Montero prepara una batería de expulsiones de los dirigentes que se han acercado a Díaz

La dirección de Podemos, capitaneada de facto por Irene Montero, prepara una batería de expulsiones para alejar definitivamente a todos aquellos dirigentes del partido que se han decantado de forma más o menos explícita por Sumar y Yolanda Díaz. Se trataría de una enésima purga en la formación morada que, sin embargo, esta vez está justificada por el choque con la vicepresidenta del Gobierno y su pulso que en Podemos ya califican de lucha a vida o muerte. Bajo la lupa de la dirección morada se hallan sobre todo los dirigentes gallegos del partido, según ha podido saber este diario. Aunque hay también miembros del partido en Navarra.

Galicia es un territorio que Pablo Iglesias cedió a Yolanda Díaz para que ella ejerciera de vicaria desde la época del combate contra Íñigo Errejón. Los errejonistas evitaron entrar al choque contra ella, aunque formalmente estaba adscrita a Izquierda Unida y no a Podemos. Díaz siempre actuó como la principal responsable de Podemos en esa comunidad autónoma, amedrentando a los dirigentes morados que ganaban las primarias o bien impulsando a las personas de su confianza en las altas esferas del partido. Ahora, después del fracaso electoral en las autonómicas de 2020, Díaz ha logrado que Podemos Galicia responda más a su planteamiento de Sumar que a la dirección madrileña.

El dirigente que más simboliza ese giro es Antón Gómez Reino. Ese político gallego, amigo íntimo de Iglesias desde la etapa de los centros sociales y las vacaciones estivales durante los años universitarios, era considerado para la dirección morada como uno de sus dirigentes más fieles. Otro error de cálculo de los jefes de Podemos, porque Gómez Reino nunca rompió sus canales con los errejonistas, tal y como desvela el libro Yolanda Díaz: la seducción del poder, y ahora se ha decantado claramente por el proyecto de Sumar.

«Tender puentes» con Sumar

Gómez Reino acudió el pasado domingo al acto de presentación de la candidatura de Díaz. Aplaudió a la dirigente gallega y desafió así abiertamente la directriz de la cúpula de Irene Montero. Como él, otro dirigente de Podemos Galicia, el coordinador Borja San Ramón instó públicamente su partido a «tender puentes» con Sumar. «La gente no entendería que en diciembre o cuando toque no vayamos todos juntos en una misma candidatura», sostuvo durante la presentación de María Luisa Lores como candidata de Podemos a la Alcaldía de Pontevedra. En esa ciudad, Pontevedra, Yolanda Díaz tuvo que refugiarse en las últimas elecciones generales por miedo a no ser reelegida en La Coruña, su provincia natal.

Los dirigentes de Podemos Galicia podrían recibir más pronto que tarde un expediente de expulsión, sostienen las fuentes de Podemos consultadas por este diario. No serían los únicos. En Asturias el partido afronta una dura lucha interna entre un segmento afín a la dirección y otro que intentó marcar una línea propia. Después de unas primarias para decidir a la candidata autonómica, Podemos apartó al ex barón del partido, Dani Ripa, y a otros dos dirigentes destacados.

La cúpula morada finalmente se lanzó a por la la ganadora de dicha votación interna, Covadonga Tomé. Asturias no es el único territorio donde la cúpula quiere intervenir: en el mapa que manejan los dirigentes del partido también hay una cruz puesta en Navarra.

Veto de Irene Montero

Otros altos cargos del partido están muy cerca de la expulsión, según señalan las fuentes consultadas. Entre ellos se encuentra el ex secretario general del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Txema Guijarro. En el partido morado recuerdan que Guijarro ya dejó ese cargo, y la formación le alejó de la ejecutiva nacional. Pero ahora podría oficializarse su salida del partido a medida que se acercaría la inclusión en Sumar. Como él, también la ex responsable de todos los servicios legales de Podemos, Gloria Elizo, ya ha anunciado su deseo de entrar en las filas de Sumar.

Tal y como desveló THE OBJECTIVE, en las últimas semanas la dirección nacional recibió sendas peticiones de dirigentes locales para poder acudir a los actos de Díaz y Sumar. La respuesta fue negativa. Irene Montero no quiere que nadie se salga del guion. Pero el malestar va a más en los territorios que afrontan el próximo 28 de mayo unos comicios muy delicados. Estos dirigentes, que ya están rozando el motín, creen que es útil acercarse, aunque sea de forma simbólica, al proyecto de Díaz. Pero Montero no quiere pasos en falso, y de momento se está imponiendo.

Y para demostrar firmeza, según explican las fuentes consultadas, el próximo paso será apartar oficialmente a dirigentes que han trabajado años para el partido y gracias al partido han obtenido notables beneficios económicos y profesionales, pero que ahora se acercan a Díaz. Esta es la reflexión que hacen en Podemos, donde creen que existe algo parecido a una deuda personal hacia dirigentes como Pablo Iglesias, Irene Montero y la propia Ione Belarra que han ejercido siempre de escudo ante todos los ataques.

Roma no paga a traidores, es el refrán que se repite una y otra vez en el llamado círculo de Galapagar. A la vez que se difunde la idea de que el propio Iglesias está perfilando una estrategia dirigida a romper todos los puentes con Díaz, cueste lo que cueste: «Quiere demostrar que lo de Yolanda no funciona», dicen en el partido.