Crisis independentista por la «tutela española» en la gira de Aragonès por América Latina
La Acción Exterior del Govern enfrenta a Junts per Catalunya y ERC por el peso que tiene esta cartera para promover la secesión y en plena precampaña electoral
El frente internacional vuelve a ser motivo de disputa entre los partidos independentistas. El viaje del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, por América Latina para, entre otras cuestiones, anunciar la apertura de una nueva ‘embajada’ en Colombia, ha provocado el enfado de sus exsocios de coalición, Junts per Catalunya. Los neoconvergentes reprochan a ERC que se haya sometido a «la tutela de la diplomacia española» en su gira latinoamericana y que haya renunciado a una acción exterior que, en los últimos años, se ha caracterizado por mantener el pulso secesionista fuera de los confines nacionales.
El enfrentamiento ha llegado hasta el punto de que el mandatario catalán ha tenido que salir el paso en la sesión de control de este miércoles en el Parlamento catalán: «Pues sí, viajaremos por el mundo, explicaremos la realidad de Cataluña, defenderemos los intereses de la ciudadanía, económicos, sociales, la necesidad de fortalecer lazos culturales y nuestro compromiso en materia de derechos humanos. Aquí, en Latinoamérica y en todo el mundo».
El horizonte electoral, con las elecciones municipales en Cataluña, ha endurecido todavía más la posición de Junts per Catalunya sobre la labor del Govern. El diputado Francesc de Dalmases ha calificado la gira de Aragonès como «un desastre sin paliativos»: «Como ERC, hagan lo que quieran. Como Govern, no nos avergüencen. Ha costado muchos años a tener credibilidad en el exterior, no lo pueden echar a perder en una semana».
Eliminan al ‘número dos’ de la ‘embajada’
Como informó THE OBJECTIVE, el Govern ocultó la presencia de la delegación española en su visita a Colombia. En la nota de prensa difundida por el propio ejecutivo, explican la reunión entre el president Aragonès y la consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, y el presidente de la Cámara de Representantes de la República de Colombia, David Racero, en el Capitolio Nacional. Pero no especificaban que en dicho encuentro también estuvo presente el ministro consejero de la embajada española en Colombia, Aleix Garau Montané.
En la imagen general de todos los miembros que se reunieron y que fue difundida por el embajador español, Joaquín María de Arístegui Laborde, se observa la presencia de Garau. También preside el encuentro una bandera española, junto a una más pequeña de Cataluña y otra de Colombia. No obstante, en la imagen hecha pública por el Govern optan por dejar fuera del foco la bandera española.
Este episodio, junto al hecho que los principales mandatarios latinoamericanos no se hayan reunido con el presiente de la Generalitat, significa para Junts una «enmienda a la totalidad a la acción exterior de Carles Puigdemont y Quim Torra».
«Muestra de ignorancia»
La consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret, tachó de «falta de respeto y una muestra de ignorancia» las críticas del secretario general de Junts, Jordi Turull, al viaje que realizó junto al presidente de la Generalitat por América Latina.
En una entrevista en Ser Catalunya este miércoles, recogida por Europa Press, y después de que Turull asegurara que la iniciativa «empequeñece las instituciones» catalanas y reprochara las reuniones celebradas, Serret arremetió contra sus exsocios en el ejecutivo. «Los únicos que han renunciado son Junts, que ha renunciado a estar en el Govern», remachó.
Quien también tuvo críticas para la titular de Acción Exterior fue su sucesora en el cargo, Victòria Alsina. A través de las redes sociales, la dirigente de Junts reprochaba la poca ambición del departamento que dirigió cuando afirman que ha de servir «para mejorar la reputación de la sociedad catalana». Según Alsina, «decir esto implica una renuncia inmensa», porque la «política internacional va de defender los intereses nacionales de Cataluña al mundo».
Los enfrentamientos entre Alsina y Serret vienen de lejos, por la negativa del Govern en solitario de ERC de mantener los planes de abrir una delegación en Israel. Alsina no tuvo reparos de afirmar que la política de Aragonès respecto al país de Medio Orente «lesiona los intereses» de Cataluña.
Ahora la polémica no ha sido por las relaciones que deben establecerse con Israel, sino por América Latina. Y, en especial, por la colaboración que hubo con la «diplomacia española».