Francia juzga a cinco alcaldes por relegar el francés y priorizar el catalán en sus consistorios
El prefecto de Pirineos Orientales y anterior jefe de gabinete de Macron denunció a los ayuntamientos por «socavar la jerarquía» con la lengua oficial de la República
El Tribunal Administrativo de Montpelier ha juzgado este martes a cinco ayuntamientos del sur de Francia (Elna, Amélie-les-Bains-Palalda, Port-Vendres, Tarerach y Saint André) por relegar el idioma oficial de la República -el francés- en los plenos municipales. Estos cinco consistorios emprendieron cambios en sus respectivos reglamentos para que se pudiera debatir en catalán, y que se hiciera en este idioma por delante de las intervenciones en francés. El prefecto de la región de los Pirineos Orientales, Rodrigue Furcy, recurrió esta decisión ante los tribunales al considerar que socavaba la «jerarquía entre la lengua oficial y las regionales».
El juicio se ha iniciado este martes con la presencia del alcalde de Elna, Nicolas Garcia, y sus tenientes de alcalde, Pere Manzanares y Sylvaine Candille. El resto de ediles denunciados no han hecho acto de presencia, pero han enviado a sus abogados al juicio. Se espera que el tribunal dicte sentencia el 9 de mayo.
El prefecto, que fue anteriormente jefe de gabinete adjunto de Emmanuel Macron, envió una carta a los ayuntamientos que habían modificado sus reglamentos con el fin de que restablecieran la legalidad de forma voluntaria. Algunos equipos locales recularon tras esta advertencia y a los cinco que no lo hicieron se las ha abierto la causa judicial. En su denuncia, Furcy sostuvo que «cualquier factor susceptible de socavar los principios fundamentales de la República y la jerarquía entre la lengua oficial y las regionales debe ser analizado como un elemento de identidad cultural que no debe prosperar en las asambleas deliberantes de los ayuntamientos».
Macron, en contra de la cooficialidad
El propio presidente de la República dejó claro durante su primer mandato que la única lengua oficial de la nación era el francés. Lo dijo desde Córcega en su primer año de legislatura tras un viaje a la isla para aceptar una reivindicación del nacionalismo corso: el reconocimiento de la singularidad y especificidades de la isla en la Constitución francesa.
En la misma línea, 60 diputados de su formación, La República en Marcha, presentaron un recurso ante el Consejo Constitucional (el Tribunal Constitucional francés) contra la decisión de la Asamblea Nacional de aprobar una ley para proteger las «lenguas minorizadas» -como el catalán, el euskera, el occitano, el corso, el alsaciano o el bretón- y facilitar de este modo la inmersión lingüística en las escuelas de las regiones donde se habla alguna de estos idiomas.
Idioma de «segundo orden»
Según informan los medios locales, la representante del Estado francés ha solicitado la anulación de los artículos del reglamento que permiten que los plenos municipales se celebren en lengua catalana por ir «en contra de la Constitución francesa» que establece que «la lengua de la República es el francés». Según la poniencia pública, el hecho de que se traduzcan al francés las intervenciones realizadas en catalán ubica el idioma oficial de Francia «como una lengua de segundo orden».
Por su parte, la defensa de los ayuntamientos afectados, Mateu Pons, ha apelado a la carta europea sobre lenguas regionales para defender una medida que evita «arrinconar el catalán». El dilema principal está en el hecho que los nuevos reglamentos priorizan el catalán sobre el francés. Mientras el Estado francés lo ve una medida inconstitucional, la defensa de los ediles considera que, al haber una «traducción integral y sistemática» al francés en los documentos oficiales y con validez jurídica, no es relevante el orden de los idiomas.
Junqueras se desplaza a Montpelier
Asimismo, han avanzado que llevarán el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en caso de que los tribunales nacionales no les den la razón. En esta causa, además, han contado con el apoyo del nacionalismo catalán. Oriol Junqueras y Laura Borràs, por separado, se han desplazado hasta las puertas de un juzgado de Montpelier para expresar su solidaridad con los ediles juzgados.
«Elna es una ciudad muy importante para el Rosselló y para la historia de Cataluña y, por tanto, está cargado de simbolismo que hoy estemos aquí», ha sostenido el presidente de ERC. También ha afirmado que su partido se pone «al servicio de la gente de la Catalunya Nord» y «con todas las herramientas» que tienen en el Parlamento Europeo y en el resto de instituciones.