Una antigua concejal de UPyD que cargó contra la Memoria Histórica se 'suma' a Yolanda Díaz
Mayte Olalla es la ‘número dos’ de Vamos Granada a las municipales. Hace una década afirmó que retirar una estatua de Primo de Rivera era «remover la mierda»
Mayte Olalla junto a Yolanda Díaz el 18 de marzo en Sevilla. | Twitter
Lograr justicia social para toda persona «al margen de su origen». Esa es una de las premisas que ha llevado a Mayte Olalla a apostar por Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz. La granadina, de 51 años, estuvo el pasado 19 de marzo en Sevilla apoyando a la ministra de Trabajo. Olalla ha completado un largo camino para llegar hasta aquí . En 2011 lideró la candidatura de Unión Progreso y Democracia (UPyD) al Ayuntamiento de Granada. Se convirtió en su única concejal durante cuatro años. En las últimas elecciones fue número dos de Vamos Granada, puesto que repite el próximo 28-M, aunque en las filas de Granada Unida.
Propietaria de un pequeño albergue en Granada, Olalla estudió Sociología y trabajó durante años como técnica de Empleo. Su experiencia profesional siempre estuvo alejada de la política hasta que le sedujo la propuesta de UPyD. Creó la formación magenta en la ciudad nazarí junto a otros compañeros y se convirtió en su candidata a la alcaldía. No tuvo un debut soñado como edil, ya que saltó a la fama por un comentario que ella misma calificó luego de «desafortunado».
Con motivo del 75 aniversario del inicio de la Guerra Civil, a Olalla le preguntaron en una rueda de prensa por la posible retirada de un monolito dedicado a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange española, ubicado en una céntrica plaza de Granada. La antigua concejal de UPyD respondió que todo lo que fuese «meterse» en la Memoria Histórica era «remover la mierda».
«Remover la mierda»
Olalla se retractó después de sus declaraciones. Explicó que se trataba de una expresión «coloquial y desafortunada» que pudo herir sensibilidades. La edil de UPyD afirmó que realmente quiso decir que las medidas sobre Memoria Histórica no solucionarían ni paliarían las injusticias que se cometieron durante la Guerra Civil al reabrir heridas y dividir a la población.
Sus declaraciones generaron multitud de críticas, especialmente en el PSOE e IU, que conformaban la oposición en el Ayuntamiento. Ambas formaciones llegaron a cancelar una rueda de prensa conjunta con Olalla en la que iban a explicar las medidas de austeridad acordadas por el gobierno municipal, entonces en manos del PP.
El socialista Francisco Cuenca, que ahora es alcalde, consideró que esas palabras suponían «un auténtico desprecio y falta de respeto» a miles de familias. Especialmente duro fue el portavoz de IU, Francisco Puentedura, que tildó las palabras de la edil de UPyD de «absolutamente desafortunadas» y pidió su dimisión si no se disculpaba. Puentedura será este 28-M el candidato de Granada Unida, la formación por la que Olalla se presenta como número dos.
Granada Unida es una confluencia de izquierdas. Integra a IU, Más País, Equo y a Vamos Granada, que en las municipales de hace cuatro años rescató a Olalla como número dos. La lista la encabezó Marta Gutiérrez y, a pesar de cosechar 2.558 votos, no obtuvo representación. La formación por la que se presentó Puentedura consiguió tres actas, por lo que todo indica que la exconcejal de UPyD que cargó contra la Memoria Histórica volverá a ocupar un asiento en la Plaza del Carmen.
Eso, con permiso de Podemos, que no forma parte de Granada Unida, aunque no descarta un acuerdo de última hora. Una decisión que irá en línea con el escenario nacional, donde, salvo giro de última hora, la formación morada no será de la partida para apoyar a Yolanda Díaz este domingo en el lanzamiento de su candidatura a las generales. El partido de Ione Belarra busca antes un pacto que incluya el compromiso de celebrar primarias abiertas.
Olalla se quedó a las puertas del acta de concejal en 2015, cuando repitió como candidata a la alcaldía de UPyD. Le penalizó el derrumbe de la formación magenta en toda España. Poco después de las elecciones, acompañó a Irene Lozano y Toni Cantó (que luego darían el salto a PSOE y Ciudadanos respectivamente) en la candidatura que aspiraba a renovar el liderazgo de UPyD en un congreso en el que acabó imponiéndose Andrés Herzog.
