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La bronca política pasa factura al 8-M: un tercio menos de asistencia en Madrid que en 2022

Según la Delegación, se han manifestado 17.000 personas en la convocada por la Comisión 8-M, cercana a Podemos, y 10.000 en la del Movimiento Feminista

La bronca política pasa factura al 8-M: un tercio menos de asistencia en Madrid que en 2022

Imagen de la plaza de Cibeles. | Gtres

Cerca de 30.000 mujeres, 17.000 en la manifestación convocada por la Comisión 8-M, cercana a Podemos, y 10.000 en la del Movimiento Feminista de Madrid, tomaron este miércoles el centro de Madrid para reivindicar sus derechos en el Día de la Mujer, 20.000 menos que el año pasado, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno, aunque las organizadoras cifran en 700.000 las participantes.

Las ministras que participaron en la marcha lo hicieron en la organizada por la Comisión 8-M, incluidas las socialistas, aunque cada una de ellas bajo su pancarta y sin coincidir en ninguna foto. La brecha que ha originado la proposición del PSOE para modificar la controvertida ley del sólo sí es sí de Igualdad estaba muy presente en la celebración del 8-M.

Así, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, apeló a «la unidad de todas las mujeres» y al ser preguntada por las divergencias señaló que se trata de «discrepancias técnicas», que no hacen peligrar la continuidad del Gobierno de coalición.

«La rivalidad no está entre las mujeres, sino con aquellos que niegan que existe un machismo estructural en la sociedad». Por eso, «las mujeres socialistas nos damos la mano con el resto para trasladar que existe una cuesta empinada que aún debemos superar, y que es mejor que lo hagamos juntas».

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, defendió los derechos de las personas trans, una cuestión que divide al feminismo y que denostaban en la otra manifestación.

Preguntada por lo que significaba para ella ser mujer, respondió que supone «tener más riesgo de precariedad y tener más riesgo de pobreza». «Si esa pregunta se hace con la intención de cuestionar que las mujeres trans son mujeres, se llama transfobia, se llama vulnerar los derechos humanos», espetó, como ya lo había hecho esta mañana en el acto institucional organizado por su ministerio.

Junto a la ministra socialista estaban sus compañeras, como la titular de Ciencia, Diana Morant; la de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Reyes Maroto. Al lado de Irene Montero, estaba la Delegada de Violencia de Género, Victoria Rosell; su secretaria de Estado de Violencia de Género, Ángela Rodríguez; así como la secretaria de Organización de Podemos y secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge.

Desde la manifestación del 8-M en Mérida, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró que el feminismo es «un eje estratégico del Gobierno y lo ha sido desde el principio» y lamentó que en los últimos días «se han dicho cosas muy exageradas y, en ocasiones, sacadas de tono» en relación a la reforma de la ley del sólo sí es sí. Por ello, llamó a «mantener la calma» y a gestionar las «diferencias» en el seno del Ejecutivo «con total normalidad».

Muchas de las mujeres que estaban en las manifestaciones de Madrid, las verdaderas protagonistas del Día Internacional de la Mujer, lamentaron a Servimedia la división del feminismo. Las más veteranas culpaban a Irene Montero de la ruptura por la ley trans y la ley del solo sí es sí mientras que las más jóvenes apoyaban a la líder de Podemos precisamente por esas leyes.

Todas coincidieron en que la igualdad sigue siendo «una asignatura pendiente», que «hay que acabar con la brecha salarial, con la violencia de género y la sexual» porque «no nos merecemos vivir con miedo» y apostaron «por cerrar esta brecha porque el feminismo mejora nuestras vidas».

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