El coronel que condecoró a Aldama se justifica: recaudó fondos y ayudó a una niña enferma
El mando defendió la colaboración de civiles con el instituto armado y, por ello, la imposición de la medalla al comisionista
El coronel Francisco José Vázquez, el jefe de antiterrorismo yihadista de la Guardia Civil que otorgó una medalla en octubre de 2022 al presunto comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama, justificó este martes la condecoración por sus labores altruistas relacionadas con el instituto armado. Vázquez explicó que se acordó distinguirle por diversos motivos. Principalmente por los trabajos realizados en su departamento, que no desveló «por cuestiones de seguridad», pero también por sus actividades humanitarias: en concreto, por organizar una carretera popular para recaudar fondos para la investigación contra enfermedades raras o por ayudar con la recaudación de un partido a la hija de un guardia civil, enferma de leucemia, cuando era el presidente del Zamora CF.
En su declaración ante la comisión de investigación, el jefe de la UCE-2 defendió además la imposición de las medallas tanto a Víctor de Aldama como a Koldo García, ambos confidentes de su unidad y ahora investigados por presunta corrupción en la Audiencia Nacional. «No vengo a defender a ninguna de estas dos personas respecto a los hechos que se le puedan estar imputando en cualquier tipo de actividad que nada tenga que ver con su relación con el servicio, pero sí soy responsable de defender la colaboración y la relación que determinadas personas han tenido en beneficio no de la Guardia Civil y del Servicio, sino de la seguridad», señaló ante las preguntas del Partido Popular.
El alto mando del instituto armado señaló repetidamente ante los senadores que «nunca sospechó» de ellos ni mucho menos de su subordinado, el comandante Rubén Villalba, que, según las pesquisas de la Guardia Civil, ha resultado ser la pata de seguridad de toda la organización criminal. Tanto es así que, apostilló, se enteró de su implicación cuando los tres fueron detenidos en febrero y marzo de 2024. Todo pese a que, aseguró Vázquez, la UCO le advirtió de que investigaba a Koldo en octubre de 2023 —cuando se produjo el chivatazo a la trama— por la relación que podía tener con su área; e hizo lo mismo con Aldama, aunque «de forma tardía», ya en 2024.
La reunión con Koldo y Aldama
El coronel, por otro lado, ha admitido que se reunió con Koldo García a finales del año pasado, aunque sin especificar fechas y sin concretar el motivo. Entonces, ya sabía que la UCO lo estaba investigando y, de hecho, Vázquez ha transmitido que el exasesor de Ábalos ya sospechaba de que lo estaba siguiendo, aunque no ha señalado en qué fecha se lo dijo. Una versión que encaja con lo que manifestó en sede judicial hace unas semanas. Según publicó THE OBJECTIVE, el mando contó al juez que tuvo un encuentro con García, pero también con Aldama en diciembre de 2023 para que «no se extrapolase la intención de la investigación porque, en todo momento, la relación entre el asesor del exministro José Luis Ábalos, Aldama y Rubén Villalba era legítima y normal».
En el caso de Aldama, el jefe de la UCE-2 ha señalado que su relación con el Servicio de Información se produjo «a finales de 2017» a través de Koldo García, pero no fue inscrito en el sistema de confidentes hasta junio de 2021. Fechas que, sin embargo, no encajan, de acuerdo con las pesquisas realizadas por la UCO: Aldama y García se conocieron en agosto de 2018, gracias a la intermediación del hermano del primero, Rubén de Aldama, que formaba parte de la escolta personal del exministro Ábalos. En cualquier caso, Vázquez, ha enmarcado dentro de lo común estos plazos, habida cuenta de que los confidentes deben pasar por distintos procesos hasta consolidarse como tales.
Sin embargo, han apuntado también desde el PP, desde la Guardia Civil «ya se le dispensaba un trato VIP» como evidencia el curso que Aldama pudo realizar en el centro de entrenamiento del GAR a principios de 2021, con la compañía del coronel jefe. Respecto a esa visita a las instalaciones del Grupo de Acción Rural (GAR) de la Guardia Civil en La Rioja, el oficial ha enmarcado su participación en un curso de verano que se realiza con una universidad, al igual que lo han hecho también «otros civiles como periodistas o diplomáticos». Sobre que Aldama pudiese emplear armas, ha explicado que «no quería normalizarlo», pero se le permitió porque pidió «que quería pegar unos tiros» y se le concedió «teniendo en cuenta que era una persona de la que se conocía su interés por estas armas y que tenía licencia de uso de armas largas y cortas».
El coronel exime al ministro
Durante su intervención, el coronel Vázquez también quiso normalizar todo el proceso que concluyó en la distinción a Víctor de Aldama y, con todo, eximir de cualquier responsabilidad del ministro del Interior. Según explicó, la propuesta le llegó de su subordinado, Rubén Villalba, después la avaló y la elevó a sus superiores. No obstante, aclaro que el ministro «solo era quien firmaba condecoraciones» y aseguró «que no eran pocos quienes deben ratificarla en el itinerario de transferencia». En cualquier caso, «el primer responsable de que la proyección siga su curso soy yo, y siempre en atención a cuestiones técnicas y por los actos de relación con el servicio. En los escalones superiores eran poco conocedores de los méritos…», subrayó.
El mando también contestó a preguntas sobre la jornada de caza en la que participó junto a Aldama, agentes del FBI y de la CIA, y el comandante investigado, Rubén Villalba. Vázquez ha apuntado que este tipo de encuentros entran dentro de las «relaciones ordinarias de conciliación» con servicios de inteligencia extranjeros, pero ha evitado responder, a preguntas del PP, si Aldama pagó la jornada de cacería, así como otros gastos detenidos de la montería. Así mismo, calificó de «fábula» que la trama contase con teléfonos blindados proporcionados por agentes de la unidad de Rubén Villalba. «Eran teléfonos con tarjetas prepago y, por tanto, de uso común», apuntó. Sí admitió, en cambio, que sabía que los guardias civiles hicieron vigilancias ficticias en las oficinas de Aldama, aunque tampoco explicó la razón de las mismas.