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Podemos teme un pacto secreto PSOE-PP para modificar la 'ley del solo sí es sí'

Podemos descarta romper la coalición, pero fija como prioridad que el PP no apoye en el Congreso la modificación de la norma que exige Sánchez

Podemos teme un pacto secreto PSOE-PP para modificar la ‘ley del solo sí es sí’

La ministra Irene Montero en el Congreso. | Europa Press

El ministerio de Irene Montero afronta su peor tormenta desde el comienzo de la legislatura. El anuncio del pasado lunes de la portavoz del PSOE, la ministra Pilar Alegría, de que los socialistas presentarán una iniciativa congresual para corregir la Ley de Libertad Sexual, también conocida como ley del solo sí es sí, sacudió el cuartel general de Podemos. El principal temor que comparten las fuentes moradas consultadas atañe a que los socialistas están hablando con discreción con miembros del Partido Popular. Temen que el partido de Alberto Núñez Feijóo acabe respaldando en el Congreso la modificación socialista. «Incluso una abstención haría mucho daño a Montero», explican las fuentes consultadas.

La prioridad para el gabinete de Irene Montero es «salvar los muebles». «Tragará», zanjan en Podemos para referirse a Montero. Aunque buscará la vía para defender -a través, por ejemplo, de una enmienda o ligera modificación al texto que propondrá el PSOE- que la ley mantenga su espíritu. La situación es enormemente complicada. Montero sostiene que hay que defender el principio del «consentimiento». Los socialistas niegan que se pueda retocar este punto (el «eje» de la ley, según la portavoz Isabel Rodríguez). Pero lo cierto es que el enfoque general del PSOE pasa por recuperar unos agravantes en las penas que de facto enmendarían el trabajo de los técnicos del Ministerio de Igualdad.

Podemos busca, una vez más, el relato que permita negar que la ministra Montero ha sido desautorizada y que, por lógica, debería contemplar dimitir. El problema, señalan, no es solo simbólico, sino práctico. Salir del Gobierno en año electoral significaría centrar los focos mediáticos sobre los errores del Ministerio de Igualdad. Y que el efecto «revulsivo» que algunos sectores de Podemos buscan, duraría «tan solo unos días». Luego está el problema de los trabajadores controlados por la formación morada: «Dos ministerios dan para un centenar de liberados. ¿Qué pasaría con ellos si Podemos sale del Gobierno?», se preguntan las fuentes consultadas.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, con Ángela Rodríguez Pam y Vicky Rosell
La ministra de Igualdad, Irene Montero, con Ángela Rodríguez ‘Pam’ y Vicky Rosell. | Europa Press

Doctrina Monedero

Los morados se aferran a la doctrina de Juan Carlos Monedero. El cofundador de Podemos avisó de que quien rompa la coalición pagará un precio muy elevado en las urnas. Quiso así silenciar las voces que apuntaban a la oportunidad de una salida táctica del Ejecutivo antes de los comicios de mayo. El PSOE está convencido de que los morados no romperán la coalición, dicen en Podemos, donde añaden que el partido morado está «enrocado» porque necesita evitar una «desautorización definitiva a Irene».

Montero necesita un argumento para poder seguir en el Ministerio. Esto pasa por llegar a un entendimiento con los socialistas, aunque sea simbólico. Y, sobre todo, por impedir que los populares voten a favor o se abstengan en el Congreso. El ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, dejó claro este punto en sus declaraciones públicas a partir del pasado lunes. «Plantear a tu socio de Gobierno que, o aceptas lo que digo yo, que es acabar con la ley del solo si es sí y traicionar a todas esas mujeres que se manifestaron, o pacto con el PP… pues buena suerte», afirmó en la Cadena Ser. Y añadió: «Si Pedro Sánchez pacta esto con el PP, lo pagará».

Las palabras de Iglesias revelan que Podemos teme que PSOE y PP puedan llegar a un acuerdo en la sombra, tal y como también confirman otras fuentes moradas. Ese temor es mayor que tener que agachar la cabeza y asumir el diktat del PSOE sin rechistar, «aunque para Irene y Podemos esto sería una derrota política total», reflexionan en Podemos. Los morados sostienen que Sánchez ha dado un giro por miedo a las encuestas. Por otro lado, el pasado lunes el diario Financial Times se hizo eco de los problemas de la rebaja de condenas a los agresores sexuales y la imagen internacional sigue siendo la prioridad del presidente del Gobierno.

En Unidas Podemos confían en que el PSOE buscará la vía para que los ministros morados aprueben dicha modificación, lo que se traducirá en disimular la humillación para Igualdad. Pero temen que los socialistas no impidan un acercamiento del PP. En el Senado, el líder del PP tendió el pasado martes la mano al socialista al pedir una modificación de la ley del solo sí es sí: «Háganlo lo más rápidamente posible, cuenten con el PP si lo necesitan y asuman responsabilidades». La idea de que Sánchez pueda estar trabajando en la sombra para alcanzar un «pacto» con el PP asusta tanto a Montero como a Iglesias. De llegar a eso, será más difícil justificar que no se ha vuelto a la situación anterior a la puesta en marcha de su ley estrella.

«Yolanda se está frotando las manos»

«La derecha política, mediática y judicial quiere eliminar el consentimiento y volver al modelo en que la mujer tenía que justificar que no llevaba la falda muy corta y que cerró fuerte las piernas», atacó Pablo Echenique para respaldar a Montero. Este argumento servirá a Podemos para defender su presencia en el Gobierno, explican fuentes del partido morado. Y formará parte de su «estrategia electoral», añaden.

De momento, Montero cosecha apoyos firmes de muchos diputados del grupo parlamentario. Es un verdadero «cierre de filas», afirman fuentes de Podemos, que mencionan cómo desde hace semanas todos los que han tomado partido por ella en el choque con Díaz quieren llegar hasta el final. Aunque se hace difícil incluso para los más partidarios de Montero negar el desgaste de imagen para la responsable de Igualdad. Y, de paso, reconocer que «Yolanda se está frotando las manos».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz

Aun así, los más críticos creen que la ministra Montero se equivocó de estrategia cuando empezaron las primeras rebajas: «Debía haber convocado un gabinete de crisis de inmediato e intentar culpar a Justicia de lo ocurrido, al final fue ese ministerio el que fijó las penas», sostienen. Aunque reconocen las «buenas intenciones» de la nueva norma.

Para intentar salir del paso, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, desveló el martes que su ministerio intentó tres veces hablar con los socialistas para reducir el problema de las rebajas de condenas. Pero que esas negociaciones no dieron ningún fruto. El problema para ella y la ministra sigue siendo, no obstante, la hemeroteca (sobre todo, las declaraciones del pasado mes de noviembre cuando tacharon de «machistas» a los que avisaban de las imprecisiones de la ley). Y la desconfianza hacia el PSOE, que como desveló este diario, formó parte de algunas conversaciones internas en los días más duros de las críticas públicas, cuando se argumentó: «En política nada es casual».

Ahora bien, el silencio de Yolanda Díaz ante lo que está ocurriendo, y el apoyo público de Izquierda Unida y de los errejonistas a la modificación de la ley que piden los socialistas, irritan al núcleo duro de Podemos y dificultan esa «distensión» que los medios afines al PSOE y a la política gallega han difundido, bajo el silencio interesado de Iglesias. «Cómo puede haber distensión si en el último encuentro público Irene y Yolanda ni siquiera se miraban», comentan algunos en el sector de Unidas Podemos.

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