Malestar en Vox por la filtración del discurso de Tamames: «Es increíble»
El exdirigente del PCE filtró el documento a sus amigos de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y éste se compartió hasta llegar a los medios
El candidato de la moción de censura, Ramón Tamames, saluda este jueves a su llegada a una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. | Europa Press
«Uno tiene tres amigos. Esos tres amigos tienen cada uno tres amigos. Componen un árbol. Cuando pasa a uno, pasa a todos». Así ha justificado Ramón Tamames, candidato de Vox a la moción de censura contra Pedro Sánchez, la filtración de su discurso íntegro, de 33 páginas. Un «descuido» que, sumado a la indiscreción que ha exhibido durante las negociaciones –y que llevó a este medio a adelantar el acuerdo entre el profesor y la formación que preside Santiago Abascal-, ha generado cierto malestar en el partido verde.
La publicación de su intervención, este miércoles por la noche en eldiario.es, medio con una línea editorial progresista, generó un estupor que aún mantenían los miembros de Vox el jueves por la mañana, cuando Abascal y Tamames dieron una rueda de prensa conjunta para escenificar unidad. «¿Cómo nos lo íbamos a esperar? A menos de una semana, es increíble…», admitían desde el equipo de prensa.
Nunca antes había trascendido el discurso antes de una moción. ¿Cómo pudo suceder? El propio entorno de Tamames se encargó pronto de desvelar el misterio. El exdirigente del PCE envió el documento a un grupo de amigos de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, de la que él también es miembro, para pedirles feedback… Y así terminó en toda la prensa. «De haberlo filtrado él directamente, lo hubiera hecho a El País, que es su medio de referencia», admitía una fuente cercana.
«Es un señor mayor y está muy ilusionado…», le excusaban desde Vox entre corrillos. Y es que la filtración era, en última instancia, la constatación última de que estamos ante un candidato anacrónico, que no había tenido en cuenta la capacidad de difusión que puede tener un mensaje o contenido en la época de la mensajería instantánea.
Pero lo cierto es que llovía sobre mojado. El malestar ya existía con el exdirigente comunista por lo lenguaraz que se mostró en sus entrevistas concedidas a lo largo de este último mes y medio, en las que no rehuyó las cuestiones que le diferencian del partido proponente. Tampoco gustó que expresara su deseo de cenar con Sánchez antes de la consumación del mecanismo constitucional. «Yo nunca me iría a cenar con Sánchez», respondió este lunes Jorge Buxadé desde Bambú.
Este jueves, el análisis predominante en las cuitas voxeras es que «ahora el resto de partidos lo tiene más fácil para articular una respuesta» o que la filtración ha supuesto «un jarro de agua fría que da armas al Gobierno», en palabras de Fernando Sánchez Dragó, muñidor último de la moción, en una entrevista al diario Abc.
La ironía como antídoto
El contenido del discurso era -es- vox populi, así que a los urdidores de la moción sólo les quedó tirar de ironía, en un intento por quitarle hierro al asunto.«Estas cosas pasan, pues ya está. Que se enteren mejor, que se lo estudien», dijo el profesor como poniendo deberes a sus interlocutores. «¿Algunos tienen más conocimiento de lo que voy a decir? ¡Estupendo!», remató.
Abascal, contagiado de la mordacidad de su candidato para la moción, lanzó un dardo al Partido Popular: si tantas discrepancias hay entre Vox y Tamames, si tanta moderación hay en el discurso de Tamames, si este hombre es capaz hasta de proponer una «nación de naciones», que el PP vote a favor. «Que practiquen ahora esa moderación. Que lean con atención el borrador y se planteen si deben cambiar su voto», sostuvo en una obvia alusión a Alberto Núñez Feijóo.
La ironía también fue la fórmula para restar enjundia a las diferencias ideológicas entre Vox y su candidato. Abascal alabó la «sagacidad» de los medios al constatar que se trata de un perfil «independiente», aunque esto fue antes de que THE OBJECTIVE desvelara que sus postulados sobre la guerra en Ucrania son próximos a Podemos. No importa. Ironía y buen humor como antídoto para frenar unas críticas a una moción de censura que nace muerta, pero que ilusiona -y mucho- a su candidato.
