Olona evita la autocrítica y culpa al «activismo» de la prensa de no cumplir las expectativas
La candidata de Vox afirma que se queda en Andalucía y promete «reabrir debates que la izquierda había dicho que no se podían abrir»
Vox realizará examen de conciencia. Lo hará de manera interna, discretamente, ha reconocido Macarena Olona este lunes, tras la resaca electoral. Su partido es, junto al PP, el único que crece en las elecciones de Andalucía. Apenas lo hace dos escaños, cuando las expectativas eran doblar los 12 de los pasados comicios. La candidata de la formación verde ha evitado la autocrítica, aunque ha lamentado que el crecimiento no haya sido mayor. Olona, que ha recalcado que se queda en Andalucía, ha culpado a algunos medios de comunicación de hacer «activismo político». En esta legislatura promete «reabrir debates que la izquierda había dicho que no se podían abrir».
El efecto Olona no fue tal. Vox consigue 14 diputados, dos más que en la pasada legislatura, aunque la mayoría absoluta del PP convierte ese resultado en irrelevante. A pesar del giro a la derecha en Andalucía, la formación verde se queda muy lejos de su expectativa de doblar escaños. Fue el propio líder nacional, Santiago Abascal, quien introdujo esa variable a finales de mayo, cuando aseguró que los sondeos internos les otorgaban 26 escaños. No obstante, la debacle de Ciudadanos le convierte en la tercera fuerza del Parlamento regional.
Lo importante para Olona
Los dirigentes de la formación verde repitieron desde entonces que si el aspirante del PP, Juan Manuel Moreno, dependía de ellos para ser presidente de la Junta, tendría que incluirlos en el futuro gobierno. No será necesario. Olona reconoce que hubiese preferido un mayor crecimiento para su partido, pero asegura que los resultados les dejan «muy satisfechos porque pasamos de quinta a tercera fuerza». Insiste en que el balance del 19 de junio es positivo porque los andaluces «le han dicho no al gobierno de Pedro Sánchez». Y es que Vox había articulado este proceso en clave nacional.
«Lo importante no son 14 o 20 escaños. Ni la mayoría absoluta, si no lo que se hace con ella», ha remarcado Olona. La candidata de Vox ha confirmado que se queda en Andalucía, pese a lo que apuntaron algunos medios, y que lo hará para «vigilar» a Moreno, a quien los ciudadanos le han entregado «un cheque en blanco». La abogada alicantina ha mostrado su «mano tendida» en aquellos asuntos que sean buenos para la región. No obstante, ha asegurado que liderará la oposición «en aquellos puntos de consenso que mantienen abrazados al PSOE y al PP».
La intención de Olona es «reabrir debates que la izquierda había dicho que no se podían abrir». Desde el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede de la Cámara regional, tratará de que el nuevo gobierno autonómico reduzca gasto político, que no ha precisado; mejore la seguridad en las calles y ponga a las familias en el foco de las políticas públicas. Su capacidad de influir en el futuro Ejecutivo es limitada, salvo que se lleguen a grandes consensos durante la legislatura, ya que el PP contará con una mayoría absoluta en Andalucía por primera vez en su historia.
El voto masivo a Moreno pudo haber perjudicado las aspiraciones de Vox. En estas elecciones, la formación verde trataba de acercarse a los resultados obtenidos en las generales de abril de 2019, cuando 869.909 andaluces, más del 20% de los votantes, eligió su papeleta. Sin embargo, se han quedado lejos. No ha habido macarenazo y desde fuera y dentro del partido se apunta a una «campaña desastrosa». Las voces críticas crecen en el seno del partido de Abascal ante la preocupación de que los resultados en Andalucía se contagien a otros territorios y futuros comicios.
«El retrete de la historia»
La versión oficial es que estos datos no son extrapolables a otros procesos. La propia Olona se ha referido a ello al asegurar que «la realidad demuestra dónde acaban los partidos que cambian de ideas: en el retrete de la historia política». De esta manera hacía una crítica velada a otras formaciones, como Ciudadanos y Podemos, que han sufrido un descalabro, especialmente en el primer caso. Los de Juan Marín se han quedado sin presentación parlamentaria. La abogada alicantina ha asegurado que Vox no busca ocupar una poltrona, sino «defender unos valores muy necesarios».
«La campaña no ha sido sencilla», ha reconocido Olona, que ha evitado la autocrítica. No ha querido detallar qué ha fallado en estos días. Se ha limitado a contestar que se trata de una cuestión de interna que abordarán discretamente. «Programa, programa, programa», ha repetido, aunque el que ha presentado su formación para estos comicios apenas contenía 10 puntos y solo el primero se centraba en Andalucía. La candidata de Vox ha preferido arremeter contra el papel que ha desempeñado la prensa estos días. «Ha habido un cierto sentimiento de ser David luchando contra Goliat».
La abogada alicantina ha recuperado un pasaje bíblico para destacar que su equipo ha tenido que luchar contra elementos muy poderosos. Buena parte de las críticas a su equipo llegan desde dentro y se dirigen a Álvaro Zancajo, su jefe de Comunicación, al que ha confirmado. Olona ha insistido en que su candidatura sufrió «un intento de ilegalización» y «la utilización utilización de instituciones por el PSOE de manera espuria». Y de nuevo ha atacado a la prensa, a la que ha acusado de hacer «activismo político» y «terrorismo informativo».
«Vox no ha bailado el agua a los medios de comunicación en esta campaña. Se han difundido muchos bulos», ha insistido Olona. Entre ellos destaca los de que Vox había suspendido la campaña electoral o que no había renunciado a su acta en el Congreso para volver a Madrid. No hay vuelta atrás porque su compromiso con Andalucía «es firme». De momento, porque a preguntas de los periodistas, la abogada alicantina no ha rechazado tajantemente que vuelva a concurrir a las generales del próximo año. «No puedo asegurar cuáles son los designios de Dios».
Olona ha subrayado que el mensaje del miedo «ya no funciona a las fuerzas de la izquierda ni de la derecha». Se ha vuelto a referir entonces al papel de la prensa y al «apagón informativo» que ha sufrido, aunque descartó realizar entrevista con diferentes medios, entre ellos THE OBJECTIVE. «Poca gente duda de que cuando se hacen valoraciones de Vox se hacen al dictado». En su opinión, ella solo pudo lanzar su mensaje en los debates, de los que salió «satisfecha». Algunos periodistas, vetados en sus ruedas de prensa, ni siquiera han tenido esa oportunidad.