El PP propone que Barcelona acoja una sede permanente del Museo del Prado

El grupo parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados ha registrado una proposición no de ley para que Barcelona acoja una sede permanente de Museo del Prado, para así convertir a la ciudad condal «en la capital cultural de España».

Así lo han anunciado la diputada del PP y portavoz de Cultura en el Congreso, Sol Cruz-Guzmán, y el candidato popular a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera, en una rueda de prensa en la sede del PPC en la que han presentado la propuesta.

Cruz-Guzmán ha asegurado que esta propuesta «favorecería la visibilidad y el acceso de la colección» del Museo del Prado «en todo el territorio español», mientras que Sirera cree que, de salir adelante, «la presencia del Estado en Barcelona» se pondría de manifiesto.

La propuesta de los populares plantea poner en marcha el proyecto «Prado Extendido Barcelona (…) a la mayor brevedad posible» y que un equipo de trabajo en el que colaboren todas las administraciones públicas e instituciones privadas defina la mejor ubicación para este museo.

No obstante, para Sirera, Montjuïc sería la localización idónea para esta sede del Prado y encajaría con su proyecto de convertir esta zona de Barcelona en «la montaña de los museos» y en un «hub cultural que sea referente en España y en Europa», ante la situación de «abandono» en la que cree que se encuentra por parte del Gobierno municipal.

Sirera propone recuperar relaciones con Israel y un Museo del Holocausto

Como parte del proyecto «montaña de los museos», Sirera ha planteado la creación de un Museo del Holocausto en Montjuïc que «recuerde a las futuras generaciones lo que sucedió»: «Todavía hoy hay que hacer pedagogía porque el antisemitismo continúa presente por parte de algunos dirigentes políticos».

En este sentido, Sirera se ha comprometido a recuperar, si es alcalde, las relaciones de Barcelona con Tel Aviv, después de que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, rompiese relaciones con Israel el pasado 8 de febrero.

«La ciudad de Barcelona no es Ada Colau, sino que es abierta, tolerante y cosmopolita», ha dicho Sirera, que ha calificado de «unilateral» esta decisión.