THE OBJECTIVE
Cataluña

Cataluña endurece las restricciones por sequía y limita el consumo a seis millones de personas

Ante la situación, el Govern baraja solicitar barcos cargados de agua para asegurar el abastecimiento

Cataluña endurece las restricciones por sequía y limita el consumo a seis millones de personas

Embalse de Boadella-Darnius en Girona | Archivo

Debido al escenario de sequía que está teniendo lugar en el noreste español, el Govern catalán han acordado endurecer las restricciones al consumo de agua a 202 municipios en el área metropolitana de Barcelona y parte de Gerona. Estas medidas se toman al entrar en una nueva fase de preemergencia por sequía que afecta la reducción del volumen máximo de consumo de agua por habitante al día, que se traducirá a 210 litros por persona, actividad económica y comercio.

Esta situación se da tras 36 meses de escasez de lluvias, con un 25% menos de lluvia de la media anual, y que ha llevado a la situación crítica de las cuencas internas, que se encuentran al 19%. Por ello, este martes tras una reunión del conseller de Acción Climática, David Mascort, en una comparecencia posterior a la reunión del Consell Executiu y a la Comisión Interdepartamental de la Sequía, se ha establecido esta fase de preemergencia.

Ante esta situación de crisis hídrica, David Mascort, conseller de Acción Climática, ha confirmado que se podrían recurrir al empleo de barcos cargados con agua, por si fuera necesario activar esta opción en una próxima fase de emergencia por sequía.

Esta no sería la única posible solución, ya que se cuenta con «un amplio abanico» de posibilidades, ha explicado Masciort. Ni tampoco la primera vez que se plantea, como se trató en 2008 con una gran sequía que finalizó con una temporada de lluvias. Para acoger estos barcos en el puerto de Barcelona se han iniciado las obras en diferentes partes de Europa, que son «muy rápidas» y podrían estar listas «en un par de meses».

Medidas contra la sequía

Además de las mencionadas sobre el consumo individual del agua, esta fase es el paso previo a una de emergencia y afecta al riego de césped que quedará prohibido en todos los casos, excepto en superficies destinadas a la práctica federada del deporte, donde el riego se puede mantener con la mitad de la dotación establecida hasta ahora. Y riego de los árboles se reducirá al mínimo vital por las noches y con sistemas de goteo o regadora.

Las piscinas privadas de uso individual o unifamiliar continuarán sin poder llenarse, ni las que carezcan de sistemas de recirculación de agua. Sólo se permitirá el rellenado parcial o primer llenado de piscinas de uso público en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua.

Queda prohibida la limpieza con agua potable de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares, y los vehículos sólo se podrán lavar en establecimientos comerciales dedicados a esta actividad, que cuentan con sistemas de recirculación del agua.

Queda prohibido el llenado total o parcial de fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético del agua, excepto lagos artificiales que hagan de soporte vital de vida acuática.

Medidas en caso de pasar a la fase de emergencia

Además de recurrir a esto barcos, otra de las medidas sobre la mesa para la fase de emergencia es reducir la presión del agua que llega a las casas por las tuberías. «Es una de las acciones que trabajamos con las operadoras, pero se tiene que hacer de forma muy quirúrgica», ha expresado Mascort.

En este sentido, el conseller ha puntualizado que no es lo mismo bajar la presión en una localidad pequeña con edificios bajos que en urbes de grandes extensiones y con bloques de 14 pisos, pues en este caso el agua necesita más fuerza para circular y llegar hasta los domicilios. En todo caso, ha apuntado que la modulación de la presión, donde sea posible aplicarse, podría permitir ahorrar entre un 2 y un 7 % del consumo de agua.

Como medidas complementarias, el Govern aplicará planes de ahorro en edificios públicos y en las prisiones; desplegará una campaña educativa en escuelas e institutos y convocará ayudas al sector turístico para invertir en ahorro de agua. También formará a trabajadores de atención sociosanitaria a domicilio para reducir el consumo y desplegará una campaña de vigilancia y control del cumplimiento del plan de sequía, en colaboración con los Mossos d’Esquadra y policías locales.

Mascort ha recordado que el cumplimiento de las dotaciones máximas de agua por habitante y día compete a los ayuntamientos.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D