Uno de cada cinco españoles vive en riesgo de pobreza

Uno de cada cinco españoles vive en riesgo de pobreza. Al menos así lo documenta el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), basada en datos de 2016, que determina que el 22,3 por ciento de la población vive con unos ingresos por debajo de los 8.209 euros anuales por persona, cifra que marca dicho umbral. El estudio publicado este martes incluye otros datos que invitan a la preocupación. Como, por ejemplo, que el 38,1 % de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos o que el 39,5 % no puede disfrutar de unas vacaciones ni una semana al año.

Las conclusiones del estudio desvelan una realidad donde el 8,4 % de los españoles es incapaz de cumplir con los plazos de pago de su vivienda y consumos (hipoteca, alquiler, gas, electricidad, comunidad, etc.) y donde los menores de 16 años son los principales damnificados, pues en este rango de edad el riesgo de pobreza se eleva hasta el 28,8%. Según la encuesta, además, el ingreso medio por persona en España es de 10.708 euros al año; por hogar, el ingreso asciende a 26.730 euros.

Mientras los ingresos netos medios por persona y hogar han aumentado en doce meses un 2,8% y un 2,4%, respectivamente, la tasa de pobreza también lo ha hecho.

Diferencias entre comunidades

Andalucía es la región que peor parada sale en el informe. De acuerdo con el INE, el 35,7% de los andaluces se encuentra en situación de pobreza (13,6 puntos más que la media del país) y el 55% de los hogares no puede afrontar ningún tipo de imprevisto. En el lado contrario se encuentran País Vasco, Navarra y Madrid, donde los ingresos por persona son más altos, entre un 25 y un 30 por ciento por encima de la media, con 13.836, 13.300 y 12.534 euros anuales, respectivamente.

Por último, el 6,4% de los ciudadanos reconoce sufrir carencias materiales severas. Esto significa que no pueden irse de vacaciones al menos una semana al año, que no pueden comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días, que no pueden poner la calefacción o el aire acondicionado, que no tienen dinero para una lavadora, un televisor, un coche o un teléfono móvil y que, aun así, tienen dificultades para llegar a final de mes.