La Comisión Europea endureció su posición sobre Doñana por presiones del Gobierno
La carta de la directora de Medio Ambiente, Florika Fink-Hooijer, a la que asesora el hijo del ministro Planas, se envió después de un encuentro de la Junta con la UE
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | Ricardo Rubio (Europa Press)
La guerra que inició el Gobierno español contra la Junta de Andalucía por la Proposición de Ley aprobada por el Parlamento regional con la que Juanma Moreno trata de buscar una solución al problema de los agricultores de la Corona Norte Forestal de Doñana, a 40 kilómetros del parque, cuyas propiedades, unas 800 hectáreas, se quedan fuera de la regularización de sus cultivos, tiene su origen en las presiones ejercidas por Moncloa sobre la Comisión europea, según aseguran a THE OBJECTIVE fuentes comunitarias.
La iniciativa del Gobierno andaluz «trata la clasificación de suelo como suelo agrícola regable con agua superficial y no supone en modo alguno el derecho automático al riego de dichas tierras. Además, esta tierras no tienen nada que ver con el Parque Nacional que está a 40 kilómetros de distancia. Lo que pretende es mejorar un problema social que generó el anterior gobierno socialista de la Andalucía hace más de 10 años por una ordenación del territorio errónea realizada entonces por dicha administración», según el Ejecutivo.
«El acuífero no se toca. El Gobierno andaluz precisamente lo que plantea es que se cierren los pozos ilegales definitivamente. El riego se hará sólo con aguas superficiales disponibles de cuencas excedentarias. Esas tierras no podrán regar hasta que no exista esa agua superficial», insisten. «Esta proposición de ley no supone ninguna amenaza al cumplimiento de la sentencia del tribunal de Justicia de la UE. Es más, no tiene nada que ver con la misma», a juicio del Gobierno andaluz.
El momento elegido por la directora general de Medio Ambiente de la Comisión, Florika Fink-Hooijer, para enviar la misiva que desató la polémica, dada a conocer el 20 de marzo por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no es baladí, según las fuentes consultadas. La misiva remitida a Marcos Alonso, responsable de la Representación Permanente de España en Bruselas (Reper), muestra la preocupación de la Comisión europea por la gestión del agua en Doñana y los cultivos en el espacio protegido. «Quisiera insistir en que es necesario garantizar de forma inmediata la protección estricta de los excepcionales valores naturales de Doñana, especialmente teniendo en cuenta el actual contexto en el que las precipitaciones son cada vez más irregulares por causa del cambio climático», señala ante una posible sobreexplotación de los acuíferos de la zona.
El alto funcionario salió «muy contento»
Esta carta ha sorprendido a la Junta de Andalucía, ya que el pasado 8 de febrero, el viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta, Sergio Arjona, y el director general de Espacios Naturales, José Enrique Borrallo, mantuvieron un encuentro en Bruselas con el director general de Biodiversidad de la Comisión Europea, Umberto Delgado Rosa, al que le informaron sobre el contenido de la iniciativa parlamentaria, que se iba a aprobar, como así ha sido con los votos de PP y Vox, el pasado día 12. La petición de la entrevista, por parte de la Junta de Andalucía, era con Florinda Fink-Hooijere, pero delegó en este funcionario, conocedor de Doñana
La reunión transcurrió en una «ambiente de cordialidad» y Umberto Delgado entendió los términos de la Proposición de Ley, no puso objeciones y «salió muy contento» del encuentro, incluso se le invitó a visitar Doñana, según las fuentes consultadas. «Se le explicó que había personas que estaban ilegales, lo que sucedía con los regadíos, la situación que había con los territorios, ya que uno de los problemas que hay es la despoblación y no se podía echar de allí a todo el mundo e impedir la actividad económica. También se le explicó el plan de la Junta para resolver el problema: eliminar los ilegales y poder regar solo con agua superficial reservando y protegiendo el acuífero. Le pareció bien y adecuado el plan. No hubo rechazo, ni preocupación», confirman fuentes de la Administración andaluza.
Pero una situación que parecía que había transcurrido por unos cauces de normalidad, sin mediar respuesta alguna y sin volver a tener contacto con la Junta, se transforma para sorpresa de la Administración andaluza en una carta de advertencia, dirigida claramente contra el presidente popular Juanma Moreno, en un momento electoral favorable para el Partido Popular.
La explicación sobre este cambio de actitud es clara para las fuentes comunitarias conocedoras de lo que sucedió: «Trascendió que se había celebrado una reunión entre la Junta de Andalucía y la Comisión sobre Doñana y que había salido bien. Hubo una llamada de Moncloa expresando su malestar«. Lo siguiente que se conoció es la carta de Florika Fink-Hooijer, que las fuentes solventes no tienen ninguna duda de que fue redactada por el hijo de Luis Planas, asesor de la directora general que, además, ocupa el cargo de secretario de Acción Electoral, Participación y UE del PSOE. Un cargo político en el que uno de sus cometidos es escribir los argumentarios electorales de los socialistas.
La ofensiva del Gobierno está acompañada de otra por parte del grupo socialista en la Comisión. La portavoz del grupo socialista europeo en el Parlamento, la española Iratxe García, anunció su intención de organizar un viaje de eurodiputados a Doñana para que «conozcan de primera mano las políticas del Partido Popular y Vox, que ponen en riesgo el futuro del parque». Iratxe García también adelantó, a través de sus redes sociales, que la formación pedirá una «reunión urgente» con el vicepresidente de la Comisión Europea, Franz Timmermans, y con el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
