Castells perdió el apoyo de Iglesias en el Gobierno durante la campaña madrileña del 4-M
El profesor fue un protegido de Juanma Del Olmo, pero la llegada de Yolanda Díaz le debilitó a la vez que la cúpula morada se irritó por su acercamiento a Gabilondo
Manuel Castells, ex ministro de Universidades desde el pasado jueves, perdió la protección de Pablo Iglesias en el consejo de Ministros de Pedro Sánchez durante la campaña electoral de las municipales madrileñas del 4-M. Fuentes de Podemos revelan a THE OBJECTIVE que la cúpula morada se irritó con Castells porque consideró que el ministro (que formaba parte de la cuota de Unidas Podemos) se había acercado a Ángel Gabilondo y no a Iglesias, que había dejado la vicepresidencia para lidiar contra Isabel Díaz Ayuso. La pérdida de poder de Juanma Del Olmo en el Ejecutivo se tradujo en su definitivo debilitamiento.
La campaña del 4-M fue algo parecido a un momento de ruptura con Iglesias, explican las fuentes de Podemos consultadas. Castells, en realidad, entró en el Ejecutivo como cuota de Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona con quien Iglesias tampoco tuvo una relación excelente. Pero en las filas moradas subrayan que cuando Castells sufrió campañas en contra, los ministros morados siempre le defendieron. Mientras que durante la campaña electoral del 4-M, él se posicionó más a favor de Gabilondo que de Iglesias.
Castells anunció el pasado jueves su intención de dejar el cargo oficialmente por razones de salud. No detalló el tipo de problema que condicionó su salida, aunque la noticia sorprendió porque en el pasado Castells luchó para evitar ser alejado del Ejecutivo durante los momentos de tensión interna. En los meses previos a la remodelación del Gobierno del pasado verano, su nombre sonó con fuerza como uno de los ministros “en la cuerda floja”.
Acercamiento al PSOE
Castells entonces movió todos su contactos para evitar ser sustituido. La propia alcaldesa Ada Colau le había comunicado de manera confidencial que su intención era cambiarle, así que Castells empezó a llamar a los amigos activos en las filas del PSOE. De ahí que, según las fuentes consultadas, acabara respaldando a Gabilondo más que a Iglesias en la campaña del 4-M.
Finalmente, el ministro decidió dejar el cargo. Lo hizo pocos días después de que Sánchez rechazara avanzar en la reforma del sector universitario en la que estaba trabajando desde el comienzo de la legislatura. Dicha reforma era muy polémica, puesto que tanto los rectores como los sindicatos la criticaban. Se desconoce si la salida de Castells está relacionada con la decisión de Sánchez, que el propio profesor de sociología siempre había considerado un aliado más solido que Iglesias y los demás dirigentes de Podemos.
La salida de Castells tiene una segunda clave explicativa, según las fuentes de Podemos consultadas. El profesor mantenía una buena relación personal con Juanma Del Olmo, el fontanero y estratega de Podemos que gozó de plenos poderes hasta la llegada de Yolanda Díaz. El paulatino alejamiento de Del Olmo, del que ha informado en exclusiva este diario, acabó debilitando a Castells. Máxime porque coincidió con la irritación del círculo de Galapagar.
Subirats, un ministro más cercano a Yolanda Díaz
El sustituto de Castells ha sido elegido por Ada Colau con autonomía. El auge de Yolanda Díaz ha garantizado a la alcaldesa de Barcelona apostar por Joan Subirats, el ideólogo de su partido en Cataluña y uno de sus hombres de máxima confianza. Colau supo desde al menos el pasado mes de septiembre que «el PSOE no quería a Castells». Pero explicó entonces a Iglesias que «era uno de los suyos», y empezaron a pactar su relevo.
El problema de Castells ha sido que, tras perder la confianza de Iglesias, también había ido a menos el peso de Del Olmo, que seguía defendiéndole en los equilibrios gubernamentales. En cambio, Subirats sí se considera más orgánico con respecto al profesor de sociología. Fue la mano derecha de Colau y es un perfil de máxima lealtad y que intenta evitar los conflictos internos. Pero lo seguro es que, mientras Castells buscaba mantenerse con cierta autonomía y basculaba entre el sector socialista y el morado, Subirats se supone que cumplirá con más eficacia las ordenes que le lleguen de Colau y su aliada Yolanda Díaz.
