Alberto Casero pide la suspensión de militancia al PP y renuncia a su acta de diputado
Toma esta decisión después de que el Tribunal Supremo haya propuesto juzgarle por prevaricación y malversación
El diputado del PP Alberto Casero ha solicitado la suspensión de militancia en su partido después de que el Tribunal Supremo haya propuesto juzgarle por prevaricación y malversación, y renunciará asimismo a su acta de diputado en el Congreso de los Diputados.
Fuentes del PP han informado a los medios sobre la petición hecha por su diputado, que será procesado por delitos de prevaricación y malversación en relación a presuntas irregularidades en cinco contratos cuando era alcalde de Trujillo (Cáceres) en 2017 y 2018, según señala EFE.
Este viernes se ha conocido que el magistrado del Tribunal Supremo Andrés Palomo ha propuesto juzgarle, en un auto de transformación de la causa en procedimiento abreviado, equivalente a procesamiento, en el que da diez días de plazo al fiscal para que solicite la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento.
Aunque Casero no lo hubiese solicitado, en su caso la suspensión provisional de afiliación se habría acordado de forma automática por parte del Comité de Derechos y Garantías porque así lo fijan los estatutos del PP cuando un «afiliado esté incurso en un proceso penal respecto de los cuales se haya dictado auto de apertura de juicio oral por un delito relacionado con la corrupción».
El reglamento interno de los populares también fija que la expulsión del partido se hace efectiva «en el momento de que se dicte sentencia firme por corrupción. Casero tenía expediente abierto en el PP desde que el Supremo pidió el suplicatorio para procesarle, un trámite que el Congreso concedió en octubre pasado. Este expediente hubiese mutado en disciplinario al conocerse la apertura de juicio oral.
Pierde su aforamiento
Al renunciar a su escaño, Casero ya no mantiene el aforamiento y su puesto en el Congreso. Secretario de organización bajo la dirección de Pablo Casado, donde trabajaba a las órdenes de Teodoro García Egea, Casero fue el diputado que con su voto a favor permitió aprobar la reforma laboral.
Negó un error en su voto, sostuvo por escrito que había votado que no al igual que el resto del PP y que por lo que «parecía» un «fallo del sistema» el «certificado emitido por la Cámara no se correspondía con el sentido del voto que manifestaba», por ello recurrió la votación ante el Tribunal Constitucional, que aún debe fallar al respecto.