Cs perdonará a algunos cargos el 'impuesto revolucionario' para ser candidatos el 28-M
La candidatura vencedora revisará «caso a caso» el impago de las aportaciones económicas ante las quejas de varios alcaldes y concejales
El nuevo secretario general de Ciudadanos (Cs), Adrián Vázquez, quiere que el partido resuelva «rápidamente» el impago de las aportaciones económicas a las que están obligados los cargos públicos del partido. Todo ello después de que la candidatura vencedora en las primarias detectase que un número significativo de representantes, sobre todo a nivel municipal, no pudieron ejercer su voto en las primarias de esta semana al no estar al corriente de pago.
Cada cargo de Cs transfiere al partido una parte de su asignación económica en aplicación de la carta ética que se firma al inicio de legislatura y en virtud del artículo 106.2 de los Estatutos. El llamado impuesto revolucionario, como se le denomina de forma despectiva dentro de Cs -también se la descalifica como mordida-, consiste en entregar cada mes el 8% del bruto que supere el salario mínimo interprofesional.
Los eurodiputados tienen prohibido este desvío de un porcentaje de su sueldo o de las ayudas que reciben por su trabajo en Estrasburgo, pero los representantes naranjas sortean ese impedimento desde hace años con donaciones personales a Cs que realizan a posteriori.
Cs revisará los impagos «caso a caso»
Fuentes de la nueva dirección centrista indican a THE OBJECTIVE que la revisión de los impagos se analizará «caso por caso» en aquellos cargos que demuestren que hubo voluntad de cumplir en el pasado y no pudieron, al no tener una explicación detallada de la Secretaría de Organización sobre cómo donar al partido una parte de su asignación pública.
Decenas de alcaldes y concejales de pequeños municipios que solo cobran dietas por asistencia a plenos se llevaron la sorpresa en diciembre de no poder votar en los comicios por este motivo. En este sentido, la formación naranja quiere que los expedientes económicos estén resueltos «en breve» para que los afectados puedan presentarse en las candidaturas a las municipales y autonómicas de mayo.
En todo caso, la nueva dirección de Cs compuesta por afines a Inés Arrimadas descarta que vaya a aprobarse una amnistía para los que se resisten al pago del impuesto revolucionario o que se vaya a hacer tabla rasa y poner el contador a cero después del congreso de este fin de semana.
La última polémica por el impago de la asignación económica se produjo a finales de 2021, poco antes de que se celebrasen las primarias de Cs para decidir el candidato en Andalucía. La formación de Inés Arrimadas exigió a Fran Carrillo, principal rival de Juan Marín, que abonase más de 4.000 euros que le reclamaba.
Carrillo depositó inicialmente ante notario la citada cifra y pidió a la Comisión de Garantías que le autorizase a participar en los comicios internos en los que se iba a decidir quién sería el candidato naranja a las autonómicas andaluzas. Además, pidió que Ciudadanos acreditase que era cierta esa deuda por el supuesto impago de las aportaciones, pero el partido le exigió que entregase personalmente la cuantía económica si quería concurrir a las primarias. Algo que finalmente hizo.
La candidatura de Adrián Vázquez y Patricia Guasp se ha marcado un calendario de actuaciones en los primeros 45 días en los que se quiere dar «un giro de 180 grados al partido». Junto con la atención al impago de las aportaciones económicas, se quiere poner en marcha la Oficina del Afiliado, que tendrá a Miguel Moreno a su frente, con el objetivo de que los militantes se sientan más arropados.
Vázquez y Guasp también pondrán en marcha una Oficina del Cargo Municipal para aportar asesoramiento jurídico, económico y urbanístico a los cargos locales. También se constituirá un consejo de alcaldes y vicealcaldes, del que será responsable Mario Simón, el actual alcalde de Palencia.