Iglesias y Espinosa de los Monteros se enzarzan en Twitter por las armas: «Cateto, terrorista, pijoprogre…»
El exlíder de Unidas Podemos y el portavoz de Vox mantuvieron una sonada disputa en las redes sociales por la tenencia de armas
Si el Congreso de los Diputados ya era un polvorín de por sí, Twitter no se queda atrás en la era de la polarización. El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, y el exlíder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha sido los protagonistas de último rifirrafe en las redes sociales y que ha virado entre los reproches sobre los orígenes familiares de uno y otro, mentes a los padres de ambos y acusaciones de «cateto», terrorista y «pijoprogres».
Todo arranca en 2012, cuando en un monólogo del popular programa La Tuerka —con el que logró saltar a una ligera fama que le sería suficiente para fijarse como referencia de una izquierda que se encaminaba al 15-M y que el propio Iglesias supo encabezar gracias a la popularidad cosechada en esos años—, el exlíder de Podemos reflexiona acerca de la tenencia de armas en Estados Unidos, un derecho amparado por la Constitución en su Segunda Enmienda, y alaba las virtudes que esta posibilidad tuvo en su época, allá por el siglo XVIII, para evitar que unos pocos pudieran imponer su poder en una sociedad en desarrollo.
En esta reflexión acerca del reparto del monopolio de la violencia de Webber, asegura que esta, es una de las herencias del país que se han de agradecer (aunque posteriormente destaque que este hecho no es equiparable a la situación actual, en la que una gran parte de la población puede portar una arma sin excesivas complicaciones).
De catetos a terroristas
Aunque hayan pasado 10 años de estas afirmaciones, el debate de la masacre de Texas y las acusaciones de varios grupos parlamentarios hacia la formación de Santiago Abascal, de quien sostienen que promulga una legislación con respecto a esta materia mucho más laxa que la actual.
El primer mensaje de esta encendida disputa llega de Espinosa de los Monteros, quien asegura que se ha producido una gran conmoción en la Cámara «porque le he atribuido a Pablo Iglesias la frase ‘El derecho a portar armas es una de las bases de la democracia‘». «Siento si he ofendido a Podemos al citar al fundador Podemos», cierra el portavoz, que cita el mencionado monólogo.
A este mensaje respondería Iglesias, a quien seguro que le pitarían los oídos al verse mentado por una polémica que en tantas ocasiones se le ha vuelto en contra. Citando el mensaje de su excompañero de legislatura, Iglesias defiende que entonces lo que hacía era desarrollar «el sentido histórico y teórico de la II Enmienda de la Constitución de EEUU» y no la defensa de portar armas en las masacres escolares.
Posteriormente hace referencia a la infancia de Espinosa de los Monteros, quien creció en Chicago debido al trabajo de su padre, Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós (IV marqués de Valtierra), y aseguraría que el haber crecido en esta ciudad no había librado al miembro de Vox de hacer «el ridículo así» y de «ser un cateto» al que la «meritocracia» no había podido salvar.
A estas acusaciones respondería Espinosa, quien regresando a su origen estadounidense y a su infancia en ‘la ciudad del viento’ le reprocharía que su padre trabajaba como funcionario, para, a renglón seguido atacar el pasado del padre del exfundador de Podemos, de quien dirá que guardaba «relación con el terrorismo» en referencia a la corta militancia de Francisco Javier Iglesias en el Frente Revolucionario Antifascista Patriótico (FRAP) que tantas veces ha sido lanzada en contra de Iglesias en la Cámara y en redes y que incluso ha conllevado varios litigios, como el perdido por el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, quien ha sido condenado a pagar 15.000 euros al padre del tertuliano por acusarle de terrorista.
La disputa continúa y el miembro de Vox entra en el terreno económico cuando asegura que su padre «invirtió sus ahorros en la educación de 5 hijos, mientras el tuyo se lo ahorró; así pudo heredar su mimado hijo único y comprarse un chaletito».
Tras esto, la disputa se recrudece. Iglesias carga contra el padre de Espinosa, que «como buen aristócrata, no se enriqueció por hacer oposiciones, sino por ocupar cargos directivos en empresas», mientras que asegura que el suyo «luchó contra la dictadura y vivió de su trabajo».
Sin embargo, el reproche más duro llegaría cuando acusó al portavoz de ser «un parásito y un jeta, condenado por no pagar a sus trabajadores» al no remunerar a quienes reformaron el tan polémico chalé que comparte con la líder del partido en la Comunidad de Madrid.
La última manga de este envite en el barro lo tiraría de los Monteros, que tacharía al ex vicepresidente del Gobierno de «pijoprogre consentido», de no haber tenido «que afrontar una responsabilidad en su vida», de «dar lecciones a los demás» a pesar de su impotencia.
Espinosa cerraría un conflicto que Iglesias rechazaría responder acusando al presentador de guardar «rencor a los hijos de los que han destacado por algo», y cierra lamentando el futuro de los pequeños que comparte con la ministra de Igualdad, Irene Montero: «Lo siento por sus hijos».
De risas en el Congreso a estar de garrotazos en redes
Esta trifulca en Twitter choca con la buena relación que parecían mantener ambos en 2019, cuando compartían una conversación de contenido privado que pudieron captar las cámaras y en la que junto a Inés Arrimadas se desternillaban de una anécdota del portavoz de Vox durante los actos del Día de la Constitución.
Anda que no ha llovido. Una pandemia, varias dimisiones de por medio, elecciones con mejor y peor resultado para ambos y una separación entre los dos que ahora ha finalizado con esta dura pelea personal.