Junqueras se perpetúa al frente de ERC: adelanta el congreso e impide otros candidatos
El partido ya modificó en 2020 sus estatutos para que su líder y Marta Rovira pudieran acceder a un cuarto mandato consecutivo
Oriol Junqueras.
Oriol Junqueras controla ERC con puño de hierro. El exvicepresidente del Govern condenado por sedición y Marta Rovira, secretaria de organización y fugada a Suiza, repetirán tándem para mantenerse al frente de la dirección republicana por cuarto mandato consecutivo. Después de que en 2020 cambiaran los estatutos -que limitaban a tres los mandatos-, ambos dirigentes han acordado ahora adelantar un año el congreso del partido. A través de una carta a la militancia, lo han convocado para el próximo 6 de noviembre y ni Junqueras ni Rovira contarán con rival.
Desde su primera elección, el 1 de octubre de 2011 en Gerona, y posteriormente en 2015 y en 2019, Junqueras y Rovira han logrado la confianza de las bases sin medirse ante candidatos alternativos. No obstante, este adelanto del congreso y «la falta de neutralidad» de Marta Vilalta, portavoz de ERC, a la hora de anunciar el adelanto de la cita ha generado malestar en las corrientes internas que discrepan abiertamente con la línea actual de la dirección.
«No vemos motivo para adelantar un año el congreso. A la práctica es una perpetuación en el poder de Junqueras y Rovira, ya que no favorece que haya alternativas», explican a instancias de THE OBJECTIVE desde el Col·lectiu Primer d’Octubre, una plataforma que agrupa a parte de las bases de ERC que denuncia que la dirección ha renegado del «mandato del 1-O», en referencia al referéndum del 1 de octubre de 2017.
La decisió sobre qui ens ha de liderar ha de ser de la militància.
Que des de la Direcció del partit digueu ara ja quin serà el resultat denota manca de respecte a la llibertat de vot de la militància https://t.co/8hjHdLAd4W— Col·lectiu Primer d’Octubre: militants d’ERC (@1doctubre2) August 30, 2022
Aparcar la independencia a 2050
En la misiva, Junqueras y Rovira defienden continuar liderando el partido para «hacer de ERC una organización aún más fuerte». Ambos dirigentes saben que las elecciones municipales del próximo mayo tendrán una lectura en clave autonómica y, en plena pugna con Junts per Catalunya, quieren mantener su control férreo sobre la estrategia del partido.
De hecho, según denuncia este sector crítico de Col·lectiu Primer d’Octubre otra «de las disfunciones» del próximo congreso es que «se elige primero la dirección y después la estrategia». Una novedad que se incorporó en 2019 pero que tildan de «errónea» y que sirve a los intereses de la cúpula para no avanzar hacia el plan secesionista.
Como avanzó este diario, el documento encargado a Raül Romeva sobre la ponencia política de ERC se fijaban los «retos nacionales» para la década de 2040 a 2050. Algo que ocasionó un terremoto interno entre las bases, pero la cúpula impone su estrategia y alianza con el Gobierno de Pedro Sánchez.
La conferencia nacional de ERC, celebrada el pasado marzo, concluyó con un apoyo a la búlgara, del 97%, a la nueva ponencia de la dirección del partido basada en priorizar la negociación con el Estado y posponer otras vías hacia la independencia, como es la vía unilateral. Sin embargo, este apoyo masivo solo correspondió al 7% de militantes que acudieron al evento.
Según fuentes de ERC, el partido cuenta con casi 10.000 militantes, mientras que en la conferencia nacional se registraron 688 votos. De estos, 669 fueron favorables, mientras que los rechazos a la nueva hoja de ruta del partido solo cosechó siete votos y 12 en blanco.
En la misma línea, en 2020 la organización modificó sus estatutos con el fin de que Junqueras y Rovira pudieran revalidar su cargo con el pretexto de no haber podido ejercer «plenamente» sus funciones debido a la «cárcel» y «exilio» sufridos.
Rufián incomoda a las bases
El Col·lectiu Primer d’Octubre lleva tiempo solicitando a su partido que «Rufián dé explicaciones» por cada incumplimiento del Ejecutivo de Sánchez con los pactos que previamente había forjado el portavoz de ERC en el congreso. No obstante, la gota que colmó el vaso de la paciencia de este sector fueron sus palabras llamando «tarado» a Carles Puigdemont por declarar la independencia de Cataluña.
Cuadros republicanos críticos con la actual línea de la dirección exigieron el cese de Rufián de su cargo de portavoz por sus recurrentes invectivas contra Junts per Catalunya, socio de ERC en el Ejecutivo catalán. Pero Rufián tiene el apoyo de Oriol Junqueras, y todo apunta a que Junqueras seguirá con el control del partido al menos por un cuarto mandato.
