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Sánchez estudia la campaña de Zapatero en 2008 para intentar darle la vuelta a los sondeos

El Gobierno está convencido de que los 20.000 millones de los fondos europeos harán olvidar las cesiones a los nacionalistas y limitarán el ascenso del PP

Sánchez estudia la campaña de Zapatero en 2008 para intentar darle la vuelta a los sondeos

El expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero. | Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ve factible seguir al mando del Ejecutivo después de las elecciones generales de este año y para ello se inspira en la campaña electoral de José Luis Rodríguez Zapatero de 2008. Fuentes gubernamentales del PSOE recuerdan que también Zapatero había llevado adelante algunas políticas muy delicadas con los nacionalistas, como la negociación con ETA y el Estatut de Cataluña, pero recuerdan que los españoles decidieron premiar al PSOE por su gestión de la economía.

En el Gobierno se aferran a la campaña electoral de Zapatero en 2008, confiando en que, de aquí a los próximos meses, los sondeos den un vuelco y que la anhelada recuperación económica permita revalidar el Ejecutivo. Los socialistas creen contar con algunos elementos a su favor. En primer lugar, que el tiempo dejará en el olvido las maniobras sobre la sedición y la malversación. Y que esos asuntos, al igual que otras cesiones a los nacionalistas catalanes y vascos, quedarán resueltos por la sensación de mejora económica.

El Ejecutivo espera repartir a lo largo de este año un total de 20.000 millones de euros provenientes de los fondos europeos para la recuperación. El centro del juego del Ejecutivo se halla en las manos de la ministra de Economía, Nadia Calviño. Es ella quien susurra al oído de Sánchez que la economía va mejor de lo que dibujan los periódicos, y que los sondeos mejorarán en función de esos datos.

Nadia Calviño, ministra de Economía del gobierno de Pedro Sánchez
La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. | Europa Press

Salarios al alza

El empleo, según subrayan las fuentes consultadas, no ha decrecido. Y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) permitirá amortizar la inflación. De hecho, el SMI subirá hasta rozar los 1.050 euros, afirman en el Ejecutivo. Y ese aumento tendrá un efecto dominó en los demás convenios, agregan. Al subir el salario mínimo, se renegociarán muchos convenios y aumentarán los sueldos de muchos ciudadanos a los que el PSOE quiere seducir con su política económica.

Será un año de intensas ayudas sociales, que los estrategas de la Moncloa quieren aprovechar para lanzar el mensaje de que «a pesar de todo, el PSOE hace todo lo posible para defender a los más débiles». Con esa idea, Sánchez quiere ir a las próximas elecciones generales, consciente de que actualmente los sondeos sitúan en primera posición a su adversario, el líder del PP Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, el Presidente espera que el PP no pueda sumar con Vox para arrebatarle la mayoría. Según insisten desde el frente socialista, la suma de PP y Vox no superará el bloque de la moción a Mariano Rajoy.

El candidato del PP que se enfrenta a Sánchez
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su última comparecencia en Génova.

Podemos y ERC

Las fuentes socialistas consultadas aseguran que otros dos elementos juegan a favor de Sánchez. Se trata, por un lado, de la implosión de Podemos, que los afines a Sánchez aprovecharán para enviar un mensaje tranquilizador al votante socialista preocupado por un coqueteo que el presidente había negado pocos días antes de los comicios de noviembre de 2019. Y en segundo lugar, la acción de los nacionalistas.

Sánchez está convencido de que los nacionalistas catalanes (sobre todo ERC) no subirán el tono y que la cuestión catalana quedará de facto silenciada por la economía. Aunque los líderes de ERC mantendrán su habitual doble discurso, según el PSOE se han dado pasos importantes hacía la distensión en Cataluña. Recuerdan que ERC no participó en la última Diada, y que con las actuales cesiones se ha llegado a algo parecido a un pacto no escrito de respeto mutuo, que a los propios nacionalistas no les conviene romper. «Los ciudadanos ya están cansados de Cataluña, y si los nacionalistas no suben el tono, solo pensarán en la economía», afirman.

Todos esos elementos permiten a los miembros del Gobierno de Sánchez recordar lo ocurrido en 2008 con Zapatero. El candidato socialista revalidó su Ejecutivo, ganando incluso cinco escaños respecto a los anteriores comicios. «Entonces también había mucha polémica sobre el diálogo con ETA y el Estatut, pero la gente se fijó en la economía. Y ahora va a pasar lo mismo», explican las fuentes consultadas.

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