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Moncloa supervisó el discurso de Yolanda Díaz: habrá tíquet con Sánchez para lanzar a Sumar

En Moncloa admiten haber revisado parte del discurso de la vicepresidenta segunda en lo que respecta a «poner en valor las políticas de este Gobierno»

Moncloa supervisó el discurso de Yolanda Díaz: habrá tíquet con Sánchez para lanzar a Sumar

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. | Europa Press

No es baladí que la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, interviniera este miércoles en la ‘hora punta’ y más preciada en la tribuna de oradores: las 15.00 horas con la apertura de todos los telediarios. «Es un regalo», comentaban fuentes gubernamentales en los pasillos del Congreso, que no acostumbra a ceder el jefe del Ejecutivo. Este último siempre alarga sus intervenciones más allá de la hora, tanto en el Hemiciclo como en los mitines, cuando sus asesores le hacen la señal de que está entrando en ese momento en las televisiones. Un aviso ante el que el presidente sube el tono, encaja el titular y redondea la frase para que quede redondo el mensaje. Se trata de un privilegio que ayer concedió a quien será su tíquet electoral, aunque se presente por otro partido. 

No es casual tampoco que fuentes de La Moncloa admitan a THE OBJECTIVE que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se han «sincronizado», alineando sus mensajes y estrategias para blindar a la coalición de cara a las dos contiendas electorales que se atisban en el horizonte: las municipales del 28-M y las generales que previsiblemente se celebrarán el 10 de diciembre. Lo de este miércoles en el Congreso es la voluntad inequívoca del presidente del Gobierno de catapultar a Yolanda Díaz, cuya candidatura apadrinará el propio Sánchez personalmente, porque de ella depende su propia permanencia en La Moncloa. 

Fuentes de Moncloa anticipan que se multiplicará la coordinación entre el jefe del Ejecutivo y quien, de facto, ejercerá de número dos, de tíquet electoral «desde fuera», con la intención de sumar fuerzas, unir proyectos y proyectar a un «Gobierno cohesionado» capaz de tumbar a la alternativa de las derechas de PP y Vox que sólo aspiran a los «insultos, chascarrillos y frivolidades» y cuyo programa se agota con la «única motivación de convocar elecciones». 

Un discurso «alineado» y revisado

Tanto es así que en Moncloa admiten haber revisado parte del discurso de la vicepresidenta segunda del Gobierno en lo que respecta a «poner en valor las políticas de este Gobierno y repasar los logros de cada departamento», incluyendo una referencia expresa a sus rivales internas, Irene Montero y Ione Belarra, a quienes Díaz alabó y agradeció su trabajo por las mujeres y los dependientes respectivamente. Asimismo, se incluyó un agradecimiento al presidente Sánchez por mejorar la vida de la gente y ser «el presidente de todos»; a la vicepresidenta Nadia Calviño, por acertar con sus previsiones de crecimiento; a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por recortar diez puntos de deuda pública; al ministro Escrivá por la primera reforma de pensiones «sin recortes»; y a otros como Miquel Iceta y Alberto Garzón por el bono cultural y la ley del juego, «que parecía imposible». 

Se trata de un discurso «perfectamente alineado» con el PSOE, que a muchos recordó el papel del portavoz de un grupo parlamentario que pretende «insuflar moral a la tropa» y señalar los agradecimientos que sirven de estímulo para abandonar las cuitas internas y centrarse en la batalla en las urnas. Como avanzaban desde el Ejecutivo hace días, la intención de Moncloa era utilizar la moción de censura como «pegamento de la coalición», pero se esperaba menos que fuera Yolanda Díaz quien reconstruyera los pedazos de la misma tras las últimas brechas por la ley del solo sí es sí o la ley mordaza. 

Yolanda «prueba sus chistes en bolos»

No obstante, fuentes socialistas diferencian entre la primera media hora del discurso de Díaz y los últimos cuarenta minutos en que «se pasó de partidista y electoralista», con un discurso más centrado en la presentación de su candidatura por la plataforma electoral Sumar, que en la situación interna de la coalición. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, esta parte final de la intervención de Díaz no gustó a muchos de los ministros socialistas, que advirtieron de que «se ha aprovechado de la plataforma que se le ha ofrecido para darnos un anticipo de su discurso el próximo 2 de abril en la presentación de su candidatura»

Fuentes consultadas por este periódico desvelan que en la zona de gobierno del Congreso se llegó a comparar a Díaz con «esos cómicos que prueban sus chistes en bolos pequeños de bares discretos antes de actuar con el gran show». Un símil muy repetido por estrategas socialistas que, sin embargo, despertó alguna crítica de miembros del Ejecutivo, que vieron «algo difuso su mensaje». Alguno señaló: «No tengo muy claro a dónde quería ir o a dónde nos quería llevar». 

Con pasión o sin ella, la plataforma de visibilidad a Díaz será el peaje que pagará Sánchez para garantizar su superviviencia política. Pero, «que nadie se equivoque»: el presidente cederá espacios a Díaz en aras de la ‘Suma’, pero el papel protagonista será el suyo. En Moncloa multiplican sus reuniones de agenda, coordinación, dirección y maitines para diseñar una «agenda muy potente», que ya está cerrada de aquí al 28-M. «Habrá sorpresas» y Sánchez hará concesiones durante la campaña, especialmente los martes en los Consejos de Ministros que reservan para el BOE los principales mensajes de campaña, pero «lo gordo será para el jefe». De la misma forma en que, tras cederle protagonismo el martes, este miércoles, el cierre de la moción será Pedro Sánchez en solitario. Sincronizados sí, pero como dice el refrán gallego, cada uno «polo que vale».

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