España envía primero 20 blindados a Ucrania mientras pone a punto los Leopard
Defensa ultima el envío por mar de los M-113 que servirán al Gobierno de Zelenski para el transporte de tropas al frente
El primer material ofensivo que España entregará a Ucrania está a punto de salir de un puerto andaluz. Pero no serán los Leopard que tanto ansía el Ejecutivo de Volodimir Zelenski y que tardarán entre tres y seis meses en estar a punto, sino los 20 vehículos blindados de oruga TOA (Transporte Oruga Acorazados) M-113 en la versión de transporte de tropas que el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió a enviar a Kiev a finales del año pasado, según desvelan fuentes militares a THE OBJECTIVE.
Los M-113 españoles han empezado a cargarse en un barco que partirá en los próximos días rumbo al mar Báltico y que previsiblemente llegarán a un puerto de Polonia a mediados de febrero. Desde allí, la carga será enviada por carretera hasta la frontera con Ucrania para ser entregada a las Fuerzas Armadas de este país. Será una repetición del viaje que hizo el buque logístico Ysabel en abril para transportar dos toneladas de munición, pero en este caso el Ministerio de Defensa ha fletado un buque civil para realizar este trabajo.
Los conocidos TOA son bastante más antiguos que los Leopard 2A4 que España está dispuesta a transferir a Ucrania -aunque el Gobierno no ha dicho aún cuántos-, ya que empezaron a llegar a territorio español en 1969, fruto de los acuerdos militares con Estados Unidos. Los primeros blindados se enviaron a la entonces División Acorazada Brunete y, con posterioridad, se ha generalizado su uso en el seno de las unidades de Infantería, Caballería, Artillería o Ingenieros del Ejército de Tierra.
Debido a su antigüedad y el uso intenso, el Ejército español ha venido planteando actuaciones para obtener los necesarios repuestos con los que mantener la flota operativa, pero se tiene previsto dar de baja en este 2023 a la mitad de las 1.25o unidades de las que dispone, a medida que vayan entrando los nuevos VCR 8×8 Dragón. Una veintena de ellos tendrán en Ucrania el uso para el que fueron concebidos. El país invadido por Rusia pidió que los M-113 fuesen de la versión equipada con mortero de 120mm, aunque este extremo no ha sido confirmado por el departamento que dirige Margarita Robles.
España baraja entregar una decena de Leopard
Los Leopard, sin embargo, atraen una mayor atención por el giro dado por Alemania, que acepta ahora las autorizaciones pertinentes para que terceros países -caso de España- puedan donar parte de sus carros de combate a Ucrania. Defensa cuenta con 347 unidades de este modelo, si bien medio centenar no están en servicio. Por un lado, están los 239 de la variante 2E que están repartidos por las brigadas mecanizadas de Cerro Muriano (Córdoba), El Goloso (Madrid), Bótoa (Badajoz) y Zaragoza. De ellos, media docena están desplegados en la actualidad en Letonia dentro de la misión de la OTAN de vigilancia de la frontera con Rusia.
Luego están los 108 carros de combate de la variante 2A4, que es más antigua. 53 de ellos están arrumbados desde 2012 debajo de una carpa militar en Zaragoza, fuera de servicio y sin ninguna protección que los cubra de las inclemencias del tiempo. En concreto, fueron alojados en el Centro Logístico de Casetas de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 del Ejército de Tierra.
La idea inicial era su transformación en vehículos especiales de zapadores y en vehículos lanzapuentes, pero nunca se materializó y tras una década de almacenamiento su estado se ha deteriorado. El otro medio centenar de Leopard de este modelo están operativos en las comandancias de Ceuta y Melilla, y las fuentes militares descartan que el Gobierno vaya a echar mano de ellos, ya que supondría dejar con menos protección a ambas plazas norteafricanas.
¿Cuántas unidades de Leopard podría entregar España a Ucrania? Una decena a lo sumo, a juicio de las citadas fuentes, a tenor del compromiso inicial de Alemania y Polonia -14 cada uno-. ¿De dónde saldrían? Cinco o seis de Cerro Muriano, donde varios 2E están destinados a tareas de entrenamiento, y el resto de Zaragoza tras un laborioso proceso de canibalización, como se dice en el argot militar, en el que se ensamblen las mejores piezas y repuestos de los 2A4 que quedan allí.
En verano, una comisión de militares españoles, asesores ucranianos y representantes de las empresas españolas que podrían participar en su puesta a punto y modernización visitaron en varias ocasiones el Centro Logístico de Casetas para conocer el estado de los tanques y su condición.
Los 53 Leopard 2A4 seleccionados inicialmente para el lote que iba a ser donado a Ucrania se encontraban en «diferente estado de operatividad». Unos podrían ponerse a punto con cierta rapidez. Santa Bárbara estimó, por ejemplo, un plazo mínimo de tres meses. Otros requerirían más trabajo, bien porque sus sistemas han sido desmontados para transferirlos a otros carros o simplemente porque han estado parados durante diez años sin un mantenimiento mínimo y están cerca de convertirse en chatarra.
Estos carros de combate de Zaragoza ya no cuentan de equipos sensibles como las baterías e, incluso, se retiró de ellos diversos sistemas -repuestos, cámaras, ametralladoras, etc…– para dotar otras unidades. Así que poco queda en ellos de las 55 toneladas de peso, el potente cañón Rheinmetall L/44 de 120 mm y las dos ametralladoras MG3 de 7,62 mm que hacen del Leopard uno de los mejores tanques del mundo.
Las autoridades españolas y ucranianas están conversando con Santa Bárbara Sistemas, fabricante del carro de combate Leopard 2E, pero también con otras empresas más pequeñas que han mantenido este tipo de carros y vehículos del Ejército de Tierra durante los últimos años. En 2019, por ejemplo, la compañía SDLE se adjudicó un contrato para mantener los sistemas electrónicos, ópticos y optrónicos de la torre de los Leopard 2A4, así como su sistema de dirección de tiro y visor panorámico.
Además, una vez que los Leopard fuesen propiedad de Ucrania, el Gobierno de Zelenski podría financiar su actualización y modernización en suelo español con dinero proveniente del Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea, en el que España es uno de los principales donantes. Para ello, sería necesario que Kiev firmara un contrato con empresas españolas para poner a punto los carros de combate antes de su traslado al teatro de operaciones en la zona del Donbás.
Por último, y no menos importante, toda esta compleja operación administrativa requerirá presumiblemente de una aprobación del Consejo de Ministros, lo que podría provocar una nueva fricción política entre los socios de gobierno por la oposición que ha mostrado Podemos al incremento de la intervención militar en Ucrania.