El Gobierno apenas ha adjudicado en dos años el 5,7% del Perte europeo contra la sequía

El Perte de digitalización del ciclo del agua ha adjudicado solo una convocatoria y otras dos están en marcha casi dos años después de su anuncio, según el cribado realizado por THE OBJECTIVE. El montante asignado es de 200 de los 3.485 millones de fondos europeos de los que dispone el proyecto, es decir apenas el 5,7% del total destinado entre el Plan de Recuperación y Resiliencia y su respectiva Adenda. Un buen ejemplo de la lentitud con la que está funcionando la resolución de los Next Generation y su escaso impacto en el tejido productivo español.

En el caso del Perte del ciclo del agua (dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) su objetivo es impulsar el uso de las nuevas tecnologías de la información en el ciclo integral del agua, «lo que permitirá mejorar su gestión, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados por la planificación hidrológica y las normativas internacionales». Un despliegue clave para aprovechar mejor el agua y combatir situaciones de sequía como la que está viviendo la cuenca mediterránea en estos momentos, pero que hasta la fecha sigue sin arrancar.

Las fuentes del sector consultadas por este diario —y que piden mantener el anonimato para no verse perjudicados en alguna futura convocatoria— indican que este Perte no estaba llamado a solucionar de inmediato la actual situación de sequía que comunidades como Cataluña llevan viviendo desde hace 40 meses. Pero acelerar el despliegue de sus convocatorias sí que podría haber sentado las bases de un trabajo integral para comenzar a resolver la situación en el medio plazo.

Objetivos del Perte

De hecho, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, indicó este martes que la única solución para superar la sequía era ser conscientes del cambio climático y trabajar en mejorar la eficiencia energética. «Al contrario de lo que pregonan irresponsablemente discursos negacionistas, creo que trabajar por la eficiencia en el ámbito energético y también en el uso del agua, es un imperativo ineludible«, dijo. Eficiencia en el uso del agua al que se refiere este Perte.

El Perte del ciclo del agua prometió financiar programas de ayudas para el impulso a la digitalización de los distintos usuarios del agua, la mejora de la gestión de los recursos hídricos, ayudas para la industria y para comunidades de regantes y de usuarios de aguas subterráneas, aumentar la implantación de contadores en las tomas de agua y en parcelas, perfeccionar los sistemas de control de la humedad y conductividad del suelo, aumentar la medición de los aportes de fertilizantes o automatizar los sistemas de riego y modernizar, e impulsar la digitalización en los organismos de cuenca y los sistemas automáticos de información hidrológica.

Sin embargo, cuando estamos cerca de cumplir dos años (se anunció en marzo de 2022) las convocatorias llegan con cuentagotas. La única licitación resuelta se dio a conocer el pasado 28 de septiembre y, tras el plazo de alegaciones, se hizo oficial en noviembre, es decir hace apenas tres meses. Se resolvió la primera convocatoria del programa de ayudas para la mejora de la eficiencia del ciclo urbano del agua por valor de 200 millones de euros para 30 proyectos y con ayudas que oscilan entre los 3,3 a 7,9 millones de euros. Se verán beneficiados 1.676 municipios de 16 comunidades autónomas con una población de 14,7 millones de habitantes.

Subvenciones adjudicadas

Global Omnium fue el mayor adjudicatario con un total de 15,5 millones de euros para el proyecto SHINE-AMV, del Área Metropolitana de València, y el proyecto DigitAMED que se centra en la digitalización del ciclo integral del agua en poblaciones costeras del arco mediterráneo. Por otro lado, Aigües de Barcelona, la Sociedad Municipal de Aguas de Burgos, Hidrogea de Murcia y la Agrupación de Navarra de Infraestructuras locales se adjudicaron ocho millones de euros cada una.

En estos momentos hay otras dos convocatorias cerradas, pero no adjudicadas. La segunda convocatoria de ayudas para la digitalización del ciclo urbano del agua por un importe de 200 millones con subvenciones de entre 500.000 euros y 10 millones por proyecto como norma general, aunque la cantidad puede variar en función del número de habitantes de los municipios en los que tengan lugar las actuaciones.

Y la primera convocatoria del Perte destinada a proyectos de digitalización del regadío que, con una inversión inicial de 100 millones de euros, permitirá la eficiencia en el uso del agua, de fertilizantes y plaguicidas en los proyectos que finalmente se seleccionen en todo el ámbito nacional. Las dos cerraron el 23 de diciembre pasado y se espera su resolución.

Convocatorias

El Ministerio de Transición Ecológica dice que este Perte trabaja también en otras líneas de actuación y que hasta el momento ya se han movilizado, en distintas fases de tramitación, más de 750 millones de euros, aunque no detalla dónde se ha destinado este dinero. En su última comparecencia ante el Congreso de los Diputados para dar cuenta de los avances del Plan de Recuperación, la exvicepresidenta primera Nadia Calviño, hizo público un documento en el que se le atribuían cuatro convocatorias en marcha a este Perte por valor de 725 millones.

Las dos convocatorias de mejora de la eficiencia del ciclo urbano del agua por 400 millones en total, las ayudas para la elaboración de proyectos de digitalización de comunidades de usuarios de agua para regadío por otros 100 millones y digitalización de los organismos de cuenca por 225 millones. De ellos, solo el primero está en marcha, dos están a la espera de conocerse los resultados y del cuatro no hay registro en el buscador de convocatorias del Plan de Recuperación, ni en otro documento público.

El Gobierno confiere gran importancia al proyecto, al menos en el papel, ya que en la adenda el Plan de Recuperación aprobada por la Comisión Europea el 2 de octubre pasado el Perte de digitalización del ciclo del agua pasó de tener 430 millones de euros hasta los 3.485 millones «por su relevancia para la autonomía estratégica», montante que se divide entre créditos y subvenciones directas.