Díaz se postula como referente en España del nuevo 'populismo de rostro amable' del sur
Los encuentros con Lula (Brasil), Petro (Colombia) y Boric (Chile) responden al plan de ofrecerse como puente en Europa de la nueva izquierda latinoamericana
Yolanda Díaz con Lula da Silva en Brasil. | Twitter de Yolanda Díaz
La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha intensificado sus esfuerzos para ofrecerse como «referente» en España de la nueva izquierda emergente en América Latina. Es una operación parecida a la que planteó Podemos en sus primeros años de vida, aunque los afines a Díaz creen que ahora el tono y las políticas de los nuevos mandatarios en el subcontinente americano son menos radicales que hace quince o veinte años. Díaz quiere cabalgar esa nueva ola de ‘populismo de rostro amable‘ para enmendar, tanto dentro como fuera de España, la «etapa» de Podemos, que ella y su entorno consideran acabada.
A lo largo de los últimos doce meses, Díaz ha viajado a Brasil, Chile, Uruguay, México y Argentina, entre otros países de América. Sus afines subrayan la entente con los nuevos gobernantes en esos países, todos provenientes de una nueva ola izquierdista que consideran menos radical y revolucionaria que la impulsada por Hugo Chavez desde finales de los noventa. Díaz quiere conectar con esos sectores para ofrecerse como referente en España, al igual que hizo Iglesias después de la fundación de Podemos.
La diferencia reside en que antes los referentes de ese espacio eran Correa, Evo Morales, Kirchner, Chávez y Maduro, mientras que ahora se afianzan izquierdas menos radicalizadas. La evolución de Gabriel Boric en Chile es un ejemplo de ello, mientras que Lula da Silva en Brasil y Gustavo Petro en Colombia son otros líderes que Díaz quiere tener cerca para legitimar su liderazgo desde el exterior. En Unidas Podemos algunos hablan de un «eje Lula-Boric-Petro» que representa una nueva ola de la izquierda latinoamericana.
«La ministra mejor valorada»
Díaz lanzó esa operación hace casi un año, cuando se entrevistó con Lula en Brasil antes de que se anunciara su candidatura. Entonces, algunos referentes del espacio de Unidas Podemos activos en ese país (tal vez en un juego de alejamiento de Iglesias y Podemos) ofrecieron la idea de una «Yolanda Díaz como la ministra mejor valorada del Gobierno de España». En los dosieres que ofrecieron a la prensa local se recogían los datos de las encuestas del CIS para avalar esa imagen.
Díaz se citó con Lula oficialmente para explicar su reforma laboral. Aunque, claramente, su objetivo era demostrar su proyección en el exterior y aprovecharla en clave doméstica. Ese mismo esquema lo ha empleado en los demás encuentros, como sucedió con el presidente de Argentina Alberto Fernández y en Uruguay con el expresidente Pepe Mujica.
El pasado lunes, Díaz volvió a fotografiarse con Lula, Petro, Boric, Fernández y Mujica durante la toma de posesión del nuevo presidente de Brasil. Exhibe una sintonía que la ministra ha enmarcado en el «compañerismo» y la lucha por «una España progresista». Y ha añadido: «En América Latina sigue avanzando la ilusión y el compromiso con la democracia». «Una España progresista al lado nuestro», ha comentado el actual presidente de Colombia tras fotografiarse con Díaz en Brasil.
Lejos de Venezuela
Las giras de Díaz por América Latina generan, por otro lado, cierta tensión en el núcleo duro de Podemos. Es evidente que la política gallega está intentando sustraer o por lo menos reducir la influencia de los morados en dicha región. Otra cosa es que ese núcleo duro de Podemos considera que en los países más importantes -entre los cuales destaca siempre Venezuela– Díaz no tiene alcance.
Pero es que Díaz no tiene ningún interés por afianzarse en países con graves limitaciones democráticas. Durante años, ella ha considerado esto último un déficit para Podemos y su escalada hacia el poder. Prefiere acercarse a los liderazgos de la izquierda de América Latina que plantean recetas más parecidas a la suya, sin demasiadas fracturas sociales y enfocadas en una lucha democrática ante el crecimiento de la derecha.
Democracia y ciudadanía
«Democracia» y «ciudadanía» son las palabras que más emplea Díaz en sus giras, muy lejos de los ataques a las élites o las recetas anticrisis propugnadas por Iglesias hace casi diez años. La dirigente gallega que defendía el marxismo en sus primeros años en IU, y que después se acercó a los nacionalistas y a Podemos cuando atacaba a la «casta», ahora trabaja para lograr un giro de rostro amable, que también ve expandirse en la tierra donde la izquierda populista se hizo más fuerte.
Con este propósito, incluso difundió en las redes sociales unas fotos con el ex primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, que también viajó a Brasil para asistir a la toma de posesión de Lula. «Con él comparto la necesidad de construir alianzas internacionales que pongan los derechos en el centro. 2023 será un gran año para los que cuidan la democracia y protegen a la ciudadanía», escribió la ministra y futura candidata de Sumar.
