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Política

La izquierda populista de Portugal se suma a la internacional de Podemos sobre la guerra

El Bloco de Esquerda se une a Podemos en su «movimiento por la paz» que pide una conferencia de paz y rechaza el envío de armas a la resistencia de Ucrania

La izquierda populista de Portugal se suma a la internacional de Podemos sobre la guerra

Europa Press

El Bloco de Esquerda de Portugal se han sumado a la internacional de partidos de izquierdas que Podemos impulsa para rechazar el envío de armas a la resistencia de Ucrania y centrar toda respuesta al esfuerzo diplomático. Los morados lanzaron su proyecto la semana pasada. Enseguida lograron el apoyo de dirigentes como el laborista británico Jeremy Corbyn y el partido francés de Jean-Luc Melenchon. Los morados esperan tejer una red de alianzas internacional para salir del aislamiento interno en el que han caído tras desmarcarse en el Congreso de todo tipo de acción centrada en apoyar desde el punto de vista militar o paramilitar al Gobierno de Kiev.

Podemos se quedó solo en el Congreso hace dos semanas cuando se debatió sobre el envío de armas a Ucrania. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró en un primer momento contrario al envío de armas y municiones a Kiev. Podemos celebró dicha posición. Pero en menos de 48 horas, dio un giro de 180 grados y anunció en el Congreso que se sumaba a otros países para otorgar a los resistentes ayuda material y armas. El grupo político de Unidas Podemos se dividió: el segmento de Yolanda Díaz respaldó a Sánchez, mientras que las ministras Irene Montero y Ione Belarra se negaron a hacerlo.

Los morados descubrieron su aislamiento, que achacan entre otras cosas a los medios de comunicación, a los que acusan de difundir mensajes belicistas. Según Podemos, ofrecer a la resistencia de Kiev armas puede generar una escalada del conflicto. Esta posición que se tomó en las altas esferas del partido, todavía bajo la influencia de Pablo Iglesias, ha generado no obstante cierta tensión interna que el núcleo duro del partido morado intenta sortear sacando músculo de sus alianzas internacionales.

Corbyn y Mélenchon

Podemos empezó a hablar de la creación de un «movimiento por la paz» que aspira a sumar partidos y líderes políticos a nivel europeo y que coinciden en su posición. Después de Corbyn y Mélenchon, se esperaba una declaración en este sentido del nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, quien en cambio ha evitado pronunciarse al respecto. La posición de Boric ha llevado a una ruptura con otros Gobiernos de izquierda en América Latina, como los de Venezuela y Cuba, cuya postura se acerca a la de Podemos, aunque difieren en el nivel de condena de la invasión de Rusia.

El pasado lunes, Podemos celebró que los comunistas portugueses del Bloco de Esquerda se hayan sumado a la iniciativa. Esta entente sirve a Podemos para posicionarse en el tablero internacional y ganar espacio en la política interna. Podemos quiere salir del rincón en el que se ve confinado. Aunque en el partido insisten en acercarse a todas aquellas personas escépticas sobre el envío de armas a Ucrania, y más en general reacias a que España se involucre demasiado en el conflicto.

El Bloco de Esquerda es uno de los dos partidos considerado de izquierda populista de Portugal. Hasta el año pasado, el Bloco apoyó al presidente socialista António Costa. Aunque decidió no apoyar los nuevos Presupuestos del Gobierno, llevando el país a nuevas elecciones. En los comicios del pasado mes de enero, Costa revalidó su mayoría, mientras que el Bloco pasó de 19 a cinco diputados. Tras perder 252.000 votos, ha pasado a ser la sexta fuerza, por detrás de la coalición formada por comunistas y Los Verdes.

En una rueda de prensa, la lideresa del Bloco, Catarina Martins, afirmó su posición de apoyo a una «conferencia de paz». «La solidaridad con el pueblo ucraniano y las fuertes sanciones contra la oligarquía rusa son fundamentales. Pero debemos dar el siguiente paso: convocar una Conferencia de Paz, bajo los auspicios de la ONU, que respete a Ucrania y garantice la seguridad en Europa», afirmó Martins. Para los morados, esto significa un respaldo oficial y directo a su movimiento por la paz.

Escudo social de 5.700 millones

Podemos cree que en España hay un 40% de votantes contrarios al envío de armas a Ucrania. Se trata de un sector de la población que en el resto de Europa ya se ha calificado de «equidistante», puesto que rechaza la invasión de Rusia pero también señala las gestiones de la OTAN en los últimos años como factores que desestabilizan la región. Parte de la izquierda radical se ubica en este nicho electoral, aunque es lógico pensar que también existan electores de derechas.

El problema para Podemos es que no cree en el envío de armas ni en las sanciones duras contra Rusia. Entre otras cosas porque cree que la economía española se verá afectada gravemente por el efecto de las transacciones con Rusia. Y que esto se traducirá en malestar hacia el Ejecutivo. Es por ello que Podemos se limita a pedir una solución estrictamente diplomática, lo que se traduce de facto por la rendición del Gobierno de Kiev. Con esta táctica los morados confían en salvarse de la ola de malestar popular, a la que también piden responder con un ingente gasto público.

Desde el pasado viernes, Podemos habla de crear un «escudo social» parecido al que se creó durante la pandemia para ayudar a los más necesitados. Los morados quieren que sean las grandes empresas de energía las que carguen con el grueso del aumento del precio de la electricidad y la gasolina. A la vez, propone entregar un cheque de 300 euros a las 19 millones de personas sujetas al mercado regulado de la luz. Según Podemos, se trata de un plan «perfectamente viable», que cifran en 5.700 millones de euros anuales.

Los morados llevan varios días incidiendo en la puesta en marcha de dicho «escudo» para, entre otras cosas, quitar de los focos la cuestión del envío de las armas a Ucrania. En la rueda de prensa del pasado lunes, Podemos obvió todo tipo de comentario sobre el envío de las armas y se centró en las medidas sociales del Gobierno. Aunque el portavoz Pablo Fernández recordó que «es imprescindible apostar por la paz», defender los derechos humanos y acoger a los refugiados. En el caso de Podemos, la diplomacia sobre Ucrania empieza en otra diplomacia entre los partidos de izquierdas, para coordinar posturas y sumar fuerzas.

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