Desmantelada una organización que vendía ilegalmente perros y gatos en Barcelona
Un total de 400 animales de compañía han sido liberados
Imagen de un gato junto a un perro. | Zuma Press
La Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han trabajado conjuntamente en el desmantelamiento de una organización criminal de la Ciudad Condal. La misma habría comprado y vendido ilegalmente miles de perros y gatos durante ocho años, según informa EFE.
En el año 2020, una inspección realizada por funcionarios de la Guardia Urbana de Barcelona hizo saltar todas las alarmas. En el interior de un centro veterinario, más de 30 perros fueron hallados enfermos y con cartillas que presentaban anomalías e hicieron sospechar a las autoridades. De manera inmediata se iniciaron los trámites para interponer una denuncia contra el establecimiento por maltrato animal.
En cuanto a las irregularidades halladas en las cartillas de los canes, se comprobó gracias a una profunda colaboración con el Seprona que habían sido manipuladas para falsificarlas. Así, conforme avanzó la investigación se confirmó la existencia de una organización que compraba animales de manera irregular.
Con este método, importaban a las mascotas desde países del Este, procedentes de granjas ilegales e insalubres que ellos mismos controlaban. Una gran cantidad de los animales, en su mayoría enfermos, también fueron comercializados a través de las redes sociales.
Así, el transporte se producía en vehículos sin unas condiciones óptimas, con largos viajes en carretera. El único objetivo de la organización criminal era lucrarse a través de la compraventa ilegal de perros y gatos, sin importar su estado de salud ni ninguno de los riesgos derivados de ello.
Se trata de una banda tan bien organizada y consciente de sus actos, que contaban como integrante con una veterinaria, encargada de firmar certificados de sanidad de los animales, aun sin que los mismos cumplieran los requisitos mínimos requeridos. Su firma colegial verificaba todo este proceso, y aportaba gran confianza a los compradores de las mascotas.
Sin embargo, el precio de cada uno de los ejemplares se encontraba muy por debajo del precio habitual de mercado, lo que hizo sospechar a algunos de los investigadores en algunos momentos. Además, quienes compraban los perros y los gatos desconocían por completo su verdadero estado de salud.
La denominada «mafia» por las competencias del término de toda esta investigación tenía un control total sobre la gran mayoría de las clínicas veterinarias, con el fin de esconder el verdadero origen de los animales. Con esto, numerosos cachorros desarrollaron enfermedades al poco tiempo de caer en manos de sus compradores.
Con toda esta información sobre la mesa y con la certeza de conocer el modus operandi de esta organización criminal, se organizó una operación que se abrió con el desmantelamiento de granjas ilegales, situadas en Barcelona, Andorra y Madrid. Ello, sumado al registro de un gran número de clínicas veterinarias permitió a los agentes detener a un total de 13 personas de nacionalidad española, como presuntas implicadas en el asunto.
Además, 400 animales pertenecientes a razas de alto valor económico en el mercado fueron liberados. En su mayoría se trataba de perros y gatos. Las mascotas ya han sido reorganizadas, no sin antes pasar por períodos exigentes de cuarentena a numerosos refugios y centros de acogida, donde se les podrá buscar un futuro mucho mejor.
