Cruce de acusaciones entre Planas y Mañueco mientras se extiende el «covid de las vacas »
La EHE aumenta el 24,6% la mortalidad en las últimas 3 semanas
La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) sigue extendiéndose en España desde que se conocieran los primeros casos el pasado mes de julio. En Castilla y León, una de las principales comunidades afectadas, los últimos datos a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, ratifican que la mortalidad ha aumentado casi un 25% en las últimas 3 semanas, respecto al mismo periodo del año pasado. Principalmente debido a las bajas por esta enfermedad.
Mientras los ganaderos están pasando por momento muy duros en la gestión de sus explotaciones y con graves repercusiones económicas, el Ministerio de Agricultura y la Junta de Castilla y León intercambian acusaciones sobre la responsabilidad en el asunto.
En este sentido, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, respondía ayer al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, y le decía que ser ministro «no es cruzarse de brazos mientras se mueren las vacas» además de acusar al Ministerio de «inmovilismo» frente a esta situación.
Respuesta desde las Cortes a las declaraciones de Planas, que aseguraba desde Bruselas estar «indignado» con la petición del presidente autonómico para que su departamento despliegue un plan contra la EHE. Por su parte, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones ha insistido en la necesidad de que la Junta se coordine con el Gobierno para afrontar este tema y ha anunciado que el Ministerio de Agricultura va a convocar a las comunidades autónomas para abordar el problema.
El «Covid de las vacas»
La enfermedad, conocida ya como el «Covid de las vacas», registra 37 focos en Castilla y León y afecta sobre todo a las provincias de Salamanca y Zamora,aunque se han registrado casos en todas las provincias excepto León y Palencia.
Todavía no se dispone de una cifra exacta de reses muertes por la enfermedad pero desde el 28 de agosto hasta el 18 de septiembre murieron 8.613 vacas, lo que supone un incremento del 24,6%, es decir, 1.700 cabezas de ganado más, con respecto al mismo periodo de 2022.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG reclama a la Administración un plan de control urgente de esta enfermedad que tiene graves repercusiones económicas para los ganaderos. A la muerte de las vacas se une además la disminución de su producción y sufren abortos e infertilidad, mientras los ganaderos tienen un significativo aumento de los gastos veterinarios.
Desde el sector se ha insistido en que la enfermedad, que se transmite por la picadura de un mosquito, no se transmite a los humanos y no supone ningún riesgo para el consumo de los productos animales. Por ello, no hay ninguna restricción del consumo o comercio de carne, leche o piel.