Cascajares resurge de sus cenizas ocho meses después de la tragedia
Hoy se inaugura la nueva línea de producción de la empresa cárnica en la localidad palentina de Dueñas
El pasado 26 de enero, la empresa Cascajares veía como un fatídico incendio devoraba en una sola noche las instalaciones en la localidad palentina de Dueñas, y con ellas, las ilusiones de los empresarios y de los trabajadores, ilusiones que tantos años de trabajo costaron levantar y generar. Pero en un tiempo récord, la empresa se ha vuelto a poner en pie y hoy lunes se inaugura una nueva la línea de producción.
Aquella fatídica noche, lo único que quedó en pie fue el letrero con el nombre de la empresa, que pese a llegar a alcanzar temperaturas de más de 1.500º centígrados, se mantuvo intacto y ni siquiera ha sido necesario darle una mano de pintura puesto que se mantuvo en perfectas condiciones.
Hoy ese mismo cartel de la marca anunciará una nueva etapa en la que emergen de nuevo todas las ilusiones de la empresa, de los trabajadores y de las empresas suministradoras de Cascajares.
Nuevas instalaciones
Según la información de la Agencia ICAL, información de la que nos hacemos eco en THE OBJECTIVE, la nueva fábrica estará divida en tres zonas completamente separadas por muros de hormigón que pueden actuar a modo de cortafuegos en caso de que sea necesario.
La nueva fábrica está diseñada para poder llegar a triplicar la producción de las antiguas instalaciones y está divida en varias zonas, por un lado estará el núcleo de la empresa con las oficinas y las cadenas de producción y totalmente separado se ubicará el almacén.
Además, se ha invertido en un sistema de «última generación» de autoextinción de incendios que se activa de manera instantánea rociando agua en caso de detectar fuego. Cuenta con un depósito de un millón de litros y es capaz de apagar un posible nuevo incendio en «cuestión de minutos».
Producción de cara a Navidad
La prioridad de Cascajares es llegar a tiempo para la campaña de Navidad y poder distribuir sus famosos platos como son los capones, el cochinillo y el pavo asado tan típico de esas fechas.
La empresa confía en distribuir este año más de 600.000 cenas y ser capaces lo antes posible de volver a contar con el 100% de la plantilla con la que contaban antes del fatídico incendio, plantilla que sumaba 74 empleados directos más todo los empleos que se generaban de forma indirecta.