Un organismo vasco financiado por el Gobierno considera víctima al primer asesino de ETA
Aranzadi incluye en uno de sus proyectos a Francisco Javier Etxebarrieta, que mató a un guardia civil en 1968
La polémica se repite con la sociedad de ciencias Aranzadi y sus controvertidos listados de víctimas. Este organismo vasco, financiado por el Gobierno autonómico y el central, y «dedicado a la recuperación de la memoria histórica», ha destacado en su proyecto Tolosa Oroimena, realizado a instancias del Consistorio de este municipio, gobernado por EH Bildu, a Francisco Javier Etxebarrieta, alias ‘Txabi’, considerado como el primer asesino de ETA tras acabar con la vida de un guardia civil en 1968. En concreto, lo incluye, según ha podido comprobar THE OBJECTIVE, en una relación de «víctimas de violaciones de derechos humanos» junto a otras de la propia banda terrorista.
Su ficha, en la que no se menciona su historial delictivo, describe datos básicos como su fecha de nacimiento y de defunción, sus estudios, relaciones familiares y su rol como «miembro de ETA». ‘Txabi’ murió tras un enfrentamiento a tiros con la Guardia Civil en Tolosa, dos horas después de perpetrar el asesinato de un miembro del Instituto Armado, José Antonio Pardines, con la colaboración de otro etarra, Iñaki Sarasketa. Distintos estudios sitúan en la muerte de Etxebarrieta el germen de ETA. Un terrorista «invisible» para las fuerzas de seguridad que años después influyó de manera trascendental en la banda terrorista.
No es la primera vez que un estudio de esta sociedad de ciencias se convierte en noticia. En abril, el PSE-EE de Galdácano, en Vizcaya, denunció que el Ayuntamiento de esta localidad vasca, en manos de EH-Bildu, Auzoak, Usansolo Herria y Podemos, mantenía a «asesinos» como Xabier García Gaztelu, conocido como ‘Txapote’, o Jon Bienzobas en la página web Galdakao Oroimena, otro proyecto de memoria histórica desarrollado también por Aranzadi. En la misma, se les consideraba «víctimas de persecución policial, exilio por miedo a torturas o aplicación de política penitenciaria de excepción».
‘Txapote’ fue condenado por las asesinatos, entre otros, del edil del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, los dirigentes socialistas Fernando Buesa y Fernando Múgica o el representante del PP Gregorio Ordoñez. Por su parte, el militante de ETA Jon Bienzobas fue condenado por asesinar al expresidente del Tribunal Constitucional Tomas y Valiente. El partido socialista vasco, que insistió en que «ningún miembro de ETA era una víctima», exigió al Ayuntamiento que retirase los nombres de los citados terroristas, ambos oriundos de Galdácano. Poco después, tras la polémica suscitada, Aranzadi se comprometió a estudiar si debía realizar cambios en sus webs municipales sobre víctimas.
«Dar cobijo a dos jóvenes»
Este periódico ha podido verificar que las fichas de los citados terroristas no aparecen por el momento en la página web. «El trabajo científico realizado por Aranzadi no estará disponible provisionalmente, a petición de la sociedad científica», señalan desde esta organismo. No obstante, sí mantiene los perfiles de otros etarras en otras webs municipales como la de Tolosa Oroimena. Es el caso de Francisco Javier Etxebarrieta, ‘Txabi’.
En una investigación conjunta con la Universidad del País Vasco (UPV) sobre la muerte del etarra Txabi Etxebarrieta publicada en 2022, Aranzadi concluyó que «existían altas probabilidades de una vulneración directa de su derecho a la vida». Según estos organismos, la autopsia supuestamente «certifica un disparo por la espalda».
Por otro lado, la página Tolosa Oroimena también incluye a Eduardo Osa Santibañez como víctima de tortura por la conculcación de su integridad física, psíquica y moral. Este hombre fue detenido, según reza la información de su ficha, «por dar cobijo en su domicilio a dos jóvenes que huían de la Guardia Civil». Estos «dos jóvenes», según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, son en realidad ‘Txabi’ e Iñaki Sarasketa, los cuales se escondieron en la vivienda de Santibañez tras asesinar al guardia civil José Antonio Pardines.
Estándares internacionales de víctimas
Cinco meses después de que surgiese la polémica, la sociedad de ciencias vasca sigue sin revisar todos los casos que aparecen en sus estudios. En abril se comprometió a «hacer reuniones sobre el asunto debido a la polémica suscitada» y aseguró que «si había que hacer alguna mejora se haría». No obstante, remarcaron que «los informes de la sociedad respondían a metodologías científicas que eran «lentas».
En cualquier caso, los responsables del estudio defendieron que para clasificar a las víctimas de derechos humanos se siguieron los estándares internacionales por los que no tendrían cabida ‘Txapote’ y Bienzobas, pero que igualmente se incluyeron en un espacio aparte donde figuran «personas afectadas por otros hechos de motivación política».