un oficio, adelantado por THE OBJECTIVE, la Dirección General de la Guardia Civil admitió poco después que centenares de esas pistolas, ya repartidas entre distintas unidades, eran en realidad defectuosas. Desde las asociaciones profesionales del instituto armado, entre tanto, habían denunciado que tenían graves deficiencias y «podían comprometer no solo la seguridad de los agentes, sino también la de los ciudadanos». Un hecho que causó gran revuelo entre la plantilla del cuerpo.
Tras estudiar la casuística de esos errores y comunicárselo a la empresa israelí, «se determinó que debían sustituirse ciertas piezas de la pistola y de esa manera solventar los diferentes comportamientos derivados de las tolerancias de homologación en los diferentes tipos de cartuchería normalizada por NATO», explicó entonces la cúpula del cuerpo. Finalmente, EMTAN facilitó una especie de kit individual a cada agente para que pudiese corregir los errores de sus armas, lo que «tuvo un resultado satisfactorio», según la firma israelí y la Guardia Civil. Algunas voces, sin embargo, siguen denunciando que las Ramon siguen sin funcionar correctamente.
Armas extraviadas en la Policía
En el caso de la Policía Nacional, el número de unidades extraviadas o robadas es algo menor, aunque los datos no están actualizados. Según publicó Civio, entre 2007 y 2017, 97 pistolas desaparecieron del arsenal del cuerpo (164.000 armas), que entonces también era más reducido que el de la Benemérita (192.000). Por esta perdida de estas armas, 58 funcionarios fueron expedientados. A diferencia de la Guardia Civil, que no explica el castigo que pueden conllevar estos hechos, la Policía sí es precio y diferencia entre sanciones leves —suspensión de hasta cuatro días— y graves —de cinco a tres meses—, dependiendo del grado de negligencia de los agentes.
Cabe destacar, no obstante, que no todos los casos se sancionan, sobre todo cuando las armas son robadas y están debidamente guardadas en las dependencias policiales. Uno de los casos más sonados fue hace dos años, en junio de 2022, cuando un menor se coló en el complejo policial de Canillas, la sede central de la Policía Nacional y uno de los recintos policiales más importantes de Europa, y robó dos pistolas y munición de las taquillas de uno de los edificios. Finalmente, los agentes detuvieron al individuo, que logró saltar un muro de tres metros para introducirse en las instalaciones.
