Víctimas del franquismo acusan a Ayuso de «ocultar» la represión de la dictadura en Madrid
El Gobierno regional quiere evitar que la Real Casa de Correos se convierta en «lugar de memoria democrática»
La fachada de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, evoca a los héroes que se alzaron contra el invasor francés y a las víctimas del 11-M. Sin embargo, no existe ningún distintivo que recuerde el sufrimiento de miles de personas torturadas en sus sótanos durante la dictadura. Y eso a pesar de que las víctimas del franquismo llevan décadas reclamándolo. El Gobierno regional quiere evitar que el edificio se convierta en «lugar de memoria democrática». La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) pide a Isabel Díaz Ayuso que coloque una placa y deje de «ocultar» la historia.
El franquismo convirtió Madrid en una inmensa cárcel. Con las instalaciones de La Modelo destruidas por la guerra y los reclusos hacinados en Porlier, el régimen decidió en 1940 levantar un nuevo penal en Carabanchel, ya derruido, y dedicar una veintena de edificios diseminados por la ciudad a centros de detención y tortura. El historiador Antonio Ortiz dedicó dos años en recopilar la información y ubicar esos lugares en un mapa. Desde entonces, solo un puñado han sido señalizados.
Entre los que siguen sin hacerlo está la Real Casa de Correos, sede de la presidencia regional. El lugar de trabajo de Ayuso. La Comunidad de Madrid emprendió en noviembre acciones para salvaguardarlo como un referente de la concordia y reconciliación entre los españoles. La decisión se tomó como respuesta a la propuesta del Gobierno central, que anunció su intención de declarar el edificio Lugar de Memoria Democrática.
Las alegaciones de Ayuso
La Consejería de Presidencia presentó alegaciones ante el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. Sin embargo, el Consejo de Ministros las rechazó el pasado martes al considerar que sus argumentos carecían de fundamento porque «no hay vulneración ni invasión de competencias». La ARMH critica a Ayuso por comportarse como «una censora de la historia» al querer esconder lo ocurrido en el edificio tras la Guerra Civil, cuando se convirtió en sede de la Dirección General de Seguridad. Uno de los símbolos de la represión franquista.
La asociación que preside Emilio Silva considera «lamentables» las declaraciones de Ayuso en las que asegura que «va a dedicar recursos públicos a impedir que se pueda señalizar el edificio de la Puerta del Sol (…) para seguir ocultando lo ocurrido en sus sótanos». La ARMH ha vuelto a enviar una carta a la presidenta regional para pedirle que coloque una placa en la fachada de la Real Casa de Correos que recuerde a los miles de víctimas de la dictadura.
«La ARMH, que ha registrado durante años reclamaciones para que el edificio sea señalizado y explicado, e incluso ha ofrecido la posibilidad de donar la placa que se coloque en su fachada, no entiende que el papel de Ayuso sea esconder la historia y disfrazar su negacionismo en una pelea con el Gobierno central cuando de lo que estamos hablando es de recordar que en ese lugar fueron torturadas, maltratadas y detenidas ilegalmente personas que eran consideradas por la dictadura franquista disidentes morales y políticos», explica la organización en una nota.
Silva, nieto del primer desaparecido por la represión franquista identificado genéticamente, asegura que no se trata de lo que opina Ayuso o Pedro Sánchez. «Se trata de dejar de esconder la historia. Es impensable que la titular de una institución democrática esté llevando a cabo un acto de censura queriendo esconder la historia de algo que desgraciadamente ocurrió. Son hechos independientes de lo que ella quiera contar de la Transición», insiste el presidente de la ARMH.
Placa en el edificio
«Es una vergüenza que en el edificio haya placas conmemorativas de hechos que no acontecieron en ese lugar y no exista una que cuente que, durante décadas de dictadura, los sótanos del edificio fueron utilizados por la policía franquista para agredir, torturar, e incluso asesinar y amedrentar a personas que querían ejercer su derecho a ser libres», señala Silva. Decenas de víctimas y sus descendientes siguen concentrándose cada semana en la Puerta del Sol para reclamar que se coloque un rótulo en la fachada de la Real Casa de Correos.
Los textos que han registrado la ARMH en los últimos años explican que el edificio fue durante décadas la sede de la Dirección General de Seguridad. En sus sótanos fueron torturadas miles de personas: estudiantes, militantes de partidos clandestinos, homosexuales y todo tipo de disidentes políticos y morales. «Además de ser detenidos ilegalmente, eran sometidos a torturas y maltratos que les causaron lesiones físicas y psicológicas, en algunos casos de extrema gravedad», recuerda la asociación en una misiva fechada en mayo de 2023.
«Las personas que luchaban por el regreso de las libertades y la celebración de elecciones democráticas fueron recluidas y atormentadas por la policía franquista en ese lugar. El sufrimiento de todas esas personas debe servirle a la sociedad para recordar el daño y el terror que causó la dictadura franquista tras su conquista violenta del poder», dice un escrito dirigido a Ayuso.
La ARMH insiste en que «se negaron a celebrar elecciones democráticas sin que nada ni nadie se lo impidiera, y su persecución a quienes no compartían su ideario, negando y aplastando la diversidad, que es una de las principales fortalezas de las democracias, representa el ejercicio de la libertad y el desarrollo de la propia identidad». E insiste en que «hechos tan graves» se deben conocer públicamente. «Lo que debería hacer Ayuso es señalizar el edificio y reconstruir una celda de tortura como una herramienta de aprendizaje», concluye Silva.