Pérez Llorca pide iniciar una «reconciliación real» con las víctimas y las familias de la dana

El nuevo president de la Generalitat Valenciana, Juanfran Pérez Llorca, ha tomado posesión del cargo este martes en una ceremonia marcada por un tono solemne, autocrítico y orientado a la reconciliación. En su primer discurso como nuevo jefe del Consell, ha pedido perdón públicamente por la actuación del gobierno autonómico durante la tragedia de la dana del 29 de octubre de 2024 y ha reclamado abrir una etapa política basada en el diálogo, la cercanía y la reconstrucción del vínculo con la ciudadanía.

«Hoy comienzo pidiendo perdón», ha afirmado en Valencia nada más iniciar su intervención, dirigiéndose a los familiares de las 229 víctimas mortales. Sus palabras, ha subrayado, «van mucho más allá de un formalismo institucional» y nacen de «una convicción personal» que debe marcar el inicio de «un diálogo y de un entendimiento» entre afectados y administraciones. El nuevo presidente ha reconocido sin ambages que «ni el día 29 ni los días posteriores las administraciones públicas estuvieron a la altura de lo que merecía la sociedad».

Pérez Llorca ha descrito el último año como «largo y duro» para la sociedad valenciana, marcada por la tensión, la crispación y una politización que, a su juicio, «ha alejado los debates de las víctimas». Por eso ha reclamado «cerrar discusiones que solo encadenan resentimientos» para que las familias afectadas «no merezcan sentir más soledad».

El ya president ha confesado que «nunca en la vida» había imaginado dirigirse al Parlamento como jefe del Consell, definiendo el cargo como «un honor enorme» acompañado de una responsabilidad que asumirá «día a día, minuto a minuto» al frente de un gobierno que aspira a estar «a la altura del pueblo». Según ha explicado, en las últimas jornadas muchas personas le han deseado «suerte», un término que interpreta como «un mensaje de optimismo, esperanza y confianza en que las cosas pueden ser de otra manera».

El nuevo gobierno, ha asegurado, será «abierto, participativo y transversal», y no un gobierno «sectario». En este sentido, se ha comprometido a «no rechazar ninguna idea», independientemente de quién la plantee, siempre que sea útil para los valencianos. «La política es un servicio, no puede ser un frontón», ha sentenciado, reivindicando una etapa que «recupere la autoestima» y vuelva a «poner en pie el orgullo de ser valencianos».

Pérez Llorca ha llamado a «levantar la mirada» tras un año de dificultades y ha insistido en la necesidad de volver a creer en la capacidad colectiva para avanzar y cambiar lo vivido.

Ejes del mandato

El president ha definido la vivienda como «una urgencia vital» y el eje central de su acción de gobierno. Ha advertido de que «no hay proyecto de vida posible si la vivienda es un lujo» y ha apostado por aumentar la oferta, reducir trabas burocráticas y garantizar seguridad jurídica. «La gente quiere una casa digna; los jóvenes necesitan emanciparse y no pueden», ha lamentado, recordando que muchas familias no llegan a fin de mes y que numerosos emprendedores ven cómo las oportunidades «cada vez están más lejos».

Otra de sus grandes prioridades será la simplificación administrativa. Pérez Llorca ha denunciado que «la burocracia no puede ser un muro» y ha exigido que una licencia «no tarde meses» ni una ayuda «sea un laberinto». Su propósito, ha dicho, es «poner a las personas en el centro» y acercar la administración a toda la sociedad.

Ha dedicado también un apartado a los jóvenes, a los que considera «la generación más formada», pero también «la que tiene menos oportunidades». Conectar educación, formación profesional, universidades y empleo será clave para que «la Comunidad Valenciana sea un lugar donde valga la pena enraizar». «Si perdemos a nuestros jóvenes, perdemos el futuro», ha manifestado con firmeza.

En materia económica, el nuevo presidente ha defendido un modelo «moderno y avanzado», capaz de generar empleo estable y salarios dignos. Ha apostado por sectores como la tecnología, la energía, la biomedicina, la logística o la manufactura inteligente, que «multiplican oportunidades y dan solidez al futuro». También ha advertido de que «el esfuerzo no puede ser castigado por impuestos inasumibles» y ha defendido una fiscalidad que impulse —y no penalice— el trabajo.

Reivindicaciones históricas

Pérez Llorca ha reafirmado su compromiso con las grandes reivindicaciones valencianas: el agua, la financiación y los servicios públicos que garanticen igualdad real con el resto de España. «El autogobierno no es un símbolo, es una herramienta», ha recordado, insistiendo en que su defensa se hará «con lealtad, pero con firmeza».

El discurso ha concluido con una apelación al diálogo y al acuerdo como pilares del mandato que comienza. «Quiero que este mandato sea recordado porque fuimos capaces de acordar cuando todo parecía cerrado», ha dicho. Su objetivo, ha añadido, es que «en medio del ruido, cambiemos el paso» para poner «los intereses de la Comunidad Valenciana por delante de cualquier otro».

Con este discurso de apenas 20 minutos, el nuevo president ha abierto un ciclo político que quiere definir por la reconciliación, la escucha y la eficacia administrativa, y que arranca con una declaración de intenciones clara hacia las víctimas de la dana y hacia un territorio que, según ha afirmado, «siempre se ha levantado y volverá a hacerlo».