El fiasco del consejero del Banco de España abre la primera grieta en el equipo de Feijóo
Dirigentes del PP ven «extrema» la despolitización que defiende Génova y critican que el equipo económico quedase al margen en la elección de Antonio Cabrales
El revés con la fallida elección del catedrático Antonio Cabrales como consejero del Banco de España ha provocado «desconcierto» en algunos miembros de la dirección nacional del Partido Popular, que no entienden por qué se dejó de lado al equipo económico que dirige Juan Bravo en el proceso de selección de este candidato que les correspondía para el instituto supervisor, según revelan a THE OBJECTIVE fuentes populares.
El vicesecretario general de Economía del PP se desmarcó este miércoles en RTVE del caso Cabrales. «No es una cuestión que haya gestionado yo», dejó claro ante la polémica surgida. Las citadas fuentes reconocen que el nombre de este catedrático de la Universidad Carlos III llegó a Génova con las bendiciones del propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en un paquete en el que iba Judith Arnal, exjefa de Gabinete de Nadia Calviño, como candidata a propuesta del PSOE.
Alberto Núñez Feijóo consultó el nombramiento de Cabrales con Cuca Gamarra, quien se limitó a preguntar al candidato si había tenido alguna vinculación en el pasado con el PP o alguna otra formación política. El error, según las citadas fuentes, fue dejar al equipo económico de Bravo al margen de la tarea de revisar a fondo su expediente.
Dentro de la estrategia de despolitización de los órganos institucionales que defiende Feijóo en las últimas semanas, en Génova se frotaron las manos al ver que Cabrales tenía un perfil muy distinto al de Arnal, cuyo reciente paso por el Ministerio de Asuntos Económicos era fácil de atacar como otro claro ejemplo de puerta giratoria de un alto cargo del Gobierno a organismos independientes dentro de la estrategia de Pedro Sánchez por controlarlos.
El candidato de Feijóo colaboró con la oficina de Redondo
De ahí que el «tercer grado» que el PP tenía que haber tenido con Cabrales en la víspera de su nombramiento no fue tal, como se ha comprobado a posteriori después de que este periódico desvelase que había firmado un manifiesto de apoyo a la prófuga independentista Clara Ponsatí y defendido la polémica tesis del presidente del Gobierno. Este catedrático también estuvo entre el centenar de economistas a los que la Oficina de Prospectiva que dirigía Iván Redondo en La Moncloa recurrió hace dos años para elaborar el plan España 2050.
Todos estos aspectos eran desconocidos por Génova, ya que Feijóo y Gamarra se fiaron del «incuestionable» currículum académico que tiene Cabrales, como lo definió el primero, y de las buenas referencias que trasladó el economista y abogado Pablo Vázquez, que presidió Renfe entre 2014 y 2016 con Ana Pastor de ministra y que la pasada semana fue elegido por el presidente de los populares para dirigir la Fundación Concordia y Libertad.
Feijóo ha apostado por Vázquez para despolitizar el principal think tank vinculado al PP y vender de puertas afuera que busca atraer talento de fuera de la política. Justo lo que quería con su catedrático de Economía de la Universidad Carlos III para el puesto de consejero en el Banco de España. El expresidente de Renfe había coincidido con Cabrales en la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) junto a otros economistas como Luis Garicano, Jesús Fernández-Villaverde o Javier Díaz, quienes luego fundaron Nada es Gratis, un blog que incomodó al Ejecutivo de Rajoy a principios de la pasada década.
Garicano negó este miércoles a THE OBJECTIVE haber propuesto los nombres de Cabrales o Arnal para las vacantes en el Banco de España, de ahí que las fuentes consultadas por este diario dirijan sus miradas a Vázquez como el inductor del fiasco. En el equipo de Bravo lo tienen claro: «No hemos intervenido ni nos han consultado en nada».
En Génova, además, se crítica el «carácter muy particular» del candidato fallido, un experto en teoría de juegos y economía de la educación pero que no destaca en teoría y política económica, que es lo primero que se mira cuando se entra en el sanedrín del Banco de España. Además, varios dirigentes consultados por este periódico creen que Feijóo está llevando «al extremo» su veto a las puertas giratorias.
«¿Es que Cabrales no estaba politizado? Claro que sí que lo estaba», advierte una de las voces económicas dentro del actual PP. «¿Es qué tienen que quedar inhabilitados (para cargos como el del Banco de España) los que están picando piedra día a día? Los criterios deberían ser otros», recomienda otro compañero a sus superiores en Génova.
El líder de la oposición se encuentra ahora con la necesidad -y la urgencia- de proponer otro candidato al Gobierno en los próximos días. Una búsqueda contra reloj en la que Génova no puede tropezar dos veces, a riesgo de quedarse sin representante en el Banco de España. Las fuentes populares confían en que, en esta ocasión, se aparque el «secretismo» con el que se llevó la elección de Cabrales.