El Ejército niega al sindicato CGT una fortaleza militar en Baleares para una conferencia ácrata
El comandante general en el archipiélago hace hincapié en la neutralidad política de las Fuerzas Armadas para desestimar la petición anarquista
El comandanta general de Baleares, Fernando Luis Gracia Herréiz, con la presidenta del consell de Menorca, Susana Mora.
En los últimos días está circulando en los chats de militares la carta que el comandante general de Baleares, Fernando Luis Gracia Herréiz, envió el pasado 9 de marzo a la delegación de la Confederación General de Trabajadores (CGT) en Menorca en la que deniega, por segunda vez, el uso de las instalaciones militares de la Fortaleza de la Mola para un homenaje al sindicalista Salvador Seguí, más conocido como Noi del Sucre, uno de los líderes del movimiento anarquista español de principios del siglo XX.
La misiva (leer abajo), a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, es una respuesta a las alegaciones presentadas por la CGT tras una primera denegación en la que el sindicato ácrata pidió permiso para celebrar en este fortín castrense una conferencia sobre la figura de Seguí, que estuvo encarcelado en la Mola entre 1920 y 1922, y del que se acaba de cumplir el centenario de su fallecimiento.
El Ministerio de Defensa cedió el fuerte militar en 2007 al Gobierno balear y se creó el Consorcio del Museo Militar de Menorca para promocionar desde este singular emplazamiento la historia y la cultura en la isla. El general Gracia Herréiz recuerda al sindicato que se trató de una «cesión demanial» entre organismos públicos, por lo que está sometido a un régimen especial de utilización y protección. «En este sentido, puntualizar que dicha concesión no supone en ningún caso que tales espacios pierdan su carácter de instalación militar», subraya el máximo responsable castrense en Baleares.
El general de división indica a renglón seguido que el consorcio es «sensible» a las peticiones que recibe para el uso de la fortaleza y se encuentra «permanentemente dispuesto a hacerse eco de la cultura», así como a abordar la organización de foros en los que «se profundice en el estudio y el conocimiento». También, a que se debata «desde una perspectiva histórica sobre figuras, eventos y épocas, tanto de nivel nacional como internacional, que han ido conformando nuestro país tal y como lo conocemos hoy en día».
El Ejército ve «evidentes connotaciones políticas»
Sin embargo, el comandante general de Baleares señala a la CGT que su petición sobre Noi del Sucre «no parece ser éste el enfoque del evento para el que ustedes solicitan el uso de esta instalación militar». En este sentido, recuerda el «escrupuloso respeto de la neutralidad política» al que están sometidas las Fuerzas Armadas por el texto de la Carta Magna y «a lo que obliga inexcusablemente la legislación que la desarrolla».
«Es por eso que no es compatible con este compromiso la autorización en instalaciones militares de actos con evidentes connotaciones políticas independientemente de la ideología de la organización política, sindical o asociación que los solicite», señala el general Gracia Herréiz.
El comandante general de Baleares concluye que «no parecería razonable» que ninguna de estas organizaciones «pudiera sentirse ideológicamente discriminada toda vez que la propia ideología política no se contempla, por ley, como criterio en el funcionamiento de las Fuerzas Armadas».
Por su parte, el secretario general de la CGT en la isla, Luis Camarero, negó la mayor en declaraciones al Diario de Menorca: «Es una actividad cultural y de difusión histórica. No es un acto político», insistió. El sindicalista lamentó que el Ejército «se atrinchere en su negativa» cuando se trata de una conferencia sobre la figura del Noi del Sucre.
«Parece que los militares no entienden el carácter tolerante y liberal de Menorca. Incluso el coronel de Menorca lo entendió, pero no así los militares de la Comandancia General de Baleares», criticó el dirigente de la CGT, quien adelantó que la Fundación Salvador Seguí cursará una reclamación por esta negativa ante el Ministerio de Defensa, ya que entiende que podría tratarse de un incumplimiento de la ley de Memoria Histórica.
La Fortaleza de la Mola es también conocida con el nombre de Isabel II, ya que durante su reinado se construyó este fuerte junto al castillo de San Felipe y en el lado este de la bahía de Mahón. Durante el siglo XX se empleó como prisión y a partir de 1970, cuando cesó su función carcelaria, la fortaleza se utilizó como cuartel de una unidad logística del Ejército de Tierra y como polvorín.
