Los agricultores de Castilla y León llegan con sus tractores a Madrid para exigir ayudas por la sequía
La tractorada de UCCL salió ayer desde CyL para sumarse a la convocada en Madrid con el objetivo de reclamar ayudas por la sequía al Gobierno presidido por Sánchez
Pese a que el presidente del Gobierno anunciara hace unas semanas que la economía española «va como una moto», como recogimos en THE OBJECTIVE, hay sectores que están pasando uno de los peores momentos en su historia, como ocurre con el sector primario, sector en el que los agricultores y ganaderos españoles se enfrentan a un panorama lleno de incertidumbres y desafíos.
Son numerosos y cada vez más complicados los retos a los que se enfrentan día a día los profesionales del sector primario, que han visto como el precio final que no cubre costes de producción, como una crisis energética que no para de aumentar costes directos e indirectos les ha complicado la vida a la enésima potencia, añadido a una falta absoluta de relevo generacional y culminado por una pertinaz sequía que ha dado al traste con una gran parte de la cosecha del cereal en 2023.
Por ello, desde UCCL han hecho un llamamiento a la movilización de los agricultores y ganaderos de Castilla y León y sus homólogos de Castilla la Mancha lleven a cabo una «tractorada» que finalice hoy en Madrid con el objetivo de reclamar tanto al Gobierno central como a las respectivos autonómicos ayudas directas para paliar los graves daños ocasionados por la sequía.
Bajo el lema ‘Sequía ¡Soluciones Ya!’, entre la Puerta de Alcalá, donde se ha iniciado a las 10.30 horas, y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en pleno paseo de la Infanta Isabel de la capital de España, se movilizarán con el objetivo de exigir ayudas que mitiguen los más de 2.000 millones de euros en pérdidas provocados por la sequía en la Comunidad.
Problemas del sector primario en CyL
Son numerosos y cada vez más complicados de resolver los problemas que atenazan a un sector vital para los intereses de los castellano y leoneses.
En primer lugar, los efectos del cambio climático en el campo son innegables, desembocando en sequías que amenazan los cultivos y favoreciendo la propagación de enfermedades animales como la peste porcina africana (PPA), la salmonella y la influenza aviar (IA).
El sector primario también se enfrenta a un incremento de los costes directos e indirectos de las producciones, con subidas generalizadas en los precios agrarios de algunas producciones como el cereal, el aceite de oliva y el girasol.
Igualmente, los gastos energéticos, que han aumentado en un 73,9% en el año 2022, lo que supone un auténtico desbarajuste para las cuentas de resultado de las explotaciones agrícolas y ganaderas.
Precio de los fertilizantes, con subidas desorbitadas de más del 50% y el pienso para alimentar a los animales, con cifras cercanas al 20% han hecho mucha mella al sector.
Por no hablar de la administración, que además de complicar de forma brutal el día a día de los productores con montañas de papeles, guías y todo tipo de burocracia, y la subida de la cuota de autónomos y los costes laborales.
En fin, la tormenta perfecta para que un sector envejecido no vea como existe un relevo generacional por falta de interés de los descendientes que ven como cada día se hace más complicado un trabajo, muchas veces vocacional e imprescindible para la buena marcha de la economía en España.