El PSOE niega la fuga de voto hacia Sumar: «Yolanda sólo quita votos a la abstención»
Fuentes socialistas presumen de haber taponado la fuga de votos al PP y detectan un movimiento de «ilusión y movilización» en torno a Díaz.
La lluvia de encuestas de los últimos días ha generado un tsunami de cábalas y elucubraciones en torno a las expectativas electorales de Yolanda Díaz y una posible colisión de intereses entre Sumar y el PSOE. Sin embargo, los recientes sondeos que vaticinan una potencial fuga de voto socialista hacia la plataforma electoral de la vicepresidenta segunda del Gobierno no generan preocupación alguna en el Palacio de la Moncloa, ni en el cuartel general de la calle Ferraz. El Gobierno y el partido trabajan coordinadamente para garantizar la suma de la coalición en 2024, que sólo es posible a fuerza de encumbrar a Yolanda Díaz como candidata del espacio a su izquierda vendiendo un «movimiento de ilusión» que dicen detectar en sus sondeos internos.
«Hay un movimiento interesante, positivo en tanto que está logrando movilizar la abstención», explican a THE OBJECTIVE cargos del PSOE a tenor de sus propias encuestas. «Si a alguien quita votos Yolanda es a la abstención», añaden fuentes gubernamentales, negando una fuga de voto del PSOE a Sumar. Según sus datos, Díaz estaría «movilizando al voto progresista» desencantado que encarnan los casi tres millones de sufragios que se ha dejado Podemos desde 2015, en su momento álgido de representación, cuando logró un sorpasso técnico al PSOE, con 5.200.000 votos frente a los 5.500.000 del PSOE.
El «espacio político» de Sumar
Podemos no ha dejado de perder votantes desde ese cisne negro electoral de 2015, que amenazó la hegemonía del PSOE en la izquierda, hasta situarse en 2019 en los 3.120.000 votos, dos millones menos de votantes, a los que hay que sumar el casi millón de votantes de IU en 2015, antes de aglutinarse en Unidas Podemos, una alianza electoral que no sumó sino que restó un millón de votos a los firmantes. Ese es el espacio al que aspira a movilizar Yolanda Díaz y que, según el PSOE, «es un espacio distinto al nuestro». «No es el votante tradicional del partido socialista», aseguran, pese a que los barómetros del CIS lo sitúen en el mismo rango ideológico, del 3,5 al 4,5 -siendo 0 la extrema izquierda y 10 la extrema derecha-,frente a Podemos, que se sitúa entre el 2,5 y el 3,5.
Por ello, los socialistas muestran tranquilidad respecto a la capacidad de erosión de Sumar al PSOE. «Yolanda no es un problema», explican a este diario fuentes socialistas, sino una garantía de la reedición del Gobierno de coalición. Por ello, los estrategas de Moncloa brindarán a Yolanda Díaz su plataforma de visibilidad en su propio beneficio, en el del PSOE y Sumar, porque es el trabajo conjunto y coordinado entre los socios lo que permitirá ensanchar el bloque de izquierdas y lograr la ‘Suma’ necesaria. Y porque las cifras del PSOE son buenas: «Estamos en la cifra de voto directo más alta desde el 2019 , con todo lo que hemos pasado… Oscilamos entre el 26 y el 28% de voto, a un punto del PP».
El ‘pinchazo’ de Feijóo
«Quien tiene recorrido es el voto progresista. No hay alternativa», explican desde Moncloa en relación a la «hipermovilización de la derecha» que, a su juicio, ha tocado su punto máximo y «ya ha comenzado a bajar» hasta el punto de que «el trasvase de votos del PSOE al PP prácticamente se ha paralizado». Fuentes gubernamentales atribuyen a estos datos las palabras del líder del PP sobre las perspectivas de las municipales el 28-M: «El liderazgo de Feijóo se cae», sostienen sobre su advertencia de que «si no gana, se va… Es interesante… Parece que ya está asumiendo su derrota».
En Moncloa ven venir el viento de proa por las perspectivas económicas y las correcciones al alza de las previsiones de crecimiento, como la del Fondo Monetario Internacional: «Más allá de los agoreros del catastrofismo, no hay proyecto político. La realidad es que no hay catástrofe, sino un proyecto sólido y riguroso». Y, taponada la fuga de voto al PP, confían en pescar en el caladero de voto de centro, en el espacio fronterizo con Ciudadanos, que ha sido fagocitado en exclusiva por el PP hasta la fecha. «La economía va a jugar un papel fundamental. Cuando la economía va bien, el votante se vuelve conservador y vota al partido en el Gobierno».
El cuento de la lechera se completa con la presidencia europea que ostentará Pedro Sánchez en el último semestre de 2023, de julio hasta diciembre, incluyendo la campaña electoral. Los estrategas socialistas y monclovitas presumen de que «todo está ya planificado, hay miles de reuniones, cumbres de alto nivel… será una imagen muy potente». Para entonces, ya estará todo el pescado vendido, aunque Moncloa no descarta que la presidencia española del Consejo sirva para arañar los últimos votos para el PSOE. Antes, tras el 28-M habrá testado ya si hay acuerdo entre Sumar y Podemos y hasta qué punto hay que ayudar a sus socios para que cuadren los números.