El Gobierno aprueba el Estatuto del Artista, con un paro específico para el sector cultural
La medida del Ejecutivo aprobada por el Consejo de Ministros contempla una prestación por desempleo más flexible para los trabajadores
El Gobierno ha aprobado el Real Decreto que promueve una contratación «más estable» del sector cultural, un texto que despliega una prestación específica para los trabajadores de la cultura, quienes a pesar de su «intermitencia» tendrán una mayor protección social, según ha anunciado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la segunda vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Díaz ha explicado que se trata de una norma que contiene una cotización «muy dúctil» y «flexible» y responde a una de las grandes reivindicaciones del sector.
«El Gobierno está comprometido con todo el país, pero sobre todo con quien más lo necesita, a veces cuando pensamos en la cultura pensamos en las grandes personalidades y posiblemente pensamos que no tienen dificultades económicas, pues bien, el gobierno de España piensa en un sector de la cultura que no es así y que tiene enormes vulnerabilidades y que necesita mucha protección», ha matizado.
Las claves del paro en el Estatuto de Artista
Un nuevo texto que ha sido aprobado esta mañana a propuesta del Ministerio de Trabajo y Economía Social; el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Ministerio de Cultura y Deporte.
En concreto, han informado los ministerios de Cultura y Trabajo y Economía Social, los beneficiarios y beneficiarias podrán acceder a esta prestación especial acreditando 60 días cotizados por prestación real de servicios en la actividad artística en los últimos 18 meses.
También podrán solicitarla los que acrediten 180 días de alta en Seguridad Social por prestación real de servicios en la actividad artística o regularizaciones anuales ya efectuadas en los 6 años anteriores a la situación legal de desempleo, siempre que no hayan sido tenidas en cuenta para el reconocimiento de una prestación previamente.
Las personas trabajadoras, además, no deberán tener derecho a una prestación contributiva ordinaria, aunque en el caso de que la prestación especial sea más beneficiosa que una prestación previa, pendiente de reanudar, sí podrán optar por recibir la nueva prestación especial.
Respecto a la duración de la prestación, ésta es de cuatro meses y está dotada con una cuantía de hasta el 100% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) para las cotizaciones que superen el umbral de 61 euros. Por debajo de ese nivel corresponderá una prestación del 80% del IPREM. La prestación es compatible con la percepción de derechos de la propiedad intelectual y de imagen.
El Real Decreto-ley incluye también distintas medidas para que la protección social de los artistas se adecúe a las características de sus profesiones. Así, se extiende la compatibilidad del 100% de la pensión de jubilación con la actividad artística, también para las clases pasivas.
Hasta ahora, esa compatibilidad sólo alcanzaba a actividades que generaban derechos de propiedad intelectual y a partir de la entrada en vigor de esta norma, también se aplicará a actividades conexas (por ejemplo, una conferencia asociada a la presentación de un libro, y no sólo a los derechos de propiedad de la obra).
Además, la compatibilidad se extiende más allá de los artistas, intérpretes o ejecutantes de artes escénicas, audiovisuales o musicales, alcanzando también a los profesionales que realicen actividades técnicas o auxiliares necesarias.
Los beneficiarios de una pensión no contributiva podrán también compatibilizarla con rendimientos de su actividad artística, siempre que no superen el umbral del Salario Mínimo Interprofesional.
Se regula asimismo la cotización de los pensionistas cuando realicen actividades artísticas, que será únicamente por contingencias profesionales, con una cotización especial de solidaridad del 9% de contingencias comunes.
Y, para los artistas autónomos de bajos ingresos (iguales o inferiores a 3.000 euros anuales), la norma incorpora una cotización reducida: en 2023 se fija una base de cotización para ellos de 526,14 euros, que supone una cuota mensual de 161 euros. La base se irá actualizando en años siguientes.
Además, en atención a la irregularidad de muchas de las actividades de este colectivo (y, por tanto, de los ingresos que generan) se abre la posibilidad a solicitud del interesado de que el plazo de ingreso de las cuotas sea trimestral, en vez de mensual.
Unas medidas éstas que tienen el potencial de alcanzar a 70.000 afiliados encuadrados actualmente como artistas tanto en el Régimen General como en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
El Consejo de Ministros ha acordado la creación de dos grupos de trabajo, uno que estudiará e impulsará medidas de reconocimiento de la intermitencia en el ámbito laboral y de la Seguridad Social de los artistas y trabajadores autónomos de la cultura; y otro que tiene como objetivo impulsar la evaluación y el reconocimiento de determinadas enfermedades profesionales derivadas de las actividades específicas en el sector cultural.