Oleada de violencia contra Vox en Cataluña: siete escraches y una agresión en Lloret de Mar

No fue un Sant Jordi plácido para los miembros de Vox en Cataluña. La fiesta de los libros y las rosas se convirtió en el pretexto de los radicales para desatar la violencia contra militantes y candidatos del partido que preside Santiago Abascal, que sufrió siete escraches y una agresión en Lloret de Mar. El municipio turístico dejó una de las imágenes más esperpénticas de la jornada, cuando el rapero Cecilio G. y su pareja agredieron a la candidata, Mar Coque, y a varios simpatizantes de avanzada edad que la acompañaban en una carpa informativa.

Las imágenes difundidas por la cuenta oficial del partido dan cuenta del incidente. Una joven acompañada por el rapero se acercó a la caseta y empezó a proferir insultos en tono amenazante. «Dais asco. La gente homosexual existe, los inmigrantes existen, dais puto asco, asquerosos, hijos de puta», decía la mujer mientras el rapero grababa con un móvil la escena y a los militantes de Vox que atendían la carpa. Pese a los intentos de los presentes por calmar a la pareja y apartarla del lugar, ambos siguieron con sus desafíos lanzando objetos y dando empujones.

En el vídeo se escucha al rapero insultando a uno de los presentes en la carpa: «A tu madre se la está follando un negro y me llamas ridículo, puta, que eres una puta». Cecilio G., que se ha mostrado en ocasiones cercano a la alcaldesa Ada Colau y al separatista Gabriel Rufián, cobró cierta notoriedad en los últimos años como parte de la nueva escena de Barcelona. El año pasado fue detenido por agredir a vigilantes de seguridad del festival Sónar y masturbarse delante de una mujer.

Pero eso no fue todo. En Sabadell, un grupo de radicales rodeó la carpa de Vox al grito de «Sabadell será la tumba del fascismo» o «fuera, fascistas, de nuestros barrios». En Montcada i Reixac, lanzaron pintura roja contra algunos militantes de la formación. Una imagen semejante a la vivida en Lérida, donde un grupo de «antifascistas» desmontó la carpa, situada en la rambla de Ferran. En Vilassar, Igualada, Rubí o Barberà, tres cuartos de lo mismo.

Esta oleada de violencia contra la formación ha sido denunciada por Jorge Buxadé este lunes por la mañana, en la rueda de prensa informativa que tiene lugar todos los lunes en la madrileña calle de Bambú, sede nacional del partido. El vicepresidente primero de Acción Política se ha referido al «fin de semana de manadas de terroristas callejeros que han atacado y agredido físicamente a simpatizantes de Vox en Cataluña», y ha lamentado la «violencia física constante sufrida por nuestro partido».

Buxadé ha censurado que la «falta de libertad política reina hoy en España», que es, a su juicio, «el único país de la Unión Europea donde se puede agredir libremente a alguien, infringiendo la libertad política siempre que sea un patriota»: «Es la única nación de Europa donde se puede coartar la libertad de expresión. Se puede violentar, amenazar o intimidad siempre y cuando no sea hacia un militante de Podemos o del PSOE».

Ni los partidos políticos de la izquierda catalana ni los separatistas han denunciado los hechos. Tampoco la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni el presidente de la Generalitat Catalana, Pere Aragonès. «El Gobierno de España ha renunciado a defender la libertad política y la libertad personal de los españoles en amplios territorios de la nación», ha zanjado Buxadé en referencia a Pedro Sánchez y sus ministros, que tampoco han comentado la oleada violenta contra Vox en Cataluña.

Vox en Cataluña

Tal y como adelantó este medio, Vox aspira a considerarse como el «partido de referencia del constitucionalismo» en las elecciones municipales, pues el sorpasso anhelado al Partido Popular ya se produjo en las autonómicas de 2021 y ya que, a su juicio, el PSC no debería gozar de esta consideración por sus pactos con ERC. 

Desde la formación calculan que pueden entrar en 30 municipios. Si estas proyecciones se confirman, sería el partido que más crece. Según afirman fuentes de Vox en Cataluña, ya cuentan con 2.500 afiliados en Barcelona, y 400 adscritos a Solidaridad, el sindicato de su órbita. Barcelona es donde quieren librar una de sus principales batallas, por tratarse de una de las instituciones más importantes de Cataluña y porque creen que la candidatura de Daniel Sirera por el PP, que apenas ha contado con respaldo de Génova, les deja mucho margen para atraer a indecisos.