Una combativa Corea alcanza los octavos con locura final
Los asiáticos se meten en la siguiente ronda con un gol en el descuento ante Portugal que desató la locura de los de Paulo Bento
Corea del Sur ha vencido (2-1) a Portugal este viernes con un trabajado triunfo y un gol en el descuento para, después de la victoria (0-2) de Uruguay sobre Ghana, alcanzar diez años después los octavos de final, clasificándose como segunda en la última jornada del Grupo H del Mundial de Catar.
El conjunto entrenado por Paulo Bento, que vio el encuentro en la grada, remontó el primer tanto de una Portugal que introdujo nueve cambios, con un Cristiano que jugó su vigésimo partido en un Mundial. La alegría coreana llegó en el añadido de la segunda parte, cuando toda parecía estar perdido, pero la figura de Heung-Min Son emergió a tiempo para asistir a Hwang Hee-Chan en el 2-1. Es la primera vez que tres equipos de la Confederación Asiática se clasifican para octavos -Australia, Japón y Corea-.
Sin tiempo para el tanteo típico, Portugal y su unidad ‘B’ empezó con buen pie y encaminó su pleno con un tanto tempranero de Horta, que remató con seguridad un servicio atrás de Diogo Dalot, en una combinación de escuadra y cartabón lusa. El gol rebajó la ilusión de los asiáticos, que sin embargo pudieron empatar en una falta lateral con un remate que sacó con reflejos Digo Costa y en el rechace Kim Jing Su empujó el esférico pero en fuera de juego.
Esto despertó a los coreanos y en un saque de esquina recuperó la fe en forma de empate, después de que el baló golpeara en la espalda de Cristiano Ronaldo, dejando el balón franco a Kim Young-Gwon que ‘fusiló’ a Costa en el área pequeña. Se ponían a solo un gol de ser equipo de octavos de final. Ya pasado el ecuador de la primera parte, el ‘7’ luso intentó desquitarse con una ocasión clara en un mano a mano ante Seung-Gyu Kim, pero su posición era antirreglamentaria.
Portugal se desperezó con un disparó lejano de Diogo Dalot tras recibir un balón largo, aprovechando, como mejor recurso hasta ese momento, la profundidad de sus laterales. Y, después de que Corea del Sur disfrutara de par de oportunidades, Cristiano Ronaldo pudo aumentar la ventaja al recoger un rechace de un disparo de Vitinha, sin fortuna en su cabezazo algo forzado.
Tras una primera parte marcada por la eficacia y la ‘pegada’ de ambas selecciones, Portugal comenzó siendo dueña del balón con posesiones eternas que terminaban por desesperar a Corea. Cristiano Ronaldo pudo poner el 1-2, pero no acertó en su remate dentro del área, en posición adelantada. Corea se refugiaba en las transiciones, con un Son atacando al espacio y con poción de rematar en más de una ocasión, sin suerte.
El partido entró en unos minutos algo soporíferos, en tierra de nadie y sin ocasiones de peligro. Paulo Bento, desde la grada, y Fernando Santos movieron el banquillo pasada la hora de juego para revitalizar un partido algo inanimado. Se retiró un Cristiano Ronaldo al que se le sigue resistiendo el noveno gol en Mundiales, sin alcanzar todavía a la estrella lusa Eusébio.
El último cuarto de hora fue de ida y vuelta, aunque sin sufrimiento excesivo para Portugal, y con Corea volcada, pero sin capacidad física y técnica para convertir el gol de la remontada. El corazón y la fe asiáticos no podían con un combinado luso que anestesió el encuentro al final a base de posesiones interminables.
Pero la locura tenía reservado un capítulo para el descuento del encuentro, cuando Son lideró una rápida transición y, rodeado por tres rivales en la frontal, se inventó una asistencia magnífica para que Hwang Hee-Chan rematara dentro del área al primer toque y dar una victoria histórica a Corea. Este tanto metía como segundo al combinado asiático, que jugará sus terceros octavos de final en su historia.