La Fiscalía investiga el posible uso ilegal de agua en tres campos de golf de Málaga
No se descarta la indagación sobre otros terrenos deportivos en las próximas semanas
Las autoridades intensifican las investigaciones sobre el uso de recursos hídricos en plena sequía. Tres campos de golf están en el punto de mira de la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga, la cual ha iniciado diligencias de investigación preprocesales por una supuesta captación ilegal del agua. Los expedientes son independientes, por lo que, de momento, las pesquisas no apuntan a ningún tipo de vinculación entre sí.
Según la información adelantada por Málaga Hoy, dos de los campos investigados se sitúan en la zona occidental de la provincia y el otro en la oriental. El ubicado en la zona este de la provincia es el que se ha sumado recientemente a la investigación.
El delegado de Medio Ambiente de la Fiscalía de Málaga, Fernando Benítez Pérez-Fajardo, explicó que se están analizando las posibles irregularidades con respecto al uso del agua. Todavía queda pendiente conocer la cantidad de agua sustraída y la determinación de su procedencia.
Benítez Pérez-Fajardo apuntó a la mezcla de recursos hídricos autorizados con los no autorizados. Cuando se concluya con las investigaciones pertinentes, la Fiscalía de Medio Ambiente enviará las conclusiones al juzgado, que servirán para el posterior estudio de las diligencias.
El fiscal ha sido muy tajante con respecto a las potenciales consecuencias a las que se podrían enfrentar los recintos deportivos en caso de demostrarse el robo de agua. Benítez Pérez-Fajardo ha recordado que los campos de golf que se emplazan en la zona occidental forman parte de la ZEC (Zona de Especial Conservación). Si se confirmaran las sospechas de la Fiscalía, los responsables podrían encarar un «delito medioambiental».
Funcionarios de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía dieron la voz de alarma sobre los dos campos de golf occidentales sobre los que ya se ha empezado a recopilar información. Ahora se suma un tercero y no se descarta la aparición de nuevos implicados.
Perseguido por la Justicia
«El que, sin hallarse autorizado, distrajere las aguas de uso público o privativo de su curso, o de su embalse natural o artificial, será castigado con la pena de multa de tres a seis meses», recoge el Código Penal en su Artículo 247.
La legislación española pone el foco en el uso legítimo de los recursos hídricos y castiga severamente a los que no lo realizan. Además, las consecuencias se pueden acentuar en el supuesto caso de que la sustracción tuviese unas consecuencias sobre la población.
Si el juzgado estima que la cantidad de agua detraída supone un perjuicio sobre la sociedad, esta práctica podría considerarse como un delito de daños agravados. Si el magistrado determina que acarrea una repercusión sobre el medio ambiente, se podría constituir como delito medioambiental. Ante varias vías abiertas, el juzgado determinará el objeto del procedimiento en caso de probar las sospechas iniciales.
Contexto acuciante
Los campos de golf tendrán que presentar su documentación y defensa pertinente cuando corresponda. La valoración del delito medioambiental entra en juego al observarse la situación límite de sequía ante la que se encuentra Málaga. Como ha venido informando THE OBJECTIVE, hace tan solo unos días, el Comité de Sequía de la Junta de Andalucía informó a la ciudadanía sobre la cantidad máxima de consumo humano diario de agua en las zonas de Costa del Sol, Axarquía y Málaga.
Las limitaciones también incluyeron el llenado de piscinas privadas, el lavado de coches fuera de los negocios autorizados o el riego de jardines o campos de golf. En este escenario, las denuncias relacionadas con el uso del agua incrementan su presencia y la Fiscalía de Medio Ambiente pretende identificar todo aquel uso que se salga fuera de esta situación excepcional.
Las investigaciones se producen al mismo tiempo que el grupo municipal de Con Málaga ha solicitado al Ayuntamiento una auditoría al sector turístico, haciendo hincapié en los hoteles y en los campos de golf.
Con Málaga expresó que el gasto de agua que requieren los tres campos de golf de Málaga consumen aproximadamente la misma cantidad que 33.000 ciudadanos de la provincia.
Mientras tanto, los responsables vinculados a los campos de golf aseguran que la mayoría del agua utilizada en sus recintos no es apta para el consumo humano. Las investigaciones de la propia Fiscalía de Medio Ambiente y las pruebas que presenten los centros deportivos serán determinantes para dilucidar los próximos movimientos en Andalucía contra la sequía.