Feijóo rechazará renovar el CGPJ si Sánchez no acepta despolitizar el órgano de los jueces
El PP se aferrará a la despolitización del órgano de gobierno de los jueces ante un eventual «motín» del sector progresista que lo deje inoperativo
Alberto Núñez Feijóo en la última reunión del PPE en Bruselas.
Alberto Núñez Feijóo rescatará su oferta para despolitizar la Justicia en el caso de que el sector progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cumpla con la amenaza de una dimisión en bloque, una situación que abocaría al órgano de gobierno de los jueces a la parálisis por falta de quórum en la toma de sus decisiones, según adelantan fuentes populares a THE OBJECTIVE.
Génova quiere esperar al desenlace de la reunión de este martes de los ocho representantes progresistas del CGPJ para posicionarse, pues no está claro que vayan a dar el paso. El vocal más afín al PSOE, Álvaro Cuesta, moduló este viernes la amenaza y de hablar en la víspera de una dimisión «coordinada» entre los vocales, pasó a puntualizar que serían renuncias «en todo caso individuales y no colectivas», según El Mundo.
En el fondo, no hay unanimidad a la hora de firmar las renuncias. Además, Pedro Sánchez descartó desde Bruselas un acuerdo con el PP para renovar el CGPJ antes de las generales y señaló que espera conseguir una mayoría progresista más amplia para hacer ver a los populares que «tienen que cumplir la Constitución». Por lo que la renovación quedaría postergada hasta la próxima legislatura.
Feijóo ve un «motín» del sector progresista
En todo caso, Feijóo se aferrará a la despolitización del CGPJ ante un eventual «motín» en los próximos días del sector progresista que deje inoperativo al órgano de gobierno de los jueces, tal y como lo definió el coordinador general del PP, Elías Bendodo. «Pedro Sánchez tiene que sacar las manos de la Justicia y comprometerse a despolitizarla de una vez por todas», insistió el número tres de los populares desde Málaga.
Bendodo ha sido el único dirigente del PP en terciar en este asunto por el momento. «Sánchez ha roto las costuras de la separación de poderes, ha querido mezclar el Poder Ejecutivo y el Legislativo con el Judicial. Todo bajo su mandato, y no. Nuestra democracia no funciona así. Intenta mandar en todo y más de una vez, ya se le ha frenado», constató en un acto en la localidad de Alhaurín de la Torre.
«Asistimos a una nueva operación, a un nuevo ataque del sanchismo a la independencia judicial. Un intento de motín en el CGPJ para renovarlo por las bravas, último intento de Sánchez por controlar los órganos judiciales y meter la mano en su independencia. Le pedimos que saque las manos de las instituciones independientes. Tiene que sacar las manos y los pies de la Justicia y comprometerse a despolitizarla de una vez por todas, como pide el PP, y que los jueces elijan a los jueces».
El PP presentó a finales de diciembre en el Congreso de los Diputados una proposición de ley orgánica para despolitizar completamente la elección de los vocales del CGPJ. Entre los objetivos que los populares afirmaban perseguir con esta medida se encontraba «el fortalecimiento de la independencia judicial» a través de criterios «más rigurosos y transparentes».
El plan del PP fue adelantado en exclusiva por este medio y formó parte del plan de Feijóo para obligar a que Sánchez se posicionase -finalmente en contra- de una medida con la que en la campaña electoral de 2019 se mostraba, al menos ante los medios y en los debates, favorable a emprender.
Génova planteó en su iniciativa sobre el CGPJ que el vigente sistema de elección de sus miembros ha producido «dos resultados indeseables», fruto de la dinámica política nacional de las últimas décadas. «Primero, se tendió al reparto por cuotas partidistas y, posteriormente, se produjo el deterioro en que el CGPJ está inmerso desde hace varios años. Ambas consecuencias, dañinas tanto para la independencia judicial como para la calidad de la democracia española, requieren una reacción por parte de las distintas formaciones políticas, especialmente de las que tienen representación mayoritaria. Estamos obligados a plantear soluciones, tanto para el presente como para evitar perjuicios mayores en el futuro».
Básicamente, el PP de Feijóo propone que los propios jueces elijan a los 12 magistrados que tienen que ser consensuados por el Poder Judicial y que los ocho que corresponden a los partidos en el Parlamento sean escogidos con unos requisitos de idoneidad y prestigio.
«La renovación del CGPJ debe hacerse con absoluta transparencia y por los órganos constitucionales a los que corresponde: el Congreso y el Senado. En consecuencia, el liderazgo de este proceso debe otorgarse a las Cortes», hacen hincapié los populares, quienes plantean que la reforma que impide al CGPJ hacer nombramientos cuando está en funciones «debe derogarse íntegramente y no solo en lo que respecta al TC».
La próxima renovación tendrá presente, según Génova, la «necesaria regeneración», aunque Bruselas se conforma ya con aprobar el nuevo CGPJ con las reglas actuales y luego negociar un nuevo marco para su aplicación dentro de cinco años, tal y como reiteró el comisario europeo de Justicia, el belga Didier Reynders.
«Se preferirán los perfiles de mayor prestigio y los menos vinculados a partidos políticos, respetándose los turnos establecidos en la Constitución: 12 vocales procedentes de la carrera judicial y ocho vocales juristas, sin que quepa introducir por este último cupo a integrantes de la carrera judicial en ejercicio», plantea la formación de Feijóo.
En paralelo a la renovación del CGPJ, se tramitaría una reforma de la Ley orgánica del Poder Judicial que asegure un cambio del modelo de elección del mismo sobre la base del consenso, «que impida que la presente situación de deterioro vuelva a producirse y que logre despolitizar el gobierno de la Justicia». Para ello, Feijóo propuso en diciembre encargar una propuesta de reforma al nuevo CGPJ y en el Congreso de los Diputados se creará una ponencia, en el seno de la Comisión de Justicia, que emitirá un informe al respecto, ambos en un plazo improrrogable de seis meses.
«A este acuerdo le seguirá un proceso de diálogo estructurado para alcanzar un Plan de Reconstrucción Institucional, que garantice la independencia y mejore el prestigio de todas las instituciones del Estado», se señala en el texto que Feijóo puso sobre la mesa. Y una vez designados, los vocales del nuevo CGPJ «serán los que elijan a su presidente sin pactos previos ni indicación de cualquier tipo» por parte de las formaciones políticas.
La proposición de ley para la despolitización de la Justicia, a tramitar por el procedimiento de urgencia, incluía la derogación de la reforma que «impide al CGPJ tomar casi cualquier decisión estando en funciones», así como la regulación de las llamadas puertas giratorias.
Feijóo ha mantenido en los últimos meses que los jueces y magistrados que sean nombrados para cargos de elección política o de gobierno, con rango superior al de director general, no podrán reingresar al servicio activo hasta transcurridos dos años a partir del cese en los referidos cargos. Tampoco podrán ser nombrados vocales del CGPJ quienes hayan desempeñado cargos vinculados a la política «en los cinco años inmediatamente anteriores».
