Un proyecto malagueño pretende la creación de invernaderos en la Luna
Green Moon Project está realizando sus pruebas con suelo procedente de Lanzarote, parecido al lunar
El proyecto malagueño Green Moon Project se suma a uno de los objetivos más demandados por las agencias espaciales de todo el mundo: permitir al ser humano proveerse a sí mismo de alimentos en las misiones espaciales. El equipo está compuesto por investigadores de varios campos de conocimiento como ingenieros, biólogos o geólogos.
El trabajo principal en el que ahora trabaja Green Moon Project es la mejora del diseño de su cámara de crecimiento de plantas, así como el desarrollo de diferentes métodos que permitan el cultivo de plantas en la Luna. La idea es permitir en el futuro que los seres humanos puedan vivir y trabajar en el único satélite natural de la Tierra.
Hasta el momento, este proyecto ha conseguido una cámara de crecimiento apta para cultivar plantas en un entorno tan hostil como el lunar. Esta especie de cámara está preparada para proteger a las plantas de unas condiciones tan difíciles para la vida como la radiación, las temperaturas extremas o el vacío.
Científicos de la Universidad de Florida han investigado sobre la posibilidad de que las plantas puedan crecer en suelo lunar. Según los resultados recogidos en el artículo Communications Biology, las plantas sí pueden desarrollarse en él. En este contexto, las plantas «no son tan robustas como las cultivadas en suelo terrestre», pero sí sería posible su crecimiento. El siguiente paso sería conocer la mejor forma para llevar eso a cabo, permitiendo el cultivo de nutrientes y facilitar la estancia de astronautas en el espacio.
Green Moon Project está desarrollando sus pruebas con suelo volcánico de Lanzarote. Las características de este tipo de suelo son similares a las del suelo lunar. Dicho suelo ha sido analizado por los científicos gracias a las extracciones por parte del Apolo. De ello, se ha concluido que el tipo de suelo es el regolito lunar, un conjunto de fragmentos de roca y diferentes minerales no compactados que cubren un suelo rocoso y sólido.
José María Ortega, director de Green Moon Project, ha explicado a THE OBJECTIVE que estos pequeños invernaderos ya no solo cumplen la función de alimentación para los futuros astronautas, sino que son indispensables en la generación de oxígeno y reducción de dióxido de carbono, con el objetivo de mantener los sistemas de soporte vital que ayudan a los astronautas a vivir fuera de la Tierra.
El proyecto se constituyó en el año 2016. El equipo de investigación multidisciplinar fue fundado en Málaga por tres estudiantes de la capital andaluza. Desde entonces, el proyecto sigue creciendo y ha ampliado la plantilla con numerosos profesionales de diversos sectores. Además del desarrollo del invernadero para el crecimiento de plantas, el equipo tiene marcados otros objetivos, como la identificación de plantas adecuadas para el crecimiento en el suelo lunar, el desarrollo de métodos eficaces para cultivarlas en la Luna o el estudio de los efectos que podría tener en la Luna dicho crecimiento.
El director de Green Moon Project, José María Ortega, ha explicado en Canal Sur: «Las plantas van a ser los mejores aliados que nos llevaremos con nosotros al espacio. En este nuevo espacio, en estas futuras misiones a la Luna, a Marte y a las estaciones espaciales que ya están orbitando la Tierra. Lo que estamos haciendo desde nuestro laboratorio en Granada, en nuestro invernadero, son ensayos con cultivo hortícola, que están creciendo positivamente: tomate, lechuga, rábano, zanahoria. Cultivo de crecimiento rápido que nos proveerá de vitaminas y nutrientes a todos los futuros astronautas».
La comunidad científica estudia la mejor forma de llevar a cabo este objetivo. Una de las cuestiones principales es conocer aquellos recursos que se pueden obtener en la Luna. Según un artículo publicado por la NASA, Jacob Bleacher, científico jefe de exploración que apoya el programa Artemis de la NASA en la sede de la NASA en Washington, asegura que para mejorar el avance es necesario «aprovechar lo que hay en la Luna». Ese es el principal motivo por el que la NASA tiene tanto interés en las misiones robóticas al polo sur de la luna, donde los últimos estudios apuntan que podría haber agua. Los recursos hídricos son fundamentales para un buen funcionamiento de las posibles y futuras plantaciones.
La visión de Green Moon Project llega en un momento de grandes cambios en el sector espacial. En 2023 se han realizado diversos hitos en la historia espacial española como la creación de la Agencia Espacial Española y la elección de la ciudad de Sevilla como sede, el próximo lanzamiento del Miura 1 desde la provincia de Huelva, la colaboración de España en los Acuerdos Artemisa de la NASA o los dos nuevos astronautas españoles elegidos para formar parte de la Agencia Espacial Europea. Green Moon Project se une a la investigación de la agricultura para seguir sumando a esta carrera de gran proyección.
José María Ortega ha explicado a THE OBJECTIVE que la gran inversión en las próximas décadas sobre el sector anima a ser positivos: «Hay en torno a unos 1.000 millones de euros proyectados para la próxima década en lo que se conoce como la economía cislunar. Esto se refiere a todo lo que tiene que ver con lanzamientos, misiones a la Luna -hay proyectadas unas 200 misiones -, aterrizadores, robots exploradores. Tenemos que ver la manera de conseguir la creación de un pequeño hábitat en la Luna como previo paso para ir a Marte. La Luna va a ser como nuestra segunda casa».